En el plan de vagueo absoluto que llevamos y aprovechando las condiciones de tiempo excepcionalmente bueno hacemos el salto de Las Islas de Syvota hasta la Isla de Pasos. Un suave viento del oeste nos permite hacer un descuartelar muy cómodo para cruzar de la costa a la isla a rumbo directo o tan directo como nuestro acompañante Jesús es capaz de hacer sus primeros pasos a la rueda tras mis explicaciones sobre vientos aparentes y lanitas en las velas.
Escogemos para el primer día la recalada en la ensenada y puerto de Lakka, al norte de la isla y conocido como El Mar de Cristal y naturalmente lleno de barcos que pasan el día, a pesar de que el sol brilla por su ausencia y no resalta la transparencia de estas aguas, que al estar sobre un lecho de arenas blancas, aumentan el efecto de color turquesa del agua.
Algunas pequeñas tabernas y muy poco comercio completan la oferta de esta popular ensenada.
Al día siguiente salimos a recorrer la costa este de la isla, en un día que amanece por fin soleado y nos libramos de una embarrancada gracias a que un barco inglés lleva mas prisa que nosotros, nos pasa y ... pincha contra unas rocas que no aparecen en ninguna de las cartas que manejamos.
Hacemos una entrada de reconocimiento al diminuto puerto de Longos con apenas cinco o seis atraques para veleros
Hacemos todo el recorrido del canal de Gaios en donde hay un buen número de posibles atraques a lo largo de uno de los muelles mas extensos que recuerdo en Grecia.
Sin embargo existe una peculiaridad en estos atraques y es que como son para destino de los barcos de día con turistas que vienen de Corfú a ver la isla, un cartel anuncia que solo se puede atracar entre las 5 de la tarde y las 9 de la mañana.
Un horario raro para los puertos de Grecia, en los que si no te has amarrado antes de las cinco de la tarde ya no encontrarás sitio casi con seguridad.
Pero os dejo unas cuantas fotos para que disfrutéis de esos interminables muelles llenos de posibles puntos de atraque, naturalmente sin agua y sin electricidad.
Es un pueblo para pasear, en el que no encontraremos nada espectacular, pero si para hacerse una idea clara de como es un pueblo costero de esta zona de las islas, muy apartado de esa profusión de blanco y azul añil que nos venden como los colores de Grecia.
Hay que volver a recordar que estas islas han sido desbastadas hace poco por un fuerte terremoto y casi todo lo que encontramos no tiene demasiados años.
Escogemos para el primer día la recalada en la ensenada y puerto de Lakka, al norte de la isla y conocido como El Mar de Cristal y naturalmente lleno de barcos que pasan el día, a pesar de que el sol brilla por su ausencia y no resalta la transparencia de estas aguas, que al estar sobre un lecho de arenas blancas, aumentan el efecto de color turquesa del agua.
De todas formas, la belleza del lugar y las arenas blancas no hacen el fondeo demasiado seguro, y son muchos los barcos que tienen que intentarlo una y otra vez, con garreos continuos, por lo que muchos optan por acercarse a amarrar al dique del puerto o acercarse al cercano Gaios
Algunas pequeñas tabernas y muy poco comercio completan la oferta de esta popular ensenada.
Al día siguiente salimos a recorrer la costa este de la isla, en un día que amanece por fin soleado y nos libramos de una embarrancada gracias a que un barco inglés lleva mas prisa que nosotros, nos pasa y ... pincha contra unas rocas que no aparecen en ninguna de las cartas que manejamos.
Hacemos una entrada de reconocimiento al diminuto puerto de Longos con apenas cinco o seis atraques para veleros
Hacemos todo el recorrido del canal de Gaios en donde hay un buen número de posibles atraques a lo largo de uno de los muelles mas extensos que recuerdo en Grecia.
Sin embargo existe una peculiaridad en estos atraques y es que como son para destino de los barcos de día con turistas que vienen de Corfú a ver la isla, un cartel anuncia que solo se puede atracar entre las 5 de la tarde y las 9 de la mañana.
Un horario raro para los puertos de Grecia, en los que si no te has amarrado antes de las cinco de la tarde ya no encontrarás sitio casi con seguridad.
Pero os dejo unas cuantas fotos para que disfrutéis de esos interminables muelles llenos de posibles puntos de atraque, naturalmente sin agua y sin electricidad.
Es un pueblo para pasear, en el que no encontraremos nada espectacular, pero si para hacerse una idea clara de como es un pueblo costero de esta zona de las islas, muy apartado de esa profusión de blanco y azul añil que nos venden como los colores de Grecia.
Hay que volver a recordar que estas islas han sido desbastadas hace poco por un fuerte terremoto y casi todo lo que encontramos no tiene demasiados años.
Salimos del canal de Gaios y nos dirigimos a una cala que tiene un pequeño puerto donde suelen amarrar las flotillas de charter. Su nombre es Mongonisi y aunque la idea es fondear para bañarnos y luego volver al puerto.
Pero un afortunado encuentro y un ambiente agradable y unas aguas a una temperatura mas que aceptable, nos deciden para pasar la noche de nuevo fondeados en esta bahía tan protegida