Navegabamos sin mayores contratiempos que los mareados tripulantes a vela remontando hasta la isla de Alonisos, cuando al llegar a sus cercanías escaseándo el viento arrancamos el motor y al introducir la marcha atras, para que girarar un poco la hélice y luego embragar adelante para poner en marcha el sistema de Over Drive de las hélices Gorit ( que Dios confunda), note que no entraba la velocidad, ni adelante ni atras.
Revisado el sistema de morse y el mecanismo de levas de la inversora, solo quedaba ver si algo se había enredado en las palas.
Imaginaros la cara de pánfilo que se me queda cuendo al bucear hacia la cola, veo el eje de la inversora limpio y relucienteb pero sin los casi 3000 euros de la superespecialisticalifragilosa Helice Gorit.
Solo queda escoger un puerto grande y bien comunicado y navegar a vela hasta ese destino. Y aprovechar el tiempo de paso por lugares con covertura para contactar via internet con amigos y conocidos, mirar talleres y proveedores en grecia y rezar por que no se establezca el mal tiempo, pues las referencias que tenemos sobre la actuación de Salvamento Marítimo en estas aguas deja mucho que desear en cuanto a remolques de yates con problemas.
De las muchas opciones, la mas adecuada parece la de comprar una hélice estandar y poder seguir el viaje, ya que dentro de muy pocos dias tenemos previsto recoger a nuestros primeros pasajeros. Encuentro por medio de un E-Mail un proveedor de Volvo que tiene una en existencia en Atenas.
Las alternativas de incluso mi amigo Enrique del "Telémaco" que me ofrece prestarme la suya e repuesto son complicadas y suponen muchos dias de espera para poder mandar o recibir la pieza, pero son muy de agadecer. Incluso el representante de Gorit hecha la caña de pescar y me ofrece una solución. Que si le pago por adelantado el puede pedir la hélice que estaría en Barcelona en cinco dias, y luego ya me la mandará. Eso si, me hace un descuento y me vuelve a proponer una hélice de paso equivocado como la que no me funcionaba. Me suena a cachondeo, por que no quiero pensar que piensa que soy gilipollas, si no simplemente que no le da mas de si el cerebelo.
Negocio un taxi y por un atajo que evita el puente entre Evia y el continente, y consiste en cruzar en un ferry, hacemos el trayecto de ida y vuelta en menos de cinco horas,mientras tanto que charlamos sobre Grecia y España y sus sociedades y formas de gobierno. Un rato muy ameno.
Un cuarto de hora bajo el agua y la nueva hélice queda lista y funcionando. La compañía de Ramiro y su familia nos ha ayudado mucho en esta historia. Espero que no rompamos el contacto. Cenamos juntos en la calle en plan griego y nos despedimos con un fuerte abrazo.
Mañana seguiremos nuestro viaje rumbo a esas Esporadas que se nos están negando