Despues de dejar pasar la tormenta, nos hacemos a la mar bastante temprano, con la idea e que la corriente en el estrecho de Mesina nos pille a favor. Utilizamos ara ello las indicaciones de la Guia Imray que hace el cálculo en función de las mareas en el Estrecho de Gibraltar, y que según mi experiencia es mas fiable que las mareas propias de la zona que llevo en las cartas de Navionic.
Navegamos hacia el estrecho con mar algo confusa pero a motor y vela, haciendo un promedio adwecuado sin necesidad de forzar, que no nos serviría para nada.
Al acercarnos a Mesina, comienzan a aparecer las tormentas, hay relampagos por todos lados, y con el radar a 16 millas podemos ver como llueve lo suficiente para que el radr lo detecte, pero conseguimos pasar entre ellas y entramos en Mesina justo en el momento de máximo empuje de corriente, casi cinco nudos.
Nada mas pasar nios cae encima el primer chuvasco de los muchos que vamos a pasar las próximas 24 horas.
Se vecrecer la torre de las nubes, como se nos viene encima y como el viento pasa de 7 / 8 nudos a 35 en menos de un minuto. Descarga un chaparrón de agua que casi no deja ver la proa y el radar es inutil pues solo detecta el agua que nos cae encima . Y así una y otra vez
Vmoa a dar la palabra a Jordi.
"Salimos de Crotone con el objetivo de cruzar el estrecho de Messina. Tenia muchas ganas de verlo ya que el Capitán me había comentado que estaba siempre lleno de barcos y con unas corrientes increíbles.Partimos al mismo tiempo que el sol, hacia poco viento pero había un poco de olas de fondo. El siroco habia soplado fuerte incluso en el puerto estos días, así que ya estaba acostumbrado a escorar y al vaivén del velero. Navegamos, comimos y cuando empezaba a oscurecer se vislumbró nubes de tormenta en el horizonte. Tenia dudas ya había navegado con lluvia en la etapa de Kefalónica a Corfu, pero esta vez era distinto había un montón de rayos. Ya le había preguntado al Capitán por navegar entre rayos y que pasaba si caía uno encima del barco, me dijo que no conocía a nadie. Empezamos las guardias con los rayos de fondo. Había rayos en la proa y a estribor pero aun estaban muy lejos. Pasaron las guardias y la borrasca nos paso por el medio, fue raro ver como los rayos caían a babor y a estribor a lo lejos. Eso no nos libro de algún chaparrón ocasional. Ya de madrugada llegamos al estrecho de Messina, el Capitán me aviso sobre los ferrys que cruzan. También había de tener un ojo en el AIS y otro oteando el horizonte en busca de barcos. Seguíamos con las guardias y poco a poco íbamos cruzando el estrecho. Ya en la parte final me toco a mi hacer la guardia, el Capitán me dijo en una hora me despiertas pero ninguno de los dos estábamos preparados para lo que paso. Cogimos la corriente a favor, llegamos a una velocidad de 10 nudos. Estaba aluciando, sin vientos fuertes solo con motor y la corriente! Nunca he ido a esta velocidad, ni creo que vuelva a ir. Cuando el Capitán despertó ya casi habíamos salido del estrecho, me felicito por otra gran logro en pocos días."
"Al poco rato de dejar el estrecho empezó a caer un chaparrón, el viento empezó a soplar fuerte muy fuerte. Estaba agotado por la larga travesía que habíamos hecho pero esto me despertó de golpe y me puso en tensión. Estuvimos luchando contra el temporal largo rato, suerte que empezó a amanecer y se veía mejor porque de noche eso era un infierno. Hacia las siete – ocho el temporal paró y decidimos coger fuerzas para poner rumbo hacia Cefalú. El día acompañaba pero teníamos la corriente en contra. Aprovechamos para ir descansando un poco, íbamos muy lentos y nosotros lo achacamos a la corriente en contra pero ya cuando faltaba poco para Corfu el Capitán noto que algo no iba bien. El motor no se revolucionaba como tenia que hacerlo, avanzábamos muy lento. Cuando ya oscurecía y cerca de Corfu el motor se paro. Me acojone como nunca, porque no sabia que pasaba. El temporal volvio a amenazar, el cielo estaba tapado y se veía lluvia a lo lejos. Teníamos dos opciones, pasar la noche a la deriva esperando o ir hacia Palermo tirando del viento ya que el motor arrancaba pero no tenia casi fuerza para mover el barco. Decidimos que seria mucho mejor ir hacia Palermo ya que así de paso estaríamos mas cerca de Sardeña. Desplegamos las velas y pusimos rumbo hacia Palermo. Creo que no estaba preparado para lo que vino, estuvimos navegando toda la noche, con un viento muy fuerte y lluvia por todos lados. Estaba bastante acojonado. Íbamos haciendo guardias de una hora para estar lo mas frescos posibles. Mientras la noche pasaba íbamos avanzando, cada vez cogia mas confianza en el Bavaria.
Cuando ya era de mañana tuvimos que ir haciendo bordos para llegar a Palermo. Estaba agotado y me faltaba poco para dormirme incluso de pie. A todo esto seguíamos sin saber como estaba el motor, el Capitán cuando estábamos en la bahía de Palermo lo probo de arrancar y funcionaba, seguía sin potencia pero funcionaba! Me alegre por dentro ya que esto quería decir que no tendrían que venirnos a buscar para entrar a puerto. Cuando íbamos a desplegar la mayor otra sorpresa, el cabo se rompió.
Aquí yo ya no sabia que pensar, no se puede tener tanta mala suerte!. Con la trinqueta izada y sin mayor nos acercamos lentamente al puerto. Recogimos la trinqueta, el capitán arranco el motor y entramos a puerto. Por suerte amarramos sin complicaciones y me alegre como nunca al pisar el suelo de la gasolinera. Respiramos aliviados. Aprovechamos y me sumergí en el agua para revisar la hélice pero estaba todo perfecto. No había ningún cabo cogido ni ningún problema. Mientras yo me quede dormido en el sofá el Capitán aprovecho para revisar un poco el motor, poner gasoil y hablar con el mecánico. No podía mas después de una larguisima noche. Comimos y a las ocho de la tarde ya estábamos durmiendo.
Nos esperaba la ultima etapa, Sicilia – Sardeña y no era corta precisamente."
Al intentar meter el motor en las cercanias de Cefalú, donde hay gasoil y fondeo y un pequeño puerto, el motor comienza a fallar hasta que se para. Consigo arrancarlo pero sigue sin poder coger vueltas. Todo parece indicar que hemos cogido un plástico en la helice y no es el sitio ni el momento de parar y mucho menos arriesgarse a entrar en puerto con la maiobra restringida, de noche y con chubasco tras chuvascos.
Me paro a pensar y decido seguir navegando toda la noche hasta Palermo a vela. Vamos con trinqueta y dos rizos para llevar la vela adecuada a los chuvascos , que siguen entrando por la proa pero es insuficiente en las zonas de calma, por lo que avanzamos despacio.
Aparte se ha roto el cabo sin fin de la mayor y hay que ir a hacer maniobras al palo, así que lo dejo todo ddel lado de la seguridad. Además así entraremos en Palermo de día.
Por suerte la bahia está n absoluta calma y llegamos a la gasolinera a las 13:00 y nos dejan estar allí hasta el día siguiente. Es sabado y no hay forma de encontrar mecánico.
Quedarse en Palermo es fatal. Jordi tiene villete de avión para el 14 desde cágliari y Agustín, su relevo llegará a Cagliari el ía 13.
Trasteo con el motor hasta donde mis conocimientos llegan y lanzo una llamada de auxilio al foro de la Taberna del Puerto, contando el problema, que no es un plásticco, ya que la hélice está limpia. Todo indica agua o aire en el Gasoil.
Consigo sacar el aire del circuito siguiendo inicaciones, pero el motor , que ahora coge mas vueltas sigue sin potencia.
Decidimos salir temprano a probar a ver como anda. La alternativa es volver a Palermo y enfrentarse a una reparación gorda, solo y a 90 Euros diarios de atraque.
Caigo rendido y la preocupación no me impide dormir varias hjoras seguidas