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Ubicacion del restaurante MATEOS en el puerto vacio de barcos
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En Ghytion revisamos nuestro plan de viaje para entrar en el Jónico. Las quejas de todos nuestros amigos sobre que este año se ha presentado con vientos muy fuertes y continuas tormentas nos hace extremar las precauciones.
Efectivamente la información de todas las páginas consultadas coincide en que lo que nos queda de Peloponeso va a ser con vientos muy fuertes en contra.
Y además en un par de dias es mi cumpleaños y no me apetece pasarlo en alguna cala perdida dando saltos .
Así pues decidimos que la mejor opción es deshacer el camino andado y utilizar el canal de Corinto, con lo que muy de madrugada salimos en la dirección contraria a la que hasta ahora navegábamos volviendo sobre nuestra estela y fezando que en el sarónico no se haya entablado el Meltemi, que nos dejaría entre dos fuegos.
Tal como dan las previsiones, navegamos en popa hasta Elafonisos, doblamos Maleas a motor y remontamos con bastante ola hasta Monenvasia, donde quedamos fondeados de nuevo amarrados al pantalán del puerto, donde de nuevo nos visita nuestra ya amiga la tortuga.
Nos vamos a cenar a MATEOS, restaurante fácilmente reconocible por la icurriña que preside uno de sus ventanales.
Los dos hermanos, casados respectivamente con una Vasca y una Tailandesa, ofrecen una cocina un tanto diferenciada de la tradicional griega a al que estamos acostumbrados en los restaurantes turísticos.
Punto obligado de los españoles que navegamos por estas aguas, siempre somos bien recibidos y atendidos en este lugar, donde aparte de su inmejorable colección de cervezas del mundo entero, te puedes encontrar con que tiene jamón, paella o tortilla de patata en el menú.
En concreto yo le comenté que no conseguía encontrar "ñoras" en Grecia y lo veo que sale corriendo hasta su casa y vuelve con una caja de ellas de su despensa particular, que no me cobra y me entrega como un regalo.
Nuestra comida hoy ha consistido en unas gambas rebozadas y fritas, a la manera de los camarones de nuestra querida Andalucía.
No podía faltar la "taramosalata", untable griego a base de huevas de pescado y que preparan mejor que en ningún otro sitio que la haya probado.
Hoy tiene como especialidad unos calamaritos fritos y rebozados que recuerdan también a nuestros chopitos.
Y cerramos la cena con una caballa ahumada, a la que no hace justicia la foto que le he sacado,m y que está jugosa y sabrosa. Es un placer después de tanto desaguisado de los restaurantes que normalmente te vas encontrando.
Junto a nosotros está atracado el Epicur, barco de Barcelona, donde conocemos a Santy y Carmen. pareja que iremos encontrando de forma sucesiva en varios puertos y fondeos.
Al volver al puerto vemos que uno de los barcos ha tratado de tensar la cadena y se la ha traido hasta ponerla a pique, enganchan de de paso la cadena del barco contiguo. Además han orincado el ancla y enredado el cabo en otra de las cadenas.
Total que han liado un buen fregado, que además no sabe como solucionar
Afortunadamente el espíritu de D. Quijote, aún no ha escapado del todo de Santy, a pesar de que como catalán dice encontrarse mas del lado de la " Tabarra " que de la "Tabarnia".
Así y todo se lanza a la auxiliar y tras no pocos esfuerzos consigue deshacer la trabazón, firmando el recibí del enganche de cadenas numero ....