La posibilidad de saltar directamente hasta Sicilia se ve cerrada. Hay un bonito viento de popa, pero en 24 horas hay un aviso de temporal del Oeste en las cercaías de Sicilia.
Así que toca ir costendo y con refugios a la mano, lo que supone ir hacia el norte y lo hacemos de una forma un tanto poco habitual. Directamante desde Kefalónica a Kerkira ( Corfú) aunque el plan inicial era parar en Paxos, pero al final del día el viento se calma y nos permite seguir.
Toda esta travesía se hace con vientos de través, con la trinqueta y mayor recogida hasta el segundo sable.
La travesía de nuevo queda en manos de Jordi, que le ha cogido el gusto a esto del blog
El capitán me prestó el traje de agua, que no tenía nada que ver con lo que yo había llevado. Con eso aguante el chaparrón bastante rato mientras el viento seguía subiendo. Nunca había navegado lloviendo, con buenas olas. De nuevo fue una sensación increíble. El agua cayendo, las olas salpicando pero gracias al traje no me cale nada. Después de un buen rato la lluvia paró pero el viento seguía dando guerra. Íbamos con las velas desplegadas escorando al máximo. Como cabalgaba las olas el Bavaria, escorando con vientos de 25 nudos olas de 2 metros, estaba bastante acojonado. En estas condiciones con el Puma 24 estaría rezando para que parase. No las tenía todas conmigo, pero el capitán incluso dormía en la bañera cuando íbamos escorados. No me lo podía creer, yo que parecía un gato agarrado al Bavaria mientras el dormía tranquilamente en la bañera.
A medio camino prepare unos bocatas ya que la cosa no estaba como para cocinar. Pan con embutido griego y unas sardinas que picaban un poco. Seguimos navegando dirección Corfú, el capitán aprovechaba para decirme el nombre de todas las Islas que pasábamos. Yo aprovechaba para hacerle un montón de preguntas sobre náutica, este tío es una enciclopedia.
Ya en plena noche se empezó a vislumbrar Corfú. Respire aliviado, estábamos llegando. Después de la lluvia y el viento iba a tener un merecido descanso. Pero antes estaba la parte delicada, el atraque. No se me daba muy bien que digamos así que estaba bastante acojonado por como atracaríamos y como respondería yo.
Salió perfecto, con la ayuda de un griego que andaba por allí. Respire aliviado, estaba agotado después de un día de navegación intensa. Cenamos, miramos la previsión para el día siguiente y nos fuimos a dormir."
Al llegar a las cercanias de Corfú vamos ya sin viento y con idea de fondear bajo la muralla. En el peor de los casos están cerca las marinas, pero al llegar a las cercanias veo que hay sitio en el pequeño puerto al este del castillo y hacemos una parada desde las 11 a las seis a descansar un poco.
Jordi va aprendiendo y ya salta al muelle para pasar las amarras. Hoy estaba con los ojos muy abiertos durante la navegada. La verdad es que era espectacular para alguien sin experiencia. Viento, lluvia, escora, pero todo muy dentro de los límites de la capacidad del barco