Ha llegado el momento de ver si la decisión de subir hasta Lesvos ha sido la adecuada para cruzar el Egeo desde las Esporadas del Este a las del Oeste. Como los vientos son habitualmente del Norte o del NW, esta ruta nos va a permitir llevar los vientos por el traves o el descuartelar. Son en total 110 millas con lo que salimos muy temprano.
Hemos tomado café y estamos desvelados, así que hacia las tres de la mañana levantamos el ancla y salimos de Mitilini en plan guardias de dos horas. Al salir del puerto hacemos la llamada al canal 12 a la guardia costera tal como nos han indicado y bajamos por la costa de Lesvos sin apenas una gota de viento.
En la punta mas al sur comenzamos a tener viento bastante para navegar a vela y con todo el trapo arriba. Viene del Nordeste y aprovechamos para ganar barlovento que luego nos puede venir bien pues esperamos que suba un poco al llegar al canal. Vamos haciendo en torno a los siete nudos de velocidad.
La zona es muy concurrida y hay un momento en que recogemos mas de setenta señales de AIS, sobre todo de barcos que hacen la ruta desde el Bosforo a diferentes lugares del Mediterraneo.
Tan solo un mercante parece que nos va a pasar a pocos metros y hago una maniobra descarada para que vea que le estoy dando paso a pesar de mi prioridad por ir a vela, pero el carguero no interpreta mi maniobra y hace la suya, desviandose de su ruta, casi 30 grados para pasarnos a media milla por la popa.
Una llamada por el 16 y le doy las gracias por su maniobra. y ponemos la TV para ver las rondas de clasificación de la Fórmula I, que vemos perfectamente.
Skiros es una isla pelada, casi sin vegetación y prácticamnete desabitada a excepción de su puerto y la pequeña "chora" en la colina. El puerto es tan pequeño que... no hay sitio. Se nos cae el alma a los pies, pues son casi las siete de la tarde y estamos naturalmente cansados para ponernos a buscar un fondeadero, que están muy separados.
Pero nuestro angel de la guarda vela por nosotros y en ese momento sale una motora dejando un espacio libre, al que nos tiramos como locos. Estamos en las Esporadas
Para conseguir conectar a la torreta tengo que subir hasta la Guardia Costera que está casi dos kilómetros cuesta arriba. Tan solo una vez que he pagado las tasas de atraque me dan la tarjeta para conectar al agua y electricidad. En este pequeño paseo he visto todo lo que hay que ver. Ahora a dormir. La temida travesía ha sido un paseo agradable con final feliz.