Salimos de madrugada, no sin ciertas dificultades dada la estrechez del atraque, sin despertar a Pedro que se había ofrecido a ayudarnos (Aunque supongo que mas bien con la boca chica, después de haber cantado habaneras en un parterre del paseo marítimo).
Por delante 90 millas hasta Siracusa, Y por detrás esta peculiar isla, con esa ciudadela impresionante que domina los dos puertos
Días mas tarde nos enteramos que ha ganado el sí al divorcio por los pelos. Un 52 %. Ya no te meterán en la cárcel si te separas, aunque ahora pasaran a esa otra condena a cadena perpetua y a trabajos forzados que en muchos casos es el pago de las "indemnizaciones" a la ex. (No pongo en duda las obligaciones de la paternidad, que no son, en el aspecto económico, de por vida)
El cruce lo hacemos por uno de los sitios mas concurridos de todo el mediterraneo, y con nuestro equipo de AIS estropeado aún recibimos esta panorámica que os pongo mas abajo. No podemos emitir nuestra posición y solo recibimos, con lo que se nos complica un poco la vida.
El viento llega a ser de unos 27 nudos en las cercanías de Cabo Passero y resulta bastante incómodo de controlar el barco, que se niega a que llevemos puerto el toldo con esos rumbos y vientos. Nos da muchas orzadas y el piloto automático no puede corregir en las rachas con la inclinación del barco que hacen que entre en carga el toldo comno si de una vela se tratase y eso desplaza el centro bélico muy atrás y consecuentemente el barco va dando bandazos muy des controlado. Todo es cuestión de recoger el toldo y...mano de santo. Desaparece la tensión y podemos navegar casi dos horas a vela hasta que desaparece todo el viento y debemos de poner el motor.
Las velocidades en el cruce nos hacen adelantar varias horas en lo previsto y llegamos a Siracusa de día para ver que ya no estamos solos en ningún sitio. Fondeamos en este querido puerto y preparamos la auxiliar para ir al día siguiente a tierra.
La auxiliar, una semi-rígida de 2,50 metros, ha ido todo el viaje, de momento en la cubierta de proa, entre el palo y la trinquete, para dejarnos paso libre por la popa para acercarnos a los muelles.
Estaremos tres días en esta ciudad que a mi me trae recuerdos de mi padre, que utilizaba la frase de "Era mas p--- que las gallinas de Siracusa" y después de muchos años un día al ser preguntado porque eran de tan mala vida las gallinas en cuestión, nos aclaró que era por que habían aprendido a nadar para poder "interactuar" con los patos.
Por cierto, en Siracusa no se ven patos por ningún sitio. Así que queda una pregunta transcendente por contestar y es si es falso0 lo de las gallinas o es que estas acabaron con los patos.