Nuestro segundo y último día en Santorini lo dedicamos a visitar el Yacimiento arqueológico de Acrotiri.
Se trata de una ciudad que quedó, al igual que Pompella, sepultada en las cenizas arrojadas por el volcán cuya explosión destruyo la isla.
Esto hace que el estado de conservación sea en general muy bueno, pero de una excavación muy complicada por la cantidad de ceniza que hay que mover y lo inestable de los restos, muchas de las veces en equilibrios un tanto inestables.
En este caso se ha decidido cubrir toda la excavación con una estructura sismo resistente, apoyada en pilotes sin encepado ( sistema Bentó), que permite una gran libertad en cuanto a la colocación de los mismos.
Todos los pilotes son visitables hasta el suelo matriz, lo que permite que sean autenticos calendarios al hacer un corte perpendicular a las diferentes capas del terreno.
En Acrotira existía una ciudad de un gran número de habitantes para la época y con importantes edificaciones, de las que se conservan edificios de hasta tres plantas.
La cantidad de restos encontrados es inmensa y como de costumbre se han removido de su sitio para terminar en alguno de los museos de todo el mundo y en muchas colecciones particulares, por lo que nos privan, una vez mas, al común de los mortales de la posibilidad de ver el entorno completo, con sus mosaicos, ajuares, mobiliario, etc.
Muchas de las figuras, pinturas y mosaicos que se utilizan en los escritos y narraciones fantásticas sobre una posible civilización muy avanzada, provienen de esta escavación.
Tan solo se han dejado como muestras algunas vasijas sin decoración y que seguramente sean el equivalente a que en un futuro se mostrara una excavación de nuestras ciudades actuales con solo tetrabrics de leche y botellas de plástico sin etiquetas.
Descendemos desde lo alto de Thera al puerto para tomar el Ferry por la empinada y tortuosa carretera que se acopla a la montaña casi como un milagro.
Volvemos al mar