De nuevo hacemos un tramo impulsados por el motor, el mar está como un plato y solo salta el viento, naturalmente por la proa cerrada al doblar el cabo de Fomentor.
El paisaje del norte es algo mágico. La bruma hace que las diferentes distancias a las cadenas de montañas creen planos del paisaje que se asemejan a las acuarelas tan típicas de los japoneses.
Pasamos por un sifín de fondeos que nos traen grandes y gratos recuerdos de cuando nuestro destino soñado eran las costas de Mallorca y el fin del mundo estaba en Menorca
Fondeos de Cala Baset, Sas Hortigas, Los Farayons, Banalbufar, Valdemosa, La Forada, Cala de Deya, El precioso Puerto de Soller, Cala Tuent, La Calobra, Cala Castell, Cala Extreme, Cala Sant Vicent, Cala Figuera nos han acogido durante dias y hermosas noches
Al doblar el cabo de Formentor siempre el mismo fenómeno. Se hace un giro de casi 180 grados y el viento sigue quedando por la proa. Siempre pienso que es aquí donde da la vuelta el viento.
Pollensa nos recibe con la bonita estampa de este velero haciendo charter y la amabilidad de Joan, uno de los "marineros de toda la vida" del puerto de la comunidad autónoma (a unos 10 euros diarios)
Una estraña historia,( que quiero dejar posar antes de hacer ningún comentario) que se complica y nos puede hacer mucho daño nos ha retenido en Pollensa mas de la cuenta y hemos perdido la ventana para saltar comodamente a Cerdeña.
En la playa encontramos algo que consideramos simbólico.Poco a poco vamos viendo como nuestro personal castillo en el aire se va desmoronando, empezando por la total falta de respuesta a que alguien quiera navegar con nosotros y compartir los gastos.
Supongo que es cuestión de dedicarse a ello mas profesionalmente, pero sería renunciar a demasiadas cosas solo a cambio de dinero y no estamos dispuestos a ser los muertos más ricos del cementerio.
Lo siento hoy me siento deprimido y soy incapaz de engañaros contando historias bucólicas ajenas a la realidad