Hacia las 9 de la mañana levantamos el fondeo y nos despedimos de esta maravillosa cala, que pasará a ese grupo selecto de nuestros fondeos preferidos del Mediterraneo.
Según salimos de la bahia hemos ido viendo diferentes sitios para fondear. En cada rinconcito hay un barco. En los sitios mas estrechos, donde solo entraría un barco, la solución de dar un cabo a popa permite acomodarse a muchos mas, sin que las distancias hagan perder la intimidad.
Nos encontramos, en medio de ningun sitio, con una escultura que es como una copia de la famosa sirenita de Copenague. Tiene una larga inscripción en turco que dice algo así como " cuando el pino abacial humbroso y nubil se esquilorcia en la sintesis del prono..." Y es que el turco es un idioma que no tiene nada que ver con los mas normales para nosotros y no hay manera de entender nada.
Nos cruzamos con el barco de la CACA. Una embarcación del gobierno, hace un recorrido barco por barco de los que están fondeados recogiendo las bolsas de basura. Pasan al menos una vez al día y cobran un par deliras turcas por el servicio, si te lo prestan. Una buena idea de estos mares, llenos de carteles de advertencias sobre contaminación medioambiental
Nos dirigimos hacia unas islas, Yedi Adalari, o Siete Islas, pero el viento viene del oeste y se refuerza hasta los reinta y cinco nudos por la proa en la punta que hay que doblar. Vemos que muchas goletas caminan en dirección contraria, así que desistimos. Los barcos que lo intentan ya van con dos rizos en la mayor.Afortunadamente el mar no llega a levantarse apenas y se puede navegar, si te apetece que a nosotros, no.
Asi que damos la vuelta y nos dirigimos a ver de nuevo la Playa de Cleopatra, destino super-popular de esta zona, y que el otro día, con la histeria, casi no nos enteramos de como era.
Una playa de arena dorada, la única que hemos visto hasta ahora y aguas turquesas, con un muelle para las goletas de pasajeros, que constantemente van y vienen.
Hay algunos yates fondeados y sitio para alguno mas, pero nos vamos hacia el club náutico de Sogut, a amarrarnos a muelle y lamernos las heridas. En el camino encontramos una gran goleta de treinta metros que lleva una bandera española. nos acercamos pero no nos ven.
!Que bien se está amarrado al pantalán¡
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