Para facilitarles el viaje hemos decidido retroceder hasta Cavtat, en las cercanías del aeropuerto de Dubrovnik y navegar hasta martes en aguas de las Elafiti que ya conocemos.
Pasamos noche en Vela Luka viendo la puesta de sol.
No lamentamos vivir al margen de la comprensión y simpatía de otros. Estamos seguros de perder algo en ello, pero nos compensa nuestra independencia de las costumbres, opiniones y prejuicios de los demás, y no sentimos la tentación de abandonar nuestra paz espiritual por unos fundamentos tan quebradizos. ( By-Bertrand Russell)
Al llegar la noche por la calle aparece un desfile, lo seguimos y llegamos a un patio en ruinas donde, previo pago de 100 kunas por cada uno, presenciamos un espectáculo muy interesante.
Una danza de espadas, donde se entrecruzan de todas las manera imaginables, golpeando las espadas hasta hacer saltar chispas. Es muy violento y algunos terminan con sangre en los nudillos de algún golpe mal dado. A diferencia de nuestras fiestas de moros y cristianos, aquí gana el moro, que estamos donde estamos.
Y las fotos
www.captainteach.com/taberna/2008-07-03_Korcula
Hasta mañana
En Suourat hemos parado a comer y darnos un baño. Agua caliente, mar como un plato. Recorrido por la aldea donde hay unas torres medievales. El fondeo en tres metros entre la costa y unas rocas.
Luego hemos navegado hasta el puerto, que es lo que significa Luka, de la isla de Sipan.
Nos amarramos a una boya pero viene un “macho” mentiroso a decirnos que la boya es suya y que ahí atracará su padre cuando vuelva en una o dos horas. “No problem”. Nos fondeamos en la rada junto a otros tres barcos. En una hora viene una motora y nos pide que cambiemos el lugar de fondeo. Viene el ferry y necesita el espacio para maniobrar. Nuevo cambio de lugar y a dormir.
Por cierto el macho era mentiroso por que no tiene padre.
Y las fotos
www.captainteach.com/taberna/2008-07-01_Sipan
Hasta mañana
Dubrovnik es una ciudad que no hay que perderse y a la que hay que llegar con ganas de caminar y dispuesto a pasar mucho calor. Y no tarde, pues la visita a la muralla, de pago, termina a las siete de la tarde. Nosotros la dejaremos para otra ocasión.
La ciudad esta dividida en tres sectores, El que huele a meada de gato, el que huele a comida refrita y desperdicios de restaurante y en el que los aparatos de aire acondicionado elevan la temperatura a cerca de cincuenta grados.
Y es que el ambiente recuerda mucho a Ibiza la vieja, calles estrechas donde hay un restaurante cada cinco metros. Estamos en “Guirylandia”. Miles y miles de turistas, muchos españoles también y el asalto constante, aunque educado, de los que tratan de meterte en su local.
Nos salimos del centro y deambulamos por las callejuelas. Una escalera de mas de 150 peldaños nos lleva a… ningún sitio.
Pero Dubrovnik hay que verlo, yo solo advierto para ir mentalmente preparado.
Bus y cena en el barco. Es el 25 aniversario de la inauguración del puerto y nos invitan a una copa, para lo que han puesto una mesa en donde te la puedes servir. Pasamos de copas, no tiene Gin de Xoriguer ni Larios.
Y las fotos
www.captainteach.com/taberna/2008-06-30_Dubrovnik
Hasta mañana
La noche ha sido movidita.
A las 00:30 ha saltado el Bora, viento del NE, que ha llegado a los 35 nudos.
Han comenzado los garreos. Nosotros aguantamos bien hasta que un yate alemán ha caído sobre nosotros y nos ha tocado el fondeo.
Una vez librados de él hemos tenido que levantar el ancla y volver a fondear. Esta vez me he ido al centro de la bahía y sobre 8 metros de fondo he soltado 35 metros de cadena y he puesto la alarma de fondeo.
No nos hemos vuelto a mover, pero he dormido en la bañera
Aller por la tarde se nos acercó una pareja de españoles al ver nuestra bandera. Son propietarios de un yate de desplazamiento de 22 metros, español, a pesar de su bandera Inglesa y llevan viniendo por estas aguas unos ocho años. Acepto su ofrecimiento y esta mañana me he dirigido a las 11, pensando que era una buena hora y me han pedido que volviera una hora mas tarde pues se acababan de levantar. A las 12 he estado con ellos y me han dado todo tipo de información. Desde fondeos a ciudades, restaurantes y sus especialidades. Buena gente, muy buena gente.
Hubieramos seguido mucho mas de charla, pero tenían cita con masajistas y peluqueros y demás zarandajas. Otro nivel.
Nosotros hemos ido a hacer unos kilómetros a pié a ver Cavtat, pues hemos decidido que a partir de ahora todo va a ser muy distendido y sin prisas. Si no lo vemos todo, pues ya volveremos o nos quedamos.
Os dejo fotos de Cavtav en el enlace:
www.captainteach.com/taberna/2008-06-29_cavtat
Os seguiré mandando cosas a medida que encuentre Internet.
Poco fiable, aunque yo se que si se cortocircuita el diodo con un destornillador se consigue la excitación.
Como menos da una piedra, le pago sin rechistar los 350 Euros que me pide. No me ha parecido caro. El detalle de aparecer a las 11 de la noche con el problema resuelto se lo merece.
Decidimos pasar el día en Crotone, visitando el barrio viejo de la ciudad, el centro, muy dinámico.
Encontramos un gran supermercado, muy retirado del puerto y con la carretilla a cuestas hacemos provisión de frutas y verduras. Pastas raras y quesos de la zona y una descomunal sandía completan el equipaje. Junto al puerto están las tiendas de pescado, recién cogido y donde destacan los Peces espada de buen tamaño (40-50 cm de diámetro).
Recibimos felicitaciones por el sistema de meter la carga a bordo con la driza del spi, desde el muelle, por un tambucho directo a la cocina.
Hay algunos barcos fondeados en la bocana del puerto y gasoil fácil de acceder al inicio del espigón.
Esto nos permite pasear por la Cefalú antigua, hacer fotos y comer en una "tratoría", no demasiado bien, no demasiado barato.
El paseo hasta el pueblo se agradece.
Os pongo fotos en el siguiente enlace.
http://www.captainteach.com/taberna/2008-06-19_Cefalu
Por la noche nos vemos una película en la TV y a dormir sin sobresaltos
El lugar, llamado Bahía di Mondello, es como una postal sacada de otra época. Un Club Náutico- casino construido sobre pilotes de madera clavados en la arena y unas casetas de baño, de película de principios del siglo pasado, evocan películas de Visconti.
Dormimos en cinco metros de fondo con treinta de cadena y a más de cien metros de cualquiera de los otros barcos.