Katakolón es un lugar idóneo para dejar el barco a buen recaudo y visitar las ruinas de Olimpia.
Siempre y cuando que os guste visitar los lugares donde alguna vez existió algo construido por los vestigios que quedan enterrados y que corresponden a los cimientos de los posibles edificios.
Es como si dentro de dos o tres mil años (suponiendo que Gea nos lo permita) se descubrieran unos hierros oxidados entre pegotes de hormigón y se visitara como el yacimiento arqueológico de las obras de Calatrava del Parque de las Ciencias de Valencia. Y sin existir ninguna foto ni plano, se pusieran a epecular sobre como serían las edificaciones y la sociedad que las construyó y las habitó.
Todo pura filfa.
Pero Olimpia, para cualquiera que haya sido un deportista, tiene un significado que va mas allá de las posibles ruinas.
Así que junto con otras decenas de personas nos montamos en un tren de vía estrecha, mas que estrecha enana y que a las 09:00 de hora local salía en dirección a Olimpia, donde llega tras de una hora de viaje por una campiña con mucho colorido local, con cruces inverosímiles de carreteras en pasos a nivel sin ninguna barrera.
Corre que te corre llegas a una terrible cola para sacar los billetes de entrada a las ruinas donde a parte de los cien del tren hay otros cuatrocientos que han llegado en autobuses. Desistimos. Por referencias sabemos que solo hay algunas piedras sueltas y que del estadio no queda nada y que lo que se ve es las instalaciones que hicieron para las olimpiadas actuales para el lanzamiento de peso, única disciplina que se ha competido en Olimpia. Aparte, claro está, de ser el origen cada cuatro años de la larga caminata del fuego olímpico en forma de antorcha.
Pero las calabazas son sonadas. Es lunes y el museo arqueológico de Olimpia, donde hay una Victoria Alada que he dibujado muchas veces en la escuela de arquitectura, está cerrado
Corre que te corre llegamos al tren y volvemos a Katakolón. Donde como son las 12:30 ¡¡ Han cerrado el museo de técnicas antiguas!!
Afortunadamente nos pilla muy relajados y nos partimos de la risa con la situación. No nos importa. Vamos a volver y tiempo habrá de verlo casi todo.
Así que damos el salto al siguiente puerto. Kiparrissia. Un gran muelle con agua y electricidad, gratuito, para cinco barcos. Dos Italianos, un alemán, un pequeño Mac Gregor 26, del que quiero hablar mas despacio y nosotros. Tocaremos muchos puertos juntos.
Y empieza el entorno que no nos va a dejar en todo el Peloponeso. Ciudades pequeñas, muy vueltas hacia si mismas y sus necesidades personales. Pequeñas, modernas, comercio básico, muchas cafeterías esperando no a los "guiris" sino a los pobladores locales que saldrán a la calle en cuanto pasen las horas de sol y se acostarán tarde disfrutando, familias enteras del fresquito de la noche.
En Kipparissia hemos encontrado la capilla ortodoxa mas pequeña de todas las que hemos visto en Grecia. Situada en las inmediaciones del puerto no debe tener mas de 2,50 x 3.50 metros y está pintada por fuera con los colores de Grecia, Blanco, Azul Rojo y Verde
En el interior los mismos santos y apóstoles que en cualquier catedral nos miran serios con sus aureolas doradas. La iglesia está abierta y nadie cuida de ella. Pero está limpia como una patena
En el pueblo o en la zona hay un muy buen arquitecto y disfruto viendo edificios actuales, cargados de soluciones plásticas muy interesantes. Saco muchas fotos, pero como esto es un blog de viajes, prefiero cerrar este día con una foto de una casa cualquiera
Pero Olimpia, para cualquiera que haya sido un deportista, tiene un significado que va mas allá de las posibles ruinas.
Así que junto con otras decenas de personas nos montamos en un tren de vía estrecha, mas que estrecha enana y que a las 09:00 de hora local salía en dirección a Olimpia, donde llega tras de una hora de viaje por una campiña con mucho colorido local, con cruces inverosímiles de carreteras en pasos a nivel sin ninguna barrera.
Corre que te corre llegas a una terrible cola para sacar los billetes de entrada a las ruinas donde a parte de los cien del tren hay otros cuatrocientos que han llegado en autobuses. Desistimos. Por referencias sabemos que solo hay algunas piedras sueltas y que del estadio no queda nada y que lo que se ve es las instalaciones que hicieron para las olimpiadas actuales para el lanzamiento de peso, única disciplina que se ha competido en Olimpia. Aparte, claro está, de ser el origen cada cuatro años de la larga caminata del fuego olímpico en forma de antorcha.
Pero las calabazas son sonadas. Es lunes y el museo arqueológico de Olimpia, donde hay una Victoria Alada que he dibujado muchas veces en la escuela de arquitectura, está cerrado
Corre que te corre llegamos al tren y volvemos a Katakolón. Donde como son las 12:30 ¡¡ Han cerrado el museo de técnicas antiguas!!
Afortunadamente nos pilla muy relajados y nos partimos de la risa con la situación. No nos importa. Vamos a volver y tiempo habrá de verlo casi todo.
Así que damos el salto al siguiente puerto. Kiparrissia. Un gran muelle con agua y electricidad, gratuito, para cinco barcos. Dos Italianos, un alemán, un pequeño Mac Gregor 26, del que quiero hablar mas despacio y nosotros. Tocaremos muchos puertos juntos.
Y empieza el entorno que no nos va a dejar en todo el Peloponeso. Ciudades pequeñas, muy vueltas hacia si mismas y sus necesidades personales. Pequeñas, modernas, comercio básico, muchas cafeterías esperando no a los "guiris" sino a los pobladores locales que saldrán a la calle en cuanto pasen las horas de sol y se acostarán tarde disfrutando, familias enteras del fresquito de la noche.
En Kipparissia hemos encontrado la capilla ortodoxa mas pequeña de todas las que hemos visto en Grecia. Situada en las inmediaciones del puerto no debe tener mas de 2,50 x 3.50 metros y está pintada por fuera con los colores de Grecia, Blanco, Azul Rojo y Verde
En el interior los mismos santos y apóstoles que en cualquier catedral nos miran serios con sus aureolas doradas. La iglesia está abierta y nadie cuida de ella. Pero está limpia como una patena
En el pueblo o en la zona hay un muy buen arquitecto y disfruto viendo edificios actuales, cargados de soluciones plásticas muy interesantes. Saco muchas fotos, pero como esto es un blog de viajes, prefiero cerrar este día con una foto de una casa cualquiera