El motivo que nos lleva a elegir Cartagena como principio y fin de nuestras etapas es básicamente la existencia de un poste de combustible en el que se puede recargar a cualquier hora.
Se trata de un autoservicio en el que solamente es necesario meter la tarjeta de crédito y escoger la cantidad. Eso da una gran autonomía de horarios pues es el procedimiento de poder adaptar los viajes a la luz del sol, que en estas fechas se levanta a las seis y media y dura hasta las nueve de la noche.
Y es que el tema de trasiego de energía es de vital importancia para el confort dentro del barco.
Hay quien piensa que la vida en un velero debe de ser espartana, fría, humeda. Yo por el contrario no estoy dispuesto a perder muchas cosas que la tecnología pone a mi alcance y que casi todas son voraces consumidoras de energía.
Con esta premisa en la mente, hemos hecho muchas pruebas y modificaciones en este y otros barcos hasta llegar a la solución actual.
El problema a resolver es reponer cada día la energía consumida y por tanto lo primero es tener muy claro cuanto consumimos. Para ello hemos recurrido en primer lugar a una toma de datos de las características de cada aparato y luego a la medida directa mediante un amperímetro de pinza para corriente continua.
Con ellos hemos confeccionado una hoja de cálculo que nos ha dado que tenemos un consumo de 175 amperes que hay que reponer cada día “Normal” Y esto en las baterias. Naturalmente que a estos niveles de consumo las normales de ácido no son adecuadas y hemos optado por las de tipo AGM y de ciclo profundo. Son caras y pesadas. El nivel de reserva es de cuatro a cinco veces el consumo (765 Amperes) y su peso hace escorar el barco, por lo hemos tenido que compensar con lastre en la banda contraria. Por sus dimensiones no hay otro sitio donde llevar estas baterias.
Para recargar, las soluciones mas normales son Generador, Alternador, Placas foto-voltaicas o generadores eólico
Los generadores de gasoil son caros pero son la opción mas correcta. Nosotros no podemos llegar a ellos, aunque llevamos un pequeño generador de 1000W que va con la misma gasolina que el fueraborda de la auxiliar. Nos ha sacado de algún apuro. Pero solo es algo para una emergencia.
El resto de las fuentes tienen cada una su problemática.
Los alternadores han de ser “engañados” con sistemas de tipo “answer” o cargadores inteligentes, que eliminen el regulador y solo tengan en cuenta la temperatura de la batería. Un alternador de 100 Amp. Y otro nuevo de repuesto sin conectar. Eso supone que si se navega un mínimo de cuatro horas a motor cada día, se recargan las baterías por este perocedimiento.
Pero se trata de un barco de vela y hay que intentar llevar el motor apagado.
Con las placas foto-voltaicas y los generadores eólicos hay que moverse en un terreno muy movedizo, donde los técnicos en energías alternativas, se ponen muy nerviosos cuando les hablas de las condiciones en que van a trabajar sus “aparatos”.Vientos y orientaciones variables, rachas y calmas, sombras, movimiento continuo. Ellos están acostumbrados a buscar el óptimo ángulo, la mejor orientación y la mejor ubicación. Han de sacarle el 100 % de rendimiento a la instalación. Sin embargo nosotros planteamos todo lo contrario y tenemos que movernos en la zona de rendimiento mas modesto.
De loseólicos hay dos tipos. Lentos y silenciosos y Rápidos y sonoros. Ganan por confort los primeros, pero por precio y prestaciones son los segundos los vencedores. Nosotros llevamos dos generadores AIR-MARINE 400, que no trabajan hasta los 10 nudos y se desconectan a los 35 nudos. El razonamiento fue el siguiente.
En las calas, donde se ha ido a buscar refugio, no suele hacer viento o muy poco y si el viento en navegación es de menos de 8 nudos se utiliza el motor. Así que solo entran en funcionamiento en navegaciones a vela y son capaces de mantener todo el barco funcionando.
En las placas foto-voltaicas sucede que son proporcionales a la superficie y viene el tema de la colocación. Aquí hay que saltarse todas las normas y pensar en barco. Unas placas de mas de 1,5m2 cada una y colocadas en un arco de popa, son un elemento que con vientos fuertes hace de veleta y pueden llegar a hacer orzar el barco hasta hacerlo ingobernable. Por otra parte la estructura debe ser muy resistente y por tanto cara. Así que nosotros hemos optado por poner las placas sobre la cubierta y aumentar la superficie. Todo ello después de estudiar y comprobar experimentalmente, que las pérdidas por sombras de la botavara o el palo son asumibles y que solo sería un problema en instalaciones de optimización dedicadas a la industria. Pero en nuestra investigación y con la orientación de otro navegante, Johan del “Alea”, hemos pasado las placas, a pesar de que la instalación es de 12 voltios, a 24 voltios cada una y trabajando en paralelo (47 voltios nominales que llegan al regulador) y que hacen que los cables trabajen con menos resistencia al haber aumentado el voltaje.
Todo ello gracias a un regulador de control de pico MPPT. El resultado es que comenzamos a cargar antes y en caso de que alguna placa no cargue bien por culpa de sombras, se sigue estando por encima del umbral de carga .
Amperimetros para cada fuente y un controlador de Baterías Nasa BM-1, nos hacen estar bastante tranquilos con el consumo, vemos la tele, oímos música y pasamos el gazpacho por el chino con la batidora.
La navegación desde Cartagena a Alicante es muy relajada, con vientos de tierra de unos 15 nudos que no nos abandonan hasta casi el puerto de Alicante. Los generadores eólicos se han encargado de asumir el consumo y las baterias están al 99 % al entrar en puerto.
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