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jueves

01-nov-2018 Apagando Telefonos.-

Viene el hilo hoy a tenor de una costumbre que he adquirido de pasar las fichas de los contactos fallecidos a una categoría especialmente reservada para ellos, en el convencimiento de que así prolongo un poco más su existencia al menos en mi recuerdo.


Hoy he añadido los datos de contacto de Jose María, mi socio y amigo al grupo de Fallecidos. Enumerar los que le han acompañado, incluida mi madre, este año sería farragoso y no aportaría nada

En un pasado de hace pocos años y que hoy parece de la prehistoria, la noticia del fallecimiento de algún familiar o amigo, solo nos llegaba si manteníamos un contacto asiduo con esa persona. A lo sumo alguna vez alguien nos decía eso de "adivina quien se ha muerto".

Pero hoy por hoy el número de personas que tenemos presentes se ha multiplicado gracias a las redes sociales y mantenemos contacto frecuente con muchas mas personas.

El contacto puede que no sea profundo, es más, muchas veces es solo un contacto monotemático, limitado tan solo a un sector muy específico de nuestra actividad el que ha creado el vínculo, y que hace que sin conocer apenas nada de lo que escape de esta actividad, como si tiene hijos o si le gusta el tocino de cielo, la sensación es de camaradería, de que está ahí para consultarle y que nos desviviremos por ayudarle en las suyas.

Y por mor de la edad que voy acumulando y que por tanto acumulan en igual medida todos ellos, el proceso de pasar los contactos a la categoría de fallecidos, se hace mas y mas asiduo, superando por mucho lo que era habitual cuando solo contaban familiares directos y amigos íntimos.


Todo este proceso me esta creando un gran desasosiego, pues me reitera el "Hermanos, morir habemus" con el que empiezan las mañanas los monjes trapenses. Realidad de la que tratamos de olvidarnos, pero que cada vez mas al final de nuestras vidas se hace presente, por mi parte con el consiguiente cabreo, de que me voy a ir sin haber terminado casi nada de lo que tengo entre manos ni dejando ninguna huella que merezca la pena, por mucho que haya escrito libros, plantado árboles y educado niños.

Con el rabillo del ojo miro a frases como, pasar a mejor vida, vida eterna, reencarnación... algo me dice que cuando se apague la luz, no hay otra luz a la que ir. Y que todo el sueño de ser fuegos de artificio se ha quedado en pasar la vida como una simple mariposa de una lamparilla de aceite.
Así que ¿cuantos dias me sobrevivirá el recuerdo de mi existencia?

Tal vez algún conocido añada mi nombre a su creciente lista de contactos Fallecidos y dedique unos segundos a recordar algo que de lo que incluso es posible que yo no fuera su autor.

Repetirse una y mil veces que es inevitable no aporta ningún bálsamo a ese dolor profundo y sordo de la nausea existencial. Y es que en mi particular libro de cuentas me sale un saldo que yo pueda definir como positivo o negativo, pues es ocultado por una relatividad. Es poco.

Yuval Noah, en su libro de 21 lecciones para el siglo XXI, habla de que quizás una vez desaparecida la inteligencia, vencida e inutilizada por la I.A. la humanidad tal como la entendemos, o peor aún, reducida a la irrelevancia, quede solo la conciencia y que esta liberada de la futilidad del homínido, podrá vagar libre por el universo en todas sus dimensiones.

Pero lo mas grave de todo es que de acontecer ese futuro, yo no estaré ahí para contarlo

Muchas han sido las dudas para incorporar esta entrada del blog, con la que quiero recuperar lo que inicialmente era la idea que me llevaba a escribir. A mí, hombre de números y dedicado al arte menos figurativo que es la arquitectura. y con una incapacidad crónica para la ortografía.


Y es que era esa intención un deseo de plasmar las cosas que me rondaban por la cabeza en esas largas horas viendo el mundo desde la popa de mi velero. Todo ha quedado en un cúmulo de anécdotas

acaecidas en el transcurso de las millas recorridas y pocas veces he llegado a volcar mis sentimientos y pocas también las veces en que he dejado vía libre a mi forma de pensar.

Quizás esto último por lo sorprendido que me veo cuando analizo a donde estoy hoy viniendo de donde vengo.

martes

22 a 28 de Agosto 2018 La última etapa.


Despues de dejar a Lola en el aeropuerto, ha llegado el momento de llevar el barco a su lugar de descanso, esta vez sin la inestimable ayuda de Jordi, a la que me he malacostumbrado.

El primer día y aprovechando un norte no muy fuerte hago las últimas millas a vela y recorro un total de  51 millas hasta el puerto de Hermioni, donde a pesar de que llego por la tarde, consigo plaza en el interior del puerto pesquero.

La maniobra para entrar en un sitio tan estrecho es complicada solo y sin motor de proa, pero todo sale a la perfección y quedo perfectamente amarrado y puedo comenzar la larga lista de chequeos y preparativos para el invernaje de todos los elementos del barco, lista de cosas a realizar durante el invierno y demás cuidados que hacen que nuestro barco, con casi veinte años de antiguedad permanezca como nuevo a pesar de los trotes que le damos.


Cuando estoy doblando la gigantesca venova al 150 % que he retirado del enrollador de proa y que hago solo, escucho una voz en español que me pregunta si me hecha una mano. Se trata de José que junto con su pareja, Mariela, viajan en el velero Fenque y empiezan a hacer sus pinitos por Grecia. José va escribiendo un blog muy cargado de sensaciones e interesante de leer. Lo teneis enlazado en el lateral.

En él manifiesta que este blog y el de Ana han sido su inspiración para este viaje, lo que supone un honor para mi y un impulso para no avandonar lo que hago.


Durante la estancia en Hermioni, un dia apareció navegando este singular velero. Un juguete realizado con maderas de la playa, hilo de pescar y plástico de bolsas de basura, con las derivas y timón solucionadas con las tapas de latas de sardinas. Un ingenioso sistema mantiene al barco navegando simpre en un deeminado ángulo al viento. Navega bastante mejor que algunos carisimos y sofisticadísimos veleros de radiocontrol.


El último tramo, casi todo a motor y contra el viento, de unos 24 millas, me lleva al varadero de Kilada ( Koilada), donde todo está preparado para sacar el barco.


Primero lo extraen del agua con un tremendo travelif para 60 toneladas ....


....para apoyarlo en una cuna metalica que ya lleva el nombre del barco y que será donde descanse....


...La cuna es transportada con varco y todo por un remolque tirado por un pequeño tractor que maneja el propietario del baradero, Kostas...

Le ayudan cuatro operarios, que en un santiamén calzan el barco...


... lo limpian y lo dejan preparado para pasar el invierno a buen recaudo.


miércoles

18 a 22 de agosto 2018 ¡¡ Va de "RUSOS", Satanas!!

Empleo este título para narrar nuestras ultimas singladuras de este año en aguas de Grecia, para comentar algo que estoy detectando en las relaciones "Inter-Nacionales".por estas aguas.
Pero primero hagamos el resumen de lo navegado.

El día 18 nos encontramos con nuestro amigo, que ha sido nuestro maestro en este área de Grecia, Fernando, que navega solo y con el que decidimos navegar hasta las cercanías de Hermioni, para pasar la tarde y la noche juntos y tener la oportunidad de charlar largo y tendido. Una parada en Gálata, frente a Poros, nos vuelve a dar por vez "n" un resultado negativo a suministrarnos sardinas para hacer en la barbacoa, pero algo cae en la pescadería.

De Rusian Bay a ensenada de Drakouza, cerca de Hermioni
El lugar elegido y recomendado por Fernando, como no, es una ensenada muy cerca de Hermioni, protegida del mar y viento del norte, cerca de un cargadero de mineral, con un buen fondo para el ancla y donde solo estamos tres o cuatro barcos, viendo a lo lejos con los prismáticos el girigay que hay dentro del puerto de Hermioni y comprobando con el AIS, que varios barcos españoles, aunque mas bien debería de decir que con tripulaciones españolas, ya que muchos de ellos llevan como nosotros banderas de otras naciones de la CE.

Cena y charla agradable contando anécdotas de este verano, intercambiando datos de nuevos lugares visitados y como siempre haciendo planes para el paso del invierno, mantenimiento de los barcos y planes para el próximo año.

Punto de fondeo, con norte muy fuerte frente a base naval de Poros 
 El día 19 levamos ancla y emprendemos la subida hacia Atenas. Ha cambiado el tiempo y se anuncia fuerte viento de norte, que nos pilla acercándonos a Poros y nos pone cuesta arriba el tramo desde el paso de Skyli hasta Poros, donde no hay sitio salvo en la zona donde colocan a los charter y donde las olas hacen saltar los barcos como cabras locas, así que nos fondeamos frente a la escuela naval en 16 metros y con cincuenta metros de cadena soltados. Nos toca pasar aquí dos dias aguantando rachas.

Poros al anochecer desde el fondeo
 El día 21 subimos hasta Aegina y como es habitual el puerto está lleno. En el mes de agosto, varios yates de motor griego, se amarran para pasar las vacaciones y disminuyen drásticamente las plazas de atraque, así que de nuevo fondeo esta vez en la ensenada al sur del puerto, plagada de barcos.

De Poros a fondeo en las cercanías del puerto de Aegina
Es aquí donde un barco cargado de rusos ( muy pocos hablas inglés) se fondea casi encima de nuestra ancla y queda a menos de cinco metros de nuestra proa, lo que es un peligro para todos si garrea, y un incordia para nosotros levantar el ancla, debajo de su barco.

Trato de hacerme entender y me contesta con malos modos y supongo que con malas palabras. Mucha agresividad y mucha muestra de musculatura bajo de las camisetas de hortera de tirantes. Me repliego en contra de mi instinto, pues he visto ya muchas peleas por culpa de estos mamotretos.

Las relaciones de los europeos occidentales de diferentes procedencias que navegamos, no son malas. Hay diferencias culturales pero hay un cierto entente e incluso cordialidad dentro de la afición que nos une. Pero la aparición y proliferación de ciudadanos del Este y de la nominalmente desaparecida URSS, está enrareciendo el ambiente. Está claro que no nos entendemos.

Bajamos con la auxiliar a cenar unos Giro Pitas junto a la catedral, uno de los sitios recomendables de Aegina, y a la vuelta con la linterna ilumino a uno de los rusos que saliendo de la amura de nuestro barco se dirige a su embarcación. pienso en un baño nocturno.

De Aegina a la Marina Cea en Atenas
 Por la mañana del 22 el viento a girado un poco y nos permite salir del fondeo sin problemas y hacemos plácidamente el viaje hasta Marina Cea, de donde Lola saldrá hacia el Aeropuerto para volver a Málaga.
La sorpresa viene cuando al entrar en el atraque y tratar de utilizar el motor de proa, oigo un fuerte ruido y luego al motor girar loco, sin que impulse la proa hacia ningún sitio.
Me sorprende y una vez atracado me meto bajo el agua y...encuentro un palo de escoba metido en el túnel del impulsor y la hélice desaparecida.
No lo puedo remediar y automáticamente relaciono l gresca con el Ruso, el tipo nadando a las doce de la noche cerca de mi barco y el palo de escoba, que nunca entraría en el túnel por causas naturales.
Días después me confirmarán en el baradero que no soy el único este año que se ha presentado con este percance. y contando todos historias similares a la mía.

En el fondo de todas las acciones de un hombre, siempre hay una mujer.

Me quedo solo. Este año no puedo contar con Jordi y aunque tengo ofertas de otros navegantes para venir a ayudarme, casi como que me apetecen estos días de soledad. Mañana emprenderé el camino hacia Kilada.

jueves

14 a 18 de agosto 2018. De Porto Heli a Rusian Bay en Poros


Va finalizando nuestra estancia en Grecia y ha llegado la hora de pensar en volver a Málaga -o mas bién a la república independiente de la Costa del sol, que es otra cosa- Ya solo nos quedan unos pocos días y los aprovechamos para fondear, bañarnos y pasear por lo que hemos comenzado a llamar "El barrio".

Se trata de la zona entre Atenas y nuestro baradero de invierno. aguas conocidas con cientos de rincones en los que poder pasar el día o la noche.

Lugar de encuentro con muchos de los barcos amigos o conocidos y, desgraciadamente, la zona que soporta la mayor presión de los "charteristas" de todo tipo, por esa cercanía a las bases y el permitir derrotas bastante protegidas de los fuertes vientos del norte que se dan en Agosto.

En una de las ensenadas típicas, encontramos al Alea con Silvia y Johan, a los que conocimos en nuestro primer viaje a Grecia y que han vuelto a estas aguas después de un interesante periplo por los fiordos del cono sur americano. Solo un saludo desde lejos, van cargados de pasajeros y no es el momento.

Seguro que los encontraremos mas adelante y será muy interesante oír sus aventuras y experiencias, de los que seguramente serán ya duchos marinos.

Ver que otro mas de los "Circunnavegantes" retorna a estas aguas solo hace confirmar nuestra idea de que navegar por estas aguas es la mejor forma de terminar una vida marinera.


Nuestro destino es Poros, pero esta vez no pararemos en el puerto, sino que directamente nos vamos a la zona que hay junto al canal de salida hacia Aegina, La zona de Neorion y en concreto a Rusian Bay, la ensenada que mas nos gusta de toda la bahía, cerca del islote de Daskaleio, donde hay una pequeña construcción que no tenemos muy claro si se trata de una ermita o una vivienda privada.


El islote, al que solo se puede acceder por medio de la auxiliar, pues está rodeada de fondos muy someros, es un lugar interesante para hacer snorkel y entre las algas no es difícil encontrar nacras, lo que se suele llamar mejillones gigantes, que alcanzan medidas bastante decentes.

Un pequeño muelle al norte del islote hace fácil el desembarco.


En esta ensenada, con fondos que superan los 16 metros, aunque es posible fondear a la gira, lo mejor es hacerlo con largos a popa. Una vez que se marchan los barcos que han pasado aquí el día, el lugar es tranquilo, salvo por algunos pasos de las auxiliares que van y vienen al puerto de Poros.


Las playas, las muchas pequeñas playas, que jalonan la costa son muy acogedoras y nunca las he visto abarrotadas. La carretera que bordea la isla de Poros, invita a pasear y ver las diferentes calas, cada una con su personalidad y todas con sus aguas limpias.


Y por descontado las puestas de sol que inundan el paisaje de colores y matices a los que me empeño en captar con mi vieja cámara, sin conseguir mas que malasa aproximaciones.


 Hemos pasado aquí tres días y sus noches y aunque conocido desde hace tiempo, el lugar que mas viene a mi memoria como resumen de este viaje del 2018 ahora que escribo sobre esta etapa, a escasas horas de que entre el invierno y a pocas semanas de volver a la vida, con la ilusión añadida de que seremos tres, al haber incorporado un nuevo personaje a la ya vieja relación que mantenemos Lola y Yo.


martes

08 a14 de Agosto De Monenvasia a Porto Heli

Amanecer sobre Monenvasia
 La misma tarde de entrar en Monenvasia arrecia el viento del norte y nos obliga a estar atracados en Monenvasia durante cinco días, lo que nos da tiempo para hacer largas caminatas y pasear plácidamente por la ciudad medieval de Monenvasia.

El puerto es gratuito, hay un pantalán donde caben unos diez barcos, aparte de otros quince abarloados al dique principal, y dos torretas de suministro eléctrico gratuito, muy manipuladas y que constantemente saltan los diferenciales.

El motivo es muy simple. Las torretas están diseñadas con cuatro enchufes cada una y con limitadores de carga de conexión, previstos solo para un consumo mínimo, del alumbrado interior de los barcos y poco mas que una carga lenta de algún parque de baterías.

Pero la avalancha masiva de horteras náuticos veraniegos, con billetes a punta pala que alquilan catamaranes que "tengan de too" se amarran y saltan como posesos a hacerse con una de las bornas libres o en su defecto liberar una por las bravas, para conectar sus aparatos de aire acondicionado, toda la luminaria que ya quisieran muchas fiestas populares. Incluso cocinas de inducción para calentar el café.

El resultado es que saltan los plomos y todos sin energía eléctrica. Y aunque no falta quien lleva generadores de Electricidad por Gasoil, el ruido ( menos de 28 DbA.) y los gases de la combustión, tratan de evitarlos por las molestias.

Imposible tratar de hacérselo entender. Y es que a eso se suma que también se ha incrementado la presencia de nautas de procedencia valcánica y de la zona Rusa.  Y no es xenofobia, que no tengo nada en contra de los rusos ( y menos de las rusas a tenor de las fotos que me manda mi amigo Agustín).

Lo que tengo es una autentica fobia a todo el que no respete un par de principios que son necesarios para codearse con el resto de la manada.

 1º.-Que nuestra libertad debe acabar donde empieza la de los otros
 2º.-Aquella máxima repudiada por ser franquista de " piensa en los demás"

Las broncas son constantes, entre los ataques de verborrea de los latinos, y la exhibición de musculo del que suelen hacer gala los del Este.

La cosa puede acabar muy mal. 
Derrota de Monenvasia a Gerakas
 En el primer hueco que encontramos en la meteorología, y saliendo con las primeras luces para coger dormido al viento, dejamos Monenvasia para dirigirnos a uno de nuestros sitios favoritos, Gerákas.

Amanecer en el Peloponeso
 En Gerakas, son cada vez mayores las facilidades que se dan a los visitantes, y creo que ya me he referido a la instalación de la plataforma de baño, escaleras y ducha de agua dulce que han construido en el pequeño muelle.

La piscina de Gerakas ¡¡Chapeau!!
 Aquí también se ha implementado el servicio de agua y electricidad, pero se ha hecho con una concesión administrativa a un tal Georgios Kouloris, al que hay que llamar por teléfono para que te haga la conexión previo pago de una cantidad que no es excesiva. El problema es que el tal Georgios te puede contestar que " hoy no le apetece ir o que no le interesa ir hasta mañana y encontrarte que cuando viene a conectarte tu ya estas de preparativos para marcharte, ya que el tiempo de estancia de los barcos suele ser de un día
 
Si... pero no
 Hay que tener cuidado pues la existencia de una laguna al final del fiordo hace que grandes cantidades de algas y plantas estén flotando con la posibilidad de enredos en las hélices y obstrucción de las tomas de agua.

Pues a pesar de todo...
 Al día siguiente el viento calma y a motor paseamos la costa recorriendo sitios que ya conocíamos  como Kiparissi y nos acercamos por primera vez en al puerto, muy popular entre los charters de Leonidium.
Derrota de Gerakas a Porto Heli
 Este puerto, que permite fraccionar el viaje por estas costas presenta una característica poco habitual, y es su profundidad. Hay que soltar el ancla en 16 metros o mas de fondo, pero por lo demás es un puerto bien protegido y con una hermosa playa y algunas tabernas típicas.
Vista aerea de Leonidium
 El atraque en estas circunstancias con viento entablado es complicada y causa muchos enganches y levantamientos de fondeos.
Puerto de Leonidium
 En este puerto hay un cartel indicando la prohibición de atracar paralelo al muelle, con la intención de permitir atracar al máximo de barcos. Me consta que algunos de mis amigos, con barcos de quillas corridas o semi corridas tengan dificultades para hacer esta maniobra, pero analizada la cuestión con las reglas enumerada para los Rusos, es del todo necesaria.

La cortesía hecha ley
 Nuestra parada es solo a desayunar pues nuestra intención es llegar a Spetec a pasar la noche en la ensenada de la pequeña iglesia y que tanto nos gusta.

La ensenada de la iglesia en Speteck
 Pero como gato escaldado del agua fría huye, al ver que por la tarde el mar comienza a entrar de NNW y eso va a hacer incómoda la noche, saltamos a la abrigadisima ensenada de Puerto Heli, Porto Queli. Nos fondeamos entre decenas de barcos en la esquina SE que es la mas tranquila, en fondo de fango y posidonia, por lo que habrá que estar atentos a si el viento arrecia y comienzan los garreos. No los nuestros, que estamos firmes, sino lode esos catamaranes que tienen de too y que sus patrones han dejado abandonados con el generados a tope, para ir con las auxiliares a cenar al puerto.

Afortunadamente el viento no carga, pues vemos volver alguna auxiliar ya de madrugada, mientras trato de recuperar del fondo de mi memoria que es lo que se hacía hasta altas horas, que no se pueda hacer a las nueve de la noche. Que como ciudadanos de la república independiente de la Costa del Sol, nosotros también hemos trasnochado lo nuestro.

Vista aérea de Porto Heli

domingo

05-07 Agosto- El Peloponeso Sur

Derrotas seguidas por el Peloponeso
Tras unos días descansando en el fondeadero de Methoni, nos disponemos a cruzar el Peloponeso Sur, alternativa al paso del Jónico al Egeo a la ruta por el Canal de Corinto que hemos usado en la ida.

Esta costa está formada por tres puntas, Pta. Acritas, Pta. Tainaro, Punta Maleas, que encierran dos golfos, el Messiaikós y el Lakonikós.

Punta de Acritas
El primer día navegamos hasta la punta de Acritas y luego hacemos proa a la pta de Tainara, dejando atrás dos ciudades grandes y sus puertos como son el fondeadero de Koroni, que siempre nos ha dado malas noches por la peculiar manera en que inciden viento y olas , ya que el viento corre paralelo a la costa y las molas perpendicular a ella, agravando la situación el rebote de las mismas en el muelle, donde curiosamente, con mares en calma puede ser imposible desembarcar desde la auxiliar por el movimiento del mar.

Fondeadero de Koroni
Otro destino posible que dejamos atrás es la ciudad de Kalamata, con puerto y una de las pocas marinas tal como las conocemos en España. No es un sitio a olvidar pues se trata de uno de los pocos sitios donde es posible hacer reparaciones de importancia, bien comunicado y donde es posible encontrar " un poco de todo".

Puerto y Marina de Kalamata
Lo que si hacemos es entrar en un fondeadero poco antes de la Punta de Tainaro, la ensenada de Yerolimenas, que puede dar protección en caso de vientos y mares fuertes de Levante. y enel que no habíamos entrado en anteriores travesías.

Ensenada de Yerolimenas
Playa y algunas tabernas en un pueblo, como todos los de las cercanas calas de las que hemos hablado en otros lugares, con ausencia total de los colores blancos del Mediterráneo, y construidos en piedra vista, que recuerda bastante a la arquitectura de Mallorca.

Poblado de Yerolimenas
El cabo o punta Tainaro, extiende sus lineas hasta transformarse en el punto mas al sur de toda la Grecia continental y separando los golfos de Messianikós y Lakonikós,

Vista aerea de Cabo Tainaro
Aquí decidimos hacer noche en el fondeadero conocido de Puerto Kayio, sitio muy popular de fondeo, donde pasamos la noche un tanto apretados unos quince barcos, a la gira y a sabiendas de que a lo largo de la noche daremos vueltas y mas vueltas por los constantes cambios de dirección del viento.

El fondeo es complicado tanto por la profundidad ( unos 12 metros) como por la presencia de una gran extensión de Posidonia, que contra lo que se predica por los poco lógicos ecológicos de las Islas Baleares, va creciendo año tras año, como si el constante arado de los fondos por nuestras pequeñas anclas, las fortaleciera. Y tiene su lógica, ya que al ser en muchas ocasiones "una sola planta" la que ocupa casi toda la ensenada, el recorte de algunas de sus ramas no le representa mas que lo que a vides, olivos y un gran número de plantas les supone de vitalizante una buena poda.


Fondeadero de Pto Kayio
Al día siguiente y un tanto preocupados por el cambio de previsión meteorológica, que avisa de un fuerte Meltemi en el Sarónico, salimos a escape hacia la última de las puntas. El cabo maleas.

O mejor digamos el Mítico Cabo Maleas, con muy mala fama en cuanto a los vientos que aquí se suelen montar.

Tenemos suerte pues al ser el viento del norte, hacemos todo el paso del golfo Lakonikós a vela con viento del través y la mar bastante plana, y por prudencia con una reducción del trapo desde poco después de superar la isla de Elafonisos.

Zona de Catabáticos llegando a Cabo Maleas
Los fuertes vientos son causados por el efecto catabático  que impulsa la gran pendiente de la ladera del monte, aunque en ningún momento el viento ha superado los treinta nudos en las rachas, en un mar casi plano pues navegamos bastante pegados a tierra.

Vista aérea del Cabo Maleas
Lo que si nos sucede es que al doblar la punta empezamos a encontrar mar y viento de la proa, que para nuestro barco es mortal de necesidad, así que no nos queda otra que "motoceñir" es decir navegar a motor pero haciendo bordos de forma que las velas, muy cazadas, lleguen a comenzar a portar ( unos 28 grados de aparente) eso unido a que las olas las vamos tomando un poco sesgadas, reduce los pantocazos casi a cero y nos permite llevar el barco cerca de los cinco nudos de velocidad y que suponen un avance de 3,5 nudos en la dirección adecuada.

Puerto de Monenvasia
Así conseguimos llegar hasta Monenvasia, que será por unos días nuestro refugio contra el incómodo Meltemi, hasta que podamos encontrar hueco para subir a la zona mas tranquila (meteorológicamente hablando) del Argo Sarónico.

Navegando a vela por el Peloponeso