De nuevo tenemos un día plácido de navegación a vela, esta vez muy lento, pues necesitamos casi tres horas para llegar a uno de los fondeos mas bonitos de nuestro viaje.
Pero no queremos fondear ya a las 11 de la mañana y nos vamos a ver algunos de los lugares que nos ha pasado nuestro amigo Fernando del yate Ralip V, un buen conocedor de estas aguas.
Las calas de Longos y Kolibri son nuestro destino para darnos un baño pero con diferente resultado. En Longos han colocado piscifactorias y como en casi todos los sitios donde miles de peces se dedican a comer, engordar y defecar, el agua está bastante turbia y la substancia en suspensión es muy sospechosa. Por otra parte toda la cala huele a la harina de pescado triturado con que lo alimentean. Una lástima pues la cala es en sí muy bonita y tranquila.
En Kolibri fondeamos en una playa junto a unas formaciones geológicas de estratos sedimentarios muy poco compactados y que parecen demoronarse con frecuencia. De hecho todo el acantilado está formado por rocas peladas, en las que aún no ha dado tiempo a formarse las incrustaciones de algas y demás que conforman habitualmente, con mejor o peor fortuna las costas del mediterraneo.
Ya por la tarde volvemos a la ensenada de Methoni y nos vamos a dar una vuelta por el castillo a ver la puesta de solEl castillo, que por horario solo podremos visitar con mas detenimiento en la mañana siguiente, es una construcción de la época de dominio veneciano.
Uno de los juegos en esta construción es localizar todos los leones que en forma de bajo-relieves llenan sus paredes.
En el interior se hacen trabajos de restauración bajo la atenta mirada del escalafón de Comisario político->Director técnico->Responsable municipal->Director de escavación->Ayudante de dirección->Encargado de obras.->"Currante"
El currante se limita a, con ayuda de la alta tecnología que le proporciona una paleta de albañil, recolocar unas piedras caidas del forro de la muralla.
Naturalmente, falta todo lo que estaba construido en madera y la verdadera atmosfera que debía haber en esa gran explanada que encierra la fortaleza. Bueno, es que ya conoceis mis teorias sobre conservación de patrimonio.
De todas formas el paseo por sus piedras es agradable, no hay apenas gente y está todo bastante intacto. La torre que está construida en el final del espigón, carcel y lugar de vigilancia es muy indicativa de la importancia que debió de tener esta plaza para el control del paso por el Peloponeso del enemigo por excelencia de estas aguas. Los turcos
Un pueblo muy lipio y de personas muy amables se encuentra en las inmediaciones de la Playa, y nos da la sorpresa de que incluso existen varios supermercados muy surtidos entre ellos un Carrefour´.
Y varias construcciones típicas de la Grecia de hace algunos años, que sin llegar al glamour de sus ruinas arqueológicas, nos dan una visión muy directa de como viven estas gentes en un sitio tan apartado de los centros de poder del pais.
Hay que pensar que estamos en el Sur y a la altura de Almería o Cádiz, pero en un pais de seis millones de habitantes. Apenas encuentro gente que hable Inglés y es dificil hilar una conversación.
Volvemos al barco que sigue reposando en esa balsa de aceite que es esta ensenada, dudando en si quedarnos unos dias en este sitio, tan tranquilo, tan acogedor.
Empezamos a pensar que Creta va a necesitar otro año. Dormimos como lirones.