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sábado

15 y 16 de Julio 2010.- Remontando hacia el norte.

Llevo varios dias pendiente de la climatología y ha llegado el momento de comenzar a remontar la costa de Turquía, que es un precio que hay que pagar en nuestra decisión de conocer algo del sur.

A las cinco y media de la mañana, está amaneciendo y con la primera luz salimos hacia el mar, con intención de navegar el máximo posible en la dirección de la salida de esta bahia de Gocova.

El viento nos permite llevar las velas en muchos tramos y avanzamos con una fuerte corriente a favor, por lo que el resultado es que podemos doblar sin problemas la punta frente a la isla griega de Kos y acercarnos al fondeo que utrilizamos en la bajada. A las tres de la tarde y ya con vientos establecidos de treinta nudos en las rachas hemos cubierto mas de sesenta millas.

Hay una marina cerca, pero decidimos fondear a pesar del viento. Conocemos ya el sitio y sabemos que es un buen tenedero. Hay varios barcos mas y lanzamos la cadena (45 metros) en seis metros de agua y no nos movemos en toda la tarde, que pasamos viendo películas en la TV.

El agua esta enfriando y yo he metido un pié y aunque lo he sacado entero, al darme el viento tengo la sensación de que se va a cortar en dos. el viento baja a las nueve de la noche a 15 nudos y dormimos con todas las alarmas encendidas. El barco no se desplaza en toda la noche.



Salimos con una mar muy incómoda y viento fuerte de Piresum a las cinco y media de la mañana y pensamos que tendremos que ir hacia la Cala Paraiso, pero a medida que salimos de la punta comienza a calmar el viento y hacemos proa hacia la isla de Samos y el estrecho entre esta y Turquía. Cruzamos la bahia de Guelluek y comenzamos a remontar hacia Samos, aunqueel viento vuelve a aparecer y es ¡¡ Como no!! de la proa.

En el intento de resguardarnos nos acercamos lo mas posible a la costa, pero se nos dispara la alarma a mas de dos millas de la costa visible, y es que esta zona se está cubriendo de tierra y a anegado los antiguos puertos.

En el estrecho de Samos frente a Pitagorium, el viento se nos pone de forma que podemos navegar a vela. La previsión es que el viento va a caer por la tarde y decidimos dar el tirón y cruzar la bahia de Kusadasi, para terminar en la cala que conocemos cerca de Sigaçik, donde queremos llegar para descansar un día y hacer compra en el mercado del domingo.

En la cala de Dogambey, hay un barco holandés fondeado en el centro a la gira y la cala es muy pequeña. No obstante fondeamos, pues el resguardo del mar es muy bueno, aunque las rachas de viento bajan endiabladas por el valle.

Yo que he buceado en esta cala a la ida, se que el fondo es de rocas y arena. Se corre el riesgo de que salte el ancla y no agarre,... y por la popa tengo unas rocas muy poco amistosas, por lo que decidimos irnos a puerto, a unas siete millas, contra un mar incómoda y viento de treinta y cinco por la proa.

Hubiera sido un buen sitio si los barcos estubieran amarrados por popa a las piedras del norte de la cala, pero a la gira... No caben dos barcos. Y como hemos llegado los últimos, pues nos toca irnos a nosotros opara no fastidiar al holandés, !!que ya llevan lo suyo¡¡


En Sigaçic siguen siendo ambles con nosotros. Le hemos caido bien a la relaciones publicas, Sukra con su medio inglés y su entera sonrisa

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