Desde Oreio vamos a subir hasta Volos, pero antes queremos pasar por algunos lugares de los que tenemos un grato recuerdo de la vez anterior en la que navegamos por las islas Esporades. Asi que nos desviamos de la ruta directa para acercarnos a sacar fotos de una de las calas muy concurridas de la zona,
Se trata de la pequeña población de Palaio Triqueri, La antigua Triqueri, donde según se cuenta se construyó la nave Argos, que utilizaron los argonautas en su periplo tras el vellocino de oro.
Al llegar a la ensenada, y tras de girar en torno al barco tanque, aparece el pequeño espigón de este pueblecillo de cincuenta habitantes. No hay nadie atracado seguramente por ser sábado, día de cambio de tripulaciones de las flotillas de charter.
Es la oportunidad de oro de parar aquí y no lo dudamos ni un minuto y nos amarramos al muelle entrando de popa y con casi la mitad del barco sobresaliendo por delante, ya que nos pide el dueño del restaurante que le dejemos sitio para que puedan atracar los Taxi-Boat.
Llegamos a ser tres barcos en la cabecera del muelle y otros cuatro en el muelle junto al barco tanque.
Drako, nuestro perro entra y sale por la puerta lateral una y otra vez hasta que en una de esas veces cae al agua donde nada que sepamos por primera vez en donde le cubre. Para sacarlo afortunadamente lleva puesto un arnés con asa que enganchamos con un bichero. Nos dá un buen susto
Lola se lo lleva a una playa y ahí juega con su pelota una y otra... y otra vez. Es autentica obsesión lo que tiene por esa pelota vieja, rota, cosida y recosida.
Tomamos una cerveza y unas tapas (la taramosalata, riquísima) y nos vamos a dormir la siesta.
Por la tarde un largo paseo por la isla, donde no se vé ningún coche nos permite tener vistas increibles de la zona.
Terminamos el día con una cena donde la anunciada langosta está ausente pero es sustituida por unos espaguetis de cigalas (12 € el plato), bicho que al parecer abunda por la zona.
Os dejo un video realizado con el Drón, pidiendo las oportunas disculpas de antemano por mi visoñez con la cámara.