El Guardamuelles de Pollensa se presenta puntualmente a las 8 de la mañana y procede a cobrarme los ¡¡¡ 9 euros !!! del atraque. Como no hemos tenido que usar ni electricidad ni agua la factura se reduce notablemente.
Me comenta que el tema de isletas que han planteado en el antepuerto ha resultado un desastre. Los barcos en caso devientos y mar fuertes, están atravesados y ofrecen una superficie muy grande que arrastra a los muertos de las islas. Sería mejor un fondeo de boyas controladas, pero no tendrían los servicios de agua y electricidad.
Hay dos barcos hundidos todavía. Uno de ellos de mas de 20 metros en el centro del canal. Son barcos de bandera extranjera. Los barcos españoles ya están todos quitados de en medio.
La historia tiene dos bemoles. Uno de ellos e un barco viejo que una compañía compra para charter en el mar negro. Por tanto la reparación no merece la pena. El seguro no existe. Pero la Guardia Civil no permite tocarlo, hasta que haya una autorización del propietario, que ni aparece ni se le espera.
El otro creen que se trata de algo intencionado. Un barco muy viejo, pero con un seguro muy alto que se ha atracado en un sitio que se sabe de antemano peligroso pero que no está advertido como tal. Se espera al temporal y ...¡¡¡ a cobrar el seguro!!!
La travesía hasta Pollensa es con viento de popa pero insuficiente para empujar el solo al barco, así que casi todo el recorrido lo hacemos a motor.
Al llegar a Pollensa hacemos Gas-Oil y nos dirigimos luego al muelle de tránsito. Pasaremos unos dias aquí para ir a Palma Ya que es preferible, economicamente, alquilar un coche en Pollensa (25 Euros) a que te atraquen en Palma.
Hemos aprovechado para echar un vistazo al motor del auxiliar, que tenía agua el carburador y hacer las últimas compras de territorio español, preparando todo para salir el día 13 de madrugada, pero algo me da al instinto y me dice que no.
Reviso la “meteo” y efectivamente hay previsto un cambio radical de las condiciones para la próxima semana. Nos quedamos amarrados, pero no podemos descansar. El viento sube a mas de 50 nudos y nos arranca materialmente el toldo que me han reparado hace pocos días en Benalmádena. Luego veo que el Argentino de los cojones me lo ha cosido con hilo de algodón. Afortunadamente hay una empresa de toldos, encantadores, que me hacen una reparación y sustituyen alguna cremallera rota.
En el puerto se cabrean de que no me haya ido y me dicen que tengo que mover el barco. Me niego a tocar el barco con esas condiciones de viento, salvo que me lo den por escrito.
El tema es que el muelle de tránsito está tomado por las empresas de charter, que tienen ya alquilado todo el año. Naturalmente se trata de empresas en manos de extranjeros y que además tienen el apoyo de la autoridad. Esto hace que luego no quedan las plazas previstas para los que realmente estamos de transito.
Un tema para esa asociación de Navegantes ¿ANAVRE?
Y es que como me dijo el propio marinero, no hay nada peor que ser español en España.
Quiero comentar algo que no había notado nunca. Solemos atracar en sitiod de paso con la proa hacia el muelle, lo que nos evita el lio de pasarelas, auxiliar o la posibilidad de enredar los eólicos con la jarcia del vecino.
Esto supone que estamos al contrario de los demás y amarrados en un costado en vez de en el centro como los que tienen la linea en proa. Al subir el viento, y si la dirección es desde la amarra, el barco se carga contra los vecinos. Además en nuestro caso el toldo hacía de vela y llegamos a tener escoras importantes.
Lo que mas mkiedo metía era ver la antena de HF, que aunque resistía, se doblaba como un látigo contra el estay de proa del vecino.
Quiero comentar algo que no había notado nunca. Solemos atracar en sitiod de paso con la proa hacia el muelle, lo que nos evita el lio de pasarelas, auxiliar o la posibilidad de enredar los eólicos con la jarcia del vecino.
Esto supone que estamos al contrario de los demás y amarrados en un costado en vez de en el centro como los que tienen la linea en proa. Al subir el viento, y si la dirección es desde la amarra, el barco se carga contra los vecinos. Además en nuestro caso el toldo hacía de vela y llegamos a tener escoras importantes.
Lo que mas mkiedo metía era ver la antena de HF, que aunque resistía, se doblaba como un látigo contra el estay de proa del vecino.