Empleo este título para narrar nuestras ultimas singladuras de este año en aguas de Grecia, para comentar algo que estoy detectando en las relaciones "Inter-Nacionales".por estas aguas.
Pero primero hagamos el resumen de lo navegado.
El día 18 nos encontramos con nuestro amigo, que ha sido nuestro maestro en este área de Grecia, Fernando, que navega solo y con el que decidimos navegar hasta las cercanías de Hermioni, para pasar la tarde y la noche juntos y tener la oportunidad de charlar largo y tendido. Una parada en Gálata, frente a Poros, nos vuelve a dar por vez "n" un resultado negativo a suministrarnos sardinas para hacer en la barbacoa, pero algo cae en la pescadería.
El lugar elegido y recomendado por Fernando, como no, es una ensenada muy cerca de Hermioni, protegida del mar y viento del norte, cerca de un cargadero de mineral, con un buen fondo para el ancla y donde solo estamos tres o cuatro barcos, viendo a lo lejos con los prismáticos el girigay que hay dentro del puerto de Hermioni y comprobando con el AIS, que varios barcos españoles, aunque mas bien debería de decir que con tripulaciones españolas, ya que muchos de ellos llevan como nosotros banderas de otras naciones de la CE.
Cena y charla agradable contando anécdotas de este verano, intercambiando datos de nuevos lugares visitados y como siempre haciendo planes para el paso del invierno, mantenimiento de los barcos y planes para el próximo año.
El día 19 levamos ancla y emprendemos la subida hacia Atenas. Ha cambiado el tiempo y se anuncia fuerte viento de norte, que nos pilla acercándonos a Poros y nos pone cuesta arriba el tramo desde el paso de Skyli hasta Poros, donde no hay sitio salvo en la zona donde colocan a los charter y donde las olas hacen saltar los barcos como cabras locas, así que nos fondeamos frente a la escuela naval en 16 metros y con cincuenta metros de cadena soltados. Nos toca pasar aquí dos dias aguantando rachas.
El día 21 subimos hasta Aegina y como es habitual el puerto está lleno. En el mes de agosto, varios yates de motor griego, se amarran para pasar las vacaciones y disminuyen drásticamente las plazas de atraque, así que de nuevo fondeo esta vez en la ensenada al sur del puerto, plagada de barcos.
Es aquí donde un barco cargado de rusos ( muy pocos hablas inglés) se fondea casi encima de nuestra ancla y queda a menos de cinco metros de nuestra proa, lo que es un peligro para todos si garrea, y un incordia para nosotros levantar el ancla, debajo de su barco.
Trato de hacerme entender y me contesta con malos modos y supongo que con malas palabras. Mucha agresividad y mucha muestra de musculatura bajo de las camisetas de hortera de tirantes. Me repliego en contra de mi instinto, pues he visto ya muchas peleas por culpa de estos mamotretos.
Las relaciones de los europeos occidentales de diferentes procedencias que navegamos, no son malas. Hay diferencias culturales pero hay un cierto entente e incluso cordialidad dentro de la afición que nos une. Pero la aparición y proliferación de ciudadanos del Este y de la nominalmente desaparecida URSS, está enrareciendo el ambiente. Está claro que no nos entendemos.
Bajamos con la auxiliar a cenar unos Giro Pitas junto a la catedral, uno de los sitios recomendables de Aegina, y a la vuelta con la linterna ilumino a uno de los rusos que saliendo de la amura de nuestro barco se dirige a su embarcación. pienso en un baño nocturno.
Por la mañana del 22 el viento a girado un poco y nos permite salir del fondeo sin problemas y hacemos plácidamente el viaje hasta Marina Cea, de donde Lola saldrá hacia el Aeropuerto para volver a Málaga.
La sorpresa viene cuando al entrar en el atraque y tratar de utilizar el motor de proa, oigo un fuerte ruido y luego al motor girar loco, sin que impulse la proa hacia ningún sitio.
Me sorprende y una vez atracado me meto bajo el agua y...encuentro un palo de escoba metido en el túnel del impulsor y la hélice desaparecida.
No lo puedo remediar y automáticamente relaciono l gresca con el Ruso, el tipo nadando a las doce de la noche cerca de mi barco y el palo de escoba, que nunca entraría en el túnel por causas naturales.
Días después me confirmarán en el baradero que no soy el único este año que se ha presentado con este percance. y contando todos historias similares a la mía.
Me quedo solo. Este año no puedo contar con Jordi y aunque tengo ofertas de otros navegantes para venir a ayudarme, casi como que me apetecen estos días de soledad. Mañana emprenderé el camino hacia Kilada.
Pero primero hagamos el resumen de lo navegado.
El día 18 nos encontramos con nuestro amigo, que ha sido nuestro maestro en este área de Grecia, Fernando, que navega solo y con el que decidimos navegar hasta las cercanías de Hermioni, para pasar la tarde y la noche juntos y tener la oportunidad de charlar largo y tendido. Una parada en Gálata, frente a Poros, nos vuelve a dar por vez "n" un resultado negativo a suministrarnos sardinas para hacer en la barbacoa, pero algo cae en la pescadería.
De Rusian Bay a ensenada de Drakouza, cerca de Hermioni |
Cena y charla agradable contando anécdotas de este verano, intercambiando datos de nuevos lugares visitados y como siempre haciendo planes para el paso del invierno, mantenimiento de los barcos y planes para el próximo año.
Punto de fondeo, con norte muy fuerte frente a base naval de Poros |
Poros al anochecer desde el fondeo |
De Poros a fondeo en las cercanías del puerto de Aegina |
Trato de hacerme entender y me contesta con malos modos y supongo que con malas palabras. Mucha agresividad y mucha muestra de musculatura bajo de las camisetas de hortera de tirantes. Me repliego en contra de mi instinto, pues he visto ya muchas peleas por culpa de estos mamotretos.
Las relaciones de los europeos occidentales de diferentes procedencias que navegamos, no son malas. Hay diferencias culturales pero hay un cierto entente e incluso cordialidad dentro de la afición que nos une. Pero la aparición y proliferación de ciudadanos del Este y de la nominalmente desaparecida URSS, está enrareciendo el ambiente. Está claro que no nos entendemos.
Bajamos con la auxiliar a cenar unos Giro Pitas junto a la catedral, uno de los sitios recomendables de Aegina, y a la vuelta con la linterna ilumino a uno de los rusos que saliendo de la amura de nuestro barco se dirige a su embarcación. pienso en un baño nocturno.
De Aegina a la Marina Cea en Atenas |
La sorpresa viene cuando al entrar en el atraque y tratar de utilizar el motor de proa, oigo un fuerte ruido y luego al motor girar loco, sin que impulse la proa hacia ningún sitio.
Me sorprende y una vez atracado me meto bajo el agua y...encuentro un palo de escoba metido en el túnel del impulsor y la hélice desaparecida.
No lo puedo remediar y automáticamente relaciono l gresca con el Ruso, el tipo nadando a las doce de la noche cerca de mi barco y el palo de escoba, que nunca entraría en el túnel por causas naturales.
Días después me confirmarán en el baradero que no soy el único este año que se ha presentado con este percance. y contando todos historias similares a la mía.
En el fondo de todas las acciones de un hombre, siempre hay una mujer. |
Me quedo solo. Este año no puedo contar con Jordi y aunque tengo ofertas de otros navegantes para venir a ayudarme, casi como que me apetecen estos días de soledad. Mañana emprenderé el camino hacia Kilada.