El plan inicial, ya que vamos sin prisas, es hacer una singladura hasta Lampedusa, unas 80 millas , fondear y al día siguiente otra de 90 millas hasta Malta hasta el puerto de Valetta.
Pero vamos a tener una incidencia que romperá todos los planes.
Tani, patrón del Alkaid, es quien prepara la travesía, pues así como en nuestro barco se hacen guardias sucesivas de dos horas, a las que estamos acostumbrados, en el Alkaid, es solo el patrón el que se come la noche entera y vamos tratando de evitarlas.
Me comenta que hay unos islotes a la salida de Monastir que por tierra no se pueden pasar y que por fuera hay que dar mucho rodeo ( le gusta ir de cabo a cabo). por el centro hay diez metros de agua según su ploter ( confirmado, y en 14 pulgadas, que es cierto, según su ploter).
Pero la realidad es muy otra.
Quiero entonar aquí un mea culpa, pues nadie mas que yo debería haber trazado mi derrota y solo el abandonar mi responsabilidad ha sido la causante del incidente. Si hubiera mirado los derroteros, y llevo dos, habría visto que por el lado de tierra hay un canal balizado y que entre islas, aunque hay un pequeño canal, está totalmente desaconsejado pasar. Las islas son las Kuriat y Conigliera
El mar está, afortunadamente, como un plato y el viento no corre. Vamos a unos seis nudos y medio de velocidad y de repente comienza a sonar la alarma de profundidad que llevo en seis metros. Reduzco la marcha y en ese momento, el Alkaid, que navega por mi través a unos 100 metros, se queda parado de golpe, oigo su jarcia golpetear y veo salir mucho humo negro por su escape.
Tani me llama por la emisora y me dice que se ha encallado y que si puedo ir a hecharle una mano. Me dirijo hacia él y... ahora el que encalla soy yo. Ha sido a muy poca velocidad, pero el barco no sale a motor.
Velas abajo y zodiac al agua, gafas y a evaluar la situación bajo el agua. La quilla está apoyada sobre una roca cubierta de algas. Marco con una boya un punto de salida despues de medir profundidades. Un cabo largo unido a la driza del Spí y pruebo con la zodiac antes de comenzar con las anclas. Lola da pequeñas paladas atras y consigo escorar el barco casi treinta grados y lo sacamos sin mas problemas al segundo intento.
Llamo al Alkaid, para que baje la Mayor, que aún lleva izada y deje de empujar con todo lo que tiene, pues puede estar clavando aún mas el barco.
Fondeamos nuestro barco en las cercanías (unos 75 metros) para ayudarle, pues llevo a bordo una bobina de 200 metros de cabo de 25mm) y aparece en ese momento Tani, muy nervioso. Trato de decirle que se arme de paciencia, que primero hay que bucear un poco, que....
Ve un pesquero y se va flechado para él a pedir que lo remolquen. El pesquero lo engancha por la proa, por la popa, tira por un lado, tira por otro y... no sale. Nada puede la fuerza bruta contra las treinta toneladas del Alkaid. Me suemerjo y se ve claramente que lo que están haciendo es intentar subir el barco a la roca, pues tiran en dirección contraria.
Por fín tiran de la driza del Spí y en la dirección correcta. El barco se mueve un poco. Vuelven a la fuerza bruta y al motor a todo gas soltando un humo negro terrible.
Dejo de insistir sobre la dirección a tirar y voy a ver mi barco, al que unos pescadores han rodeado completamente con una red
Por fín en elAlkaid empiezan a tirar en la dirección correcta y consiguen sacarlo. Vuelvo al barco y veo como el Alkaid se aleja guiado por el pesquero entre las piedras, sin esperar a que yo llegue a mi barco, levante el ancla y pueda seguirlos. Me quedo como un idiota en medio de las piedras y de la red, pero en peores garitas he hecho guardia. Sueltan los pescadores unos corchos de donde yo les indicvo y la red cae al fondo. Paso por allí y con escandallo manejado por Lola, salimos de este alberinto de piedras, siguiendo la ruta que ha quedado marcada a la entrada en el Plotter.
Como segundo intento prefiero rodear la isla por el norte.
A la altura de Lampedusa, donde teniamos pensado fondear, y al recibir señal de Internet reviso los Gribs, pues empiezo a no fiarme ni de mi padre, que dán la entrada de viento fuerte por la proa para mañana en la tarde, con lo que comunico a Alkaid que yo voy a seguir viaje toda la noche, pues es tarde para fondear en aguas que no conocemos y mañana no me apetece llegar por la noche a un puerto que tampoco conocemos.
Alkaid me sigue y me comenta algo de que va sin ploter y con fallos en el piloto automático. La noche es ideal, Luna , estrellas, mar como un plato, apenas circulación ( solo vo dos barcos en el AIS aunque al llegar a Malta ... Recibo 135).
Hacia la una de la tarde Jose, del Caps III, nos está esperando.
Recapitulo lo sucedido y veo con tristeza que he comenzado la singladura hablando en plural y la termino en singular.