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jueves

FORNELLS Y PIAZZOLLA.-

Vemos la televisión después de casi un mes y nos enteramos de que el tiempo está revuelto y gracias a un correo de un amigo de por el pueblo, nos enteramos de que también está revuelto el panorama político-financiero de la zona.
Aquí nos está lloviendo, un ligero “orbayu” o calabobos.
Nos enteramos de que esa noche hay un concierto de Piano, Chelo y bandoneón con música de Piazzolla, el que dicen ser el Falla Argentino (Lo dicen los argentinos, claro).
Dado mi afición al tango creada por mi padre en aquellos infinitos viajes en coche desde Madrid a Oviedo (con parada obligada a hacer noche) en los que se cantaba, con buena voz, toda la discografía de Gardell, me resulta apetecible.
El local no da mas que para 120-130 personas y conseguimos unas entradas de chiripa. Interesante pero frio. Un pianista de nombre ruso y procedencia de Mahon y un profesor de chelo de Lérida no parecen los mas adecuados para este autor. Pero hacen un intento loable, sobre todo el pianista con muy buena técnica.
Las tres ultimas obras me suenan, y es que tengo muy reciente en la memoria la película de Saura “TANGO”.
Pero no suena como aquella vez en Buenos Aires, en el Viejo Almacén… Pero esa es otra historia y otro viaje

miércoles

LA TRAVESIA



La información meteorológica lo había advertido.

De los dos días necesarios el primero muy bueno y empeorando al llegar a Menorca. 

Salimos a las 12 de la noche para tratar de ganar el mayor tiempo posible con mar en calma. Intentar llegar a Menorca de madrugada para poder coger los cabos “dormidos”. Rumbo directo a Fornells, dejando la posibilidad de si se levantaba mucha mar, caer hacia Mahon con el mar más de popa.

Toda la primera noche y casi hasta el mediodía caminamos con el motor y mayor a unos siete nudos, excepto cuando tuvimos que parar a sacar los tres pequeños atunes (albacoras de unos tres kilos) que picaron en media hora. La verdad es que me dio pena coger el tercero, pues con los dos primeros almacenábamos comida para lo que nos queda de viaje. Y no me gusta matar por matar.

A partir de las 12 de la tarde paramos el motor y navegamos a vela, entre un través y un largo con todo el trapo a 6 nudos y la mar en calma.

A medida que va cayendo la noche, el viento no sube pero se va al descuartelar y el través, por lo que el aparente se acerca a los 20 nudos. El mar, que las previsiones del I.N.M.E. suponen con olas de máximo un metro se va cabreando, por lo que recojo trapo. Genova hasta la segunda marca de cuatro (como foque I) y mayor casi al 50 % hasta que se equilibra el piloto automático, un Raymarine autohelm 6000 que después de calibrar completamente tal como dice el manual, ha pasado de ser una cabra loca a un magnifico y casi fiable tripulante.

Con esta facha hacemos a eso de las tres de la noche puntas de 7.75 nudos. Pero ni una gota de agua ha caído sobre la bañera. Reduzco un poco mas la vela de proa. Nos acercamos a Menorca y vemos todos los faros, a pesar de que el cielo encapotado tapa la luna y hace de la noche una noche de lobos.
A las siete y media estamos amarrándonos a una boya, la última de Fornells. Nos duelen todos los huesos, hemos dormido poco y decidimos pasar el día durmiendo.

domingo

LE CAVALLO (EN ILES LAVEZZI-CORCEGA)

Los corsos, no se andad con chiquitas.
Y si no es suficiente con recordar a Napoleón. Hoy por hoy el recuerdo mas sugerente de Córcega es una navaja de las de hacer pupa.
Al sur de Córcega, junto a Bonifacio, hay un grupo de islotes, los Lavezzi y entre ellos uno llamado Ile Cavallo.

A un grupo de millonarios internacionales les dio por la isla, y los corsos por que no

Y empezaron a construirse sus casitas, y los corsos que no, que nos vamos a enfadar.

Y construyeron un aeropuerto, para aviones privados, y los corsos que no, que esas islas son un santuario.

Un dia, aprovechando que no había otra cosa que hacer, pusieron una bomba y se cargaron la promoción. Nadie puede controlar tanta piedra y tanta ensenada.

Hoy las islas Lavezzi son un parque nacional, donde está prohibido el buceo, el anclaje y no se cuantas otras cosas y hay una pista de aterrizaje sin terminar.

Pero los corsos hacen un poco la vista gorda, y se puede visitar y fondear (previo pago de la boya, que primero fueron gratuitas como las de Baleares). Y es que tienen que vender las navajas.

Eso sí, no se os valla a ocurrir reventar una bolsa de papel.

Hay ciertos nervios.

VOLVEMOS A BALEARES


Hemos pasado la noche fondeados en Sintino y de mañana desde Alguero saltaremos a Menorca.

Hay que aprovechar que tenemos viento a favor dos dias. Despues vienen nortes muy fuertes y el año pasado duraron todo Agosto.

Desde Menorca ya os contaré mas cosas.

Me llevo muy buenos recuerdos de estas islas, y hago compromiso de volver con mas calma a encontrar rincones mas intimos.

Me voy a dormir antes del salto.

Buenas Noches y hasta dentro de un par de dias

PORTO VECCHIO.-

Es sorprendente que yo salga de turismo y vuelva sin hacer fotos, pero es lo que me ha pasado en Porto Vecchio.
Un puerto natural, protegido de todos los vientos, y con paisajes preciosos, una autentica belleza, pero es el conjunto, la luz, el ambiente, todas esas cosas que yo no se captar con una cámara.
Y en lo alto del puerto un pueblecito al que se llega con un tren turístico, y donde tener una vista de la rada, hay que sacar la foto desde una ventana de una tienda.
El pueblo le da la espalda a la ensenada, y se protege de ella con un bastión y se encierra en si mismo.
Casas de mampostería que recuerda cualquier pueblo de la sierra de Madrid o de tantos lugares.
Y cientos de restaurantes, con mesas en la calle y cocinas mal ventiladas que mezclan sus olores, todos ellos muy lejos de los que deben salir al encuentro de un “gurmet”.
En las tiendas, aparte de navajas, las mismas coo-chinadas (productos chinos para el turismo). Y alguna tienda de productos corsos, vinos, quesos, aceite…
En un “super” hemos repuesto nuestra nevera, y hemos cenado los mejores mejillones que he comido en mi vida. Pequeños, pero con bicho grande, bien cocidos, y con una salsa secreta de “Casa Lin” en Avilés-Asturias., que es se creto de familia. Los hemos acompañado de una tabla de quesos y una botella de vino corso.
Cada vez me gusta mas este restaurante llamado May Way.

DECIAMOS AYER.


Cuando yo decía que nos iba a costar levantar el ancla, no podía suponer que esa frase dicha en el sentido figurado de pereza por abandonar el fondeo tan ideal de la Isla Budeli, se transformaría en un castigo de Eolo para con la corta tripulación del May Way. Os cuento, aunque no hay fotos.
Nos quedamos en Budeli otro día mas y al comenzar la segunda tarde-noche aparecieron los Cobradores Por Estar.
Si, en esta zona, se paga simplemente por estar un rato, fondeado con tu propia ancla, consumiendo tu agua y electricidad y sin un solo sitio controlado donde dejar los desperdicios.
Pero estos señores no te pueden cobrar si no te encuentran en el barco y … conociendo al personal, y asesorados por navegantes franceses, cuando se ve venir “La gomona”, solo hay que aprovechar para hacer algo dentro del barco.
Lo pusimos en práctica y nos partíamos de risa como dos niños jugando al escondite con los “ gominidos”.(os aseguro que lo mas cercano a drogas que hay en este barco, es un queso de Mahón y alguna cerveza).
Entretenidos en estos menesteres, nos dieron las 8 de la tarde y el viento cambió de dirección 180 grados, haciendo que los 30 metros de cadena (60 con el borneo) nos acercaran a unas piedras y a poco fondo.
Puestos a dormir tranquilos levantamos el fondeo (UNA) y nos enganchamos a una boya que quedaba libre.
A las tres de la mañana, el viento comenzó a soplar con rachas de mas de treinta nudos, pero lo que era peor, el mar entraba en la rada sin nada que tener por delante, levantando olas de cerca de un metro dentro de la ensenada.
El peligro de las boyas es que no sabes que hay debajo, si la cadena está rota o desgastada. Total Una noche en Blanco, con la auxiliar pegando botes detrás de nosotros.
En la duermevela de las cuatro de la mañana, vemos como una motora de mas de 25 metros viene hacia nosotros garreando sin control.
Encender motor, preparar machete de abordaje (ojo, solo para cortar el fondeo y librar nuestro barco) y Bocina de niebla que despierta al personal de la “Putrida Barca”. Gracias a nuestro aviso, controlan su barco a motor y tras de media hora de pelea con las anclas zancadilleadas consiguen salir al mar.
Nada mas amanecer, seis de la mañana, Soltamos el Fondeo (DOS) y con viento y mar de proa, navegando entre piedras sumergidas, y tras de una hora de duchas frias, conseguimos salir de la dársena y rodear la isla hasta una ensenada protegida del viento, donde fondeamos para poder subir la auxiliar y el motor, para navegar tranquilos.
Levantamos el fondeo (TRES) y aprovechamos la fuerza siete por la aleta para saltar a la isla de Córcega, a Porto Vecchio.
A eso de la una de la tarde llegamos a una preciosa ensenada Baie de Stagnolu. Y a los diez minutos de haber fondeado, el viento gira 180 grados y ¡otro barco se nos viene encima! No esperamos, levantamos el fondeo (CUATRO) y nos vamos a las inmediaciones del puerto deportivo (dentro no hay plazas).
Anclamos fuera en tres metros de agua y a pesar del viento de fuera la ola no es molesta, pero un catamarán cercano a nosotros tiene soltados ¡70 metros de cadena! Y con los cambios de viento amenaza con darnos un envite, así que levantamos el fondeo (CINCO) y lejos de todos, en tres metros de fondo con 45 metros de cadena, por fin podemos dormir. Nos despertamos al día siguiente, por la mañana a eso de las ocho, cuando Eolo vuelve a ponerse en marcha, pero esta vez ya no picamos. Aguantaremos “al ancla” hasta que se le pase el enfado y a nosotros el cansancio y el Stres de este día para el saco de los malos recuerdos.