Pues contra todo lo que dicen las guías y demás, Estromboli está de vacaciones, Ni echa humo, ni hace ruiditos. Mucho menos lanza piedras.
La verdad es que impresiona solo ver la ladera de cenizas por donde tiene el rebosadero. Pero será en otra ocasión cuando lo veamos activo. Una caminata de tres horas y cuesta arriba no nos hace mucha ilusión para ver algo que, como de costumbre, se ve mejor en los reportajes de la TV.
Una vuelta por Panerea y sus islitas y sus fondeaderos, nos recuerda que es sábado y comienzan a llegar los turistas náuticos. El mar está como un plato y las aguas son transparentes pero sigue habiendo muchas medusas, que para la jefa pueden ser muy peligrosas dada su sensibilidad cutánea.
Pasamos por Lipari puerto y nos quedamos dudando si hacer noche en él para dar una vuelta por tierra o buscamos un fondeo a nuestro aire. Optamos por la segunda solución y damos vueltas por las calas tomando notas para una visita con más calma, mas información y mas aire en las botellas.
Fotos esta vez en:
Pasamos por entre las islas que todo el mundo dice ser las de la Odisea y que Ulises, orientado por Circe, tiene que pasar para volver a casa. La verdad es que si las pasas y sigues recto, en una dirección te pegas de narices contra una roca y en la otra te subes encima de Vulcano.
Cada vez lo tengo más claro, en estas aguas no te puedes fiar ni de un Dios.
El final del día es el puerto de Levante de Vulcano con barcos muy cerca unos de otros y todos con unas cuantas defensas en la popa por si acaso.
La alarma de garreo a 0,01 millas (18 metros) es demasiado poco. Si cambia el viento se dispara sin que haya garreo. En el siguiente paso 0,05 (90 metros) es demasiado. Aquí en 90 metros cambia el fondo de 6 metros a 160.
Asi todo dormimos acompañados de "olor a volcán" y viendo las fumarolas de Vulcano sobre nuestras cabezas.
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