Al escribir estas lineas ya hemos navegado algunas millas, pero todo empezó así.
A las once de la mañana de un día a mediados de Febrero,
mientras tomaba café en el club náutico, esperando que Lola regrese de ver a un
cliente en Ronda recibo una llamada que suena con su especial tono identificativo. Pero la persona que
utiliza el teléfono no es Lola.
---“Alberto, su esposa está bién, pero me ha pedido que le
llamemos para decírselo y que la van a llevar en una ambulancia al hospital
para hacerle unas pruebas y que se encargue Ud del coche”.
---“¿Pero que le ha pasado?”.
--- “Se ha salido de la carretera y ha tenido un accidente,
pero está bien, yo he tenido que salir a la carretera porque abajo no hay
cobertura”.
---“¿Pero donde ha sido?”.
--- “En el Km xxx de la carretera yyy”
--- “Dígale que voy inmediatamente para allá, que tardaré
una hora, pero que no se preocupe”.
Voy corriendo hacia el coche y poco a poco la noticia
entra en mi cerebro. Lola ha tenido un accidente en la carretera que une Ronda
con Málaga, una carretera infernal llena de precipicios y “Abajo no hay
cobertura” La llevan a urgencias de un
hospital pero no me aclaran a cual.
Salgo inmediatamente en dirección hacia esa carretera y
cuando me cruzo con un coche de la guardia civil, les hago señales para que se
detengan y me orienten para llegar al lugar del accidente. Cosa que hacen tras
ponerse en contacto por radio con los compañeros que custodian “los restos” del
accidente a mi espera que ya les ha comunicado la persona que hablaba por
teléfono.
Trato de no alarmarme, Pero no sé cual es el protocolo a seguir.
Estoy ante una de esas situaciones que constantemente suceden a nuestro
alrededor, pero que “siempre les pasa a los otros”.
En principio me ayuda a calmarme los analgésicos y los
jarabes que una fuerte bronquitis me obliga a tomar desde hace días, y por eso
cuando llego y veo lo que queda del coche no acabo de reaccionar. Escucho al
Guardia Civil darme noticias del accidente. No hay nadie mas implicado. El
coche se ha salido de la calzada y dado mas de diez vueltas de campana hasta
quedar parado al final de un camino vecinal. Todos los muestrarios y
documentación han quedado regados por el suelo y los han apilado sobre una
lona. Como en sueños escucho una pregunta de alguien que me dice que voy a
hacer con el motor. El conductor de la grúa pregunta que donde lleva el coche. Que a
Lola la han sacado del interior los camilleros y que se la llevan al Hospital
Clínico de Málaga.
Reparto órdenes y gracias y ruegos como un autómata. Me
dicen que ella le dijo a alguien que ha dicho que se quedó dormida (¿A las 11
de la mañana?) Recojo los muestrarios y los documentos de trabajo, incluidas
facturas que había cobrado en efectivo a un moroso. Todo está en orden. Tan
solo falta la documentación del coche, que jamás aparecerá. (¡¡¡)
Llamadas a la familia directa de Lola y a uno de mis hijos,
el único que está casualmente por Málaga y al hospital.
Me informan en Urgencias de que tiene una vértebra
aplastada, hematomas en el bazo, dos costillas rotas, pero que está consciente
y positiva. Que le hacen pruebas para definir un diagnóstico más completo antes
de pasarla a traumatología. Que seguramente tenga que pasar por el quirófano. No
podré pasar a verla hasta la hora de visita de la U.C.I. dentro de 8 horas.
Así empieza la peor travesía a que nunca nos hemos
enfrentado. Todos nuestros planes, nuestra forma de vida, nuestros métodos de
subsistencia están vapuleados y a punto
de zozobrar.
Y a pesar de todo sé que algo o alguien ha velado por ella y
aún está viva.
Conseguir información es algo muy complicado. Para empezar
el mimetismo preconizado por los sindicatos de la medicina, que hace que todos
vistan igual para parecer doctores (¿Por qué se llama doctores a unos
licenciados en medicina y a los que hemos hecho un doctorado en otras áreas
no?) , Que avergonzados los unos y para pasar por mejores los otros escondan
sus chapas identificativas. Nunca sabes si hablas con un Cirujan@, un MIR
casual, un enfermer@ o un limpiador por horas. El resultado es el mismo. Nadie
sabe nada.
Llamadas a entendidos ( Amigos médicos) recomiendan que la operen en este hospital, pues el equipo médico es de lo mejor que se puede encontrar. Uno de ellos , que me conoce a fondo me recomienda paciencia.
La vamos a necesitar. Hemos llegado en inicio de fin de semana y con las vacaciones de la Semana Blanca ( Creo que también el Día de Andalucía y no se que mas) por el medio.
Por fin puedo verla. Milagrosamente no tiene ni hematomas ni cortes ni tan siquiera pequeños arañazos, todas las lesiones son internas. Tiene sensibilidad en todas las terminaciones nerviosas y movilidad en todos los miembros. Se encuentra animada y despierta. Como siempre muy positiva.
Ha tenido un aplastamiento de la 12ª vertebra dorsal , pero no se ha desplazado y no ha interesado a médula ni terminaciones nerviosas. Un verdadero milagro. La rotura y desplazamiento de esa vertebra es la que suele causar un alto porcentaje de paraplégias y tetrapléjias.
Mas adelante nos comentará un amigo que es muy probable que el entrenamiento de horas y horas en la coctelera que es el barco ha hecho que en vez de ponerse rígida al dar la volteretas, se haya quedado como muñeco de trapo y eso haya ayudado a no tener roturas por rigidez. Naturalmente el cinturón y los airbags y la indeformabilidad del recinto interior del coche han ayudado mucho a nuestro ángel de la guarda.
Al salir de la U.C.I. y de hablar con el ¿médico? me comienzan a dar vómitos y casi no puedo conducir hasta nuestra casa ( 15 km).
Casi al llegar estoy a punto de parar en medio de la autopista. Casi no veo delante de mi y me siento muy muy mal. Como un sonámbulo me dirijo a la urgencia del Hospital Xanit y al salir del coche me caigo al suelo y me meten en la U.V.I. en una silla de ruedas. Tengo la tensión, yo que soy hipertenso en 4-8 y un fuerte dolor a la altura de las costillas flotantes o el diafragma.
Repuesto de la bajada de tensión me hacen radiografias y lo que tengo es el pulmón izquierdo con una mancha que ocupa la mitad inferior. Me quieren meter en una habitación para tenerme en observación.
Me niego y pido hablar con la Neumóloga, una señora encantadora que inmediatamente entendió el problema y me permitió el Alta voluntaria y me dio un tratamiento de choque de Antibióticos, y un programa de revisiones y demás. (Me curó la Pulmonía a la antigua usanza)
Noche de perros y sin poder hacer nada.
continuará.....