Han pasado los días y nos acercamos al final del mes de Julio e intuimos un Agosto muy de aglomeraciones en todos lados. Se va notando que va a ser un mes muy cargado de embarcaciones.
Además hay otro factor que gravita sobre nosotros y es que a causa de los continuos percances hemos tenido que trastocar nuestros planes y no nos seduce quedarnos por estas aguas y además nuestros amigos están todos por el área del Argo Sarónico, que es donde suele incorporarse alguna tripulación con nosotros.
Pero esta ayuda que nos vendría muy bien este año en que llevamos gastados en averías casi la totalidad de nuestros fondos, a la espera de las respuestas de la compañía de seguros, no ha sido planificado y los pocos interesados, dos o tres, ha habido que anular su viaje por lo antes expuesto.
Es como si quisiéramos hacer borrón y cuenta nueva y el año que viene será otra historia.
Decidimos volver hacia España poco a poco.
Volvemos a Varko, en el continente, Un sitio que hemos conocido este verano y que nos gustó sobremanera, pero cuando llegamos está lleno de embarcaciones italianas y varias canoas a motor, así que nos refugiamos en una especie de fiordo que hay cerca , hacia el Oeste del que no conocemos el nombre.
Cerrado por la punta de Parathyra tiene la entrada obstruida por una granja piscifactoría, pero al fondo hay una playa y se puede fondear lo suficientemente alejado como para que la instalación no sea molesta.
No nos suele gustar fondear en ensenadas en las que hay piscifactorías .Huelen mal, enturbian el agua y las excreciones de los pescados dejan los fondos inundados de "fango"
Pero alguna se salva, como esta donde los vientos alejan olores y limos y cerca de la playa las aguas están limpias .
Por fin podemos sacar del congelador los pinchos que compramos en Mityka hace unos días y sacar la barbacoa y hacer los honores al mas conocido vino de Grecia, el Retsina, que toma su nombre de ese sabor añadido de resina de pino, y que es una mala copia del aroma que deberían tener los vinos conservados en ánforas de la antigüedad y a los que se sellaba la cerámica con "pez", que no era otra cosa que resina de pino de Alepo.