Con viento del norte nosotros hacemos el trayecto con un través que nos hace cubrir esta distancia de 116 millas de una forma bastante tranquila, sobre todo al salir del canal del Adriatico. Esto nos permite llegar sobre la una o dos de la mañana a nuesgtro destino, saliendo de aguas Griegas y entrando en aguas Italianas, con el consiguiente cambio de banderas de cortesía.
Y para seguir con la misma tónica aquí translado el relato de Jordi
Nos levantamos a primera hora, recogimos todo y pusimos rumbo a Crotone. El mar estuvo en calma todo el viaje y el viento iba y venía con rachas de hasta diez nudos. El capitán aprovechó para darme una clase maestra de pesca al curricán. Tenía la esperanza de pescar algún pez, dicho sea de paso un Atún de no menos de 35 quilos pero la realidad es otra cosa y lo único que pesque fue un trozo de plástico que se había liado con la rapala….
Por el camino vimos una vaca ahogada, nunca pensé que vería algo así en el mar. Estaba siendo una travesía muy agradable ya que el viento y el mar acompañaron en todo momento. Volvimos a hacer guardias y de madrugada llegamos a Crotone por el camino tuvimos un pequeño encontronazo con la guardia costera, que según supimos mas adelante estaban buscando veleros que entraban inmigrantes ilegales.
Amarramos al lado de la gasolinera, nuevamente me costo un poco ayudar en el amarre debido al cansancio acumulado. Después dormí como un tronco. A la mañana siguiente pusimos gasolina y nos amarramos en un amarre de la Liga Naval, esta vez si que lo hice bien. El parte meteorológico anunciaba mucho temporal así que decidimos pasar el día en Crotone. Aprovechamos para hacer la compra, el Capitán me había comentado que según el derrotero Crotone era famoso por la belleza de sus mujeres. Pero no vi a casi ninguna chica espectacular, eso si todas tenían los ojos muy claros y bonitos. Compramos provisiones en el mercado y una tarjeta de Vodafone para internet que nos dio un montón de problemas. También hicimos una visita por el casco histórico.
Aparte había previsión de viento del sur fuerte así que no pudimos salir y pasamos otro día mas en Crotone. Un poco de relax después de tantas millas nunca viene mal, miramos pelis, holgazaneamos, lavamos el barco, comimos unas langostas que preparo el capitán. Me vino bien para desconectar un poco y coger fuerzas para la siguiente etapa.
El incidente al que hace referencia Jordi fué de la siguiente forma.
Noche cerrada sin luna y navegando con el pilóto automático y atentos a las luces de las plataformas de extracción que rodean Crotone y a los múltiples pesquerillos que no llevan AIS. Cuando de repente una potente luz surge a nuestra popa y veo la proa de una embarcación a menos de cinco metros de nosotros.
Asustado, suelto el timón y lo meto todo primero a estribor y luego a la banda contraria, pero la proa del barco perseguidor sigue en mi estela. Al fin recibo una llamada por el canal 16 y se identifican como guardia costera. Como no se si "Caproni" significa lo que yo pienso, me abstengo de comentarios, salvo hacerle repetir cada pregunta varias veces y en inglés
.
Nos piden todo tipo de datos, incluso creo que la marca del desodorante (numero de póliza del seguro).De repente sin mas, aceleran y se pierden en la noche. Casi no dejan señal en el radar y por descontado no llevan emisor de AIS.
Al parecer se está haciendo entrada de ilegales en barcos de vela y motoras , a 2000 € el viaje, incluso han detenido un velero de 11 metros ¡¡con 15 personas dentro!!
Dormimos amarrados al muelle de la gasolinera desde las dos hasta las ocho, en que aparecen dos individuos pretendiendo cobrar 80 euros por pasar la noche. El chico que atiende la gasolinera, al preguntarle por su padre, que siempre nos atiende, y su salud les dice a los cobradores que acabamos de entrar . Que el otro se les ha escapado.
Luego nos recomienda atracar en el muelle de transeuntes del la Liga Naval, mucho mas barato (35 Euros) y mas cerca del centro de la Ciudad. Haremos compra de verdes y pasearemos por la ciudad vieja, dejando que se calme el viento en nuestro camino. Una oferta de bogavantes vivos a 17 Euros hacen la delicia de Jordi en un plato de Caldereta al Calvados. Es la forma de agradecer su compañia, que está resultando muy amena a pesar de los cuarenta años de diferencia
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