A las seis de la mañana del que es el día mas largo del año, es de día y un buen momento de levantar el fondeo y continuar viaje.
Ahora vemos que hemos fondeado muy separados de la playa y que había espacio mucho mas dentro y protegidos. Pero el ancla, visto los trazos del ploter, ni se ha movido de su sitio y yo me siento descansado tras casi seis horas seguidas de sueño.
Nada mas salir del fondeo nos recibe el sol naciente y una señal en el AIS de que nuestro amigo Carlos, de la embarcación Cayo Graco, de transporte hacia Menorca donde le espera su familia.
Como veréis hablo mucho de AIS como ayuda a la navegación y es que se trata de el mejor regalo que nos ha hecho la tecnología a los navegantes. Pero lleno de mitos y desconocimiento.
Por ejemplo es típico que alguien que utiliza un programa de "localizadores" desde su ordenador y te llame alarmado diciéndote que no apareces en el LOCALIZATODO o en el MARINETRAFIC.
Es necesario aclarar que todos estos programas de ordenador lo que hacen es centralizar los datos que le mandan algunos voluntarios repetidos por la costa y que quedan limitados al alcance de la recepción de sus antenas y al alcance de emisión de la antena del barco.
Por eso en la zona de Cabo de Gata no aparecen los barcos ya que nadie envía los datos.
Habitualmente los barcos deportivos llevan un emisor de categoría "B", con un alcance de emisión de 10/15 millas, con lo que superada esta distancia dejan de "verse"
Este es el caso de lo que me sucede con Cayo Graco, que ha salido de Benalmádena unas horas después de nosotros y que solo cuando se ha acercado hemos comenzado a verlo en la pantalla, donde también vemos a otros barcos, mercantes con equipos de categoría "A" a mas de 150 millas.
Todo es un problema de emisión y recepción. Cayo Graco, a pesar de que ha sustituido su inoperante AIS comprado a ... bueno a unos impresentables (los mismos impresentables que me vendieron el mio de respeto) y sustituido por uno nuevo, tiene el límite del alcance de su emisor y antena. Y encima la antena no es nada del otro jueves, así que total 15 millas.
Pero Cayo Graco decide hacer un rumbo muy por fuera de nosotros que hemos arrumbado a Cartagena y pronto lo perdemos en el AIS y no responde a llamadas por emisora y el teléfono no tiene cobertura.
Sobre las cuatro de la tarde llegamos a Cartagena y hacemos el largo recorrido a la gasolinera automática donde volvemos a llenar los tanques (solo sesenta y cinco litros) y seguimos viaje.
La gasolinera de Cartagena la hemos escogido porque dispone de un sistema de pago y autoservicio que no suele fallar y después de haber calculado que no llegaríamos a horario normal de las gasolineras.
Creo que ya he comentado en anteriores ocasiones la disparidad de horarios de oficinas de puerto, capitanías y gasolineras y los horarios de las navegaciones, llegada a puertos y salida de los mismos.
Navegamos con el motor a ralentí y las velas en un incómoda orejas de burro con el viento entrando por la popa redonda y así cae la noche cuando cruzamos cerca de las islas hormigas.
Nuestra rutina de viajes largos es la misma de siempre. Guardias cada dos horas, chaleco salvavidas, y arnés enganchado, aparte de nuestra baliza personal de seguimiento en caso de M.O.B. (Hombre al agua<->men over boat).
Lola solo se limita a ir observando el Radart, el AIX y las luces de los pesqueros. es una zona concurrida con dispositivo de separación de tráfico.
Al hacer el relevo de las 2 de la mañana y mientras intento contactar con Cayo Graco, que ahora aparece a seis millas por mi aleta, se dispara la alarma del motor y comienza a salir humo por la bitácora.
La temperatura marca mas de 120 grados y apago el motor, llamo a Lola y la digo que salga inmediatamente del barco. Me temo que sea un incendio y preparo un extintor para aplicar a un agujero que tiene la tapa previsto a tal efecto, ya que bajo ningún concepto se debe abrir la tapa del motor si este está ardiendo.
Pero el olor no es de fuego, y el ruido es mas de agua hirviendo, así que con mucha precaución miro por una tapa lateral y no hay fuego. Mas tranquilo hago un análisis y queda claro que me he quedado sin líquido refrigerante (¿?) a pesar de haberlo revisado en Cartagena. La bomba de agua de mar funciona a tope.
Relleno el circuito y la temperatura baja bastante, pero a los diez minutos de comenzar a rodar el motor comienza a subir de nuevo y hay que volver a parar. El quitar el termostato tampoco ayuda en nada.
No queda mas remedio que dirigirnos a puerto y lo mas adecuado me parece Alicante, que es donde mejor nos lleva el viento y una ciudad grande con dos puertos.
En cuanto tengo cobertura lanzo una demanda de ayuda al foro de "La Taberna del Puerto" en demanda de atraque y mecánico y como es habitual responde inmediatamente. Me apuntan mecánicos y escojo por instinto uno de ellos y me consiguen atraque en el RCRA (!!Gracias, cofrades tabernarios¡¡) lo que va a suponer un ahorro importante con relación a "La Marina" que curiosamente siempre suele tener un solo atraque libre pero para una eslora superior a la tuya, si estás dispuesto a pagar.
Entro a vela lo mas que puedo, pero los roles y la necesidad de ceñir en la dársena, me aconsejan dar la vuelta y recargar agua en el circuito, quitar todas las puertas del motor para que refrigere y rezar para que el motor dure arrancado hasta el atraque.
Al final estamos amarrados y esperando al mecánico.
¿como nos apañamos para meterme en todos los lios posibles y que esto nos siga gustando y motivando?
Ahora vemos que hemos fondeado muy separados de la playa y que había espacio mucho mas dentro y protegidos. Pero el ancla, visto los trazos del ploter, ni se ha movido de su sitio y yo me siento descansado tras casi seis horas seguidas de sueño.
Nada mas salir del fondeo nos recibe el sol naciente y una señal en el AIS de que nuestro amigo Carlos, de la embarcación Cayo Graco, de transporte hacia Menorca donde le espera su familia.
Como veréis hablo mucho de AIS como ayuda a la navegación y es que se trata de el mejor regalo que nos ha hecho la tecnología a los navegantes. Pero lleno de mitos y desconocimiento.
Por ejemplo es típico que alguien que utiliza un programa de "localizadores" desde su ordenador y te llame alarmado diciéndote que no apareces en el LOCALIZATODO o en el MARINETRAFIC.
Es necesario aclarar que todos estos programas de ordenador lo que hacen es centralizar los datos que le mandan algunos voluntarios repetidos por la costa y que quedan limitados al alcance de la recepción de sus antenas y al alcance de emisión de la antena del barco.
Por eso en la zona de Cabo de Gata no aparecen los barcos ya que nadie envía los datos.
Habitualmente los barcos deportivos llevan un emisor de categoría "B", con un alcance de emisión de 10/15 millas, con lo que superada esta distancia dejan de "verse"
Este es el caso de lo que me sucede con Cayo Graco, que ha salido de Benalmádena unas horas después de nosotros y que solo cuando se ha acercado hemos comenzado a verlo en la pantalla, donde también vemos a otros barcos, mercantes con equipos de categoría "A" a mas de 150 millas.
Todo es un problema de emisión y recepción. Cayo Graco, a pesar de que ha sustituido su inoperante AIS comprado a ... bueno a unos impresentables (los mismos impresentables que me vendieron el mio de respeto) y sustituido por uno nuevo, tiene el límite del alcance de su emisor y antena. Y encima la antena no es nada del otro jueves, así que total 15 millas.
Pero Cayo Graco decide hacer un rumbo muy por fuera de nosotros que hemos arrumbado a Cartagena y pronto lo perdemos en el AIS y no responde a llamadas por emisora y el teléfono no tiene cobertura.
Sobre las cuatro de la tarde llegamos a Cartagena y hacemos el largo recorrido a la gasolinera automática donde volvemos a llenar los tanques (solo sesenta y cinco litros) y seguimos viaje.
La gasolinera de Cartagena la hemos escogido porque dispone de un sistema de pago y autoservicio que no suele fallar y después de haber calculado que no llegaríamos a horario normal de las gasolineras.
Creo que ya he comentado en anteriores ocasiones la disparidad de horarios de oficinas de puerto, capitanías y gasolineras y los horarios de las navegaciones, llegada a puertos y salida de los mismos.
Navegamos con el motor a ralentí y las velas en un incómoda orejas de burro con el viento entrando por la popa redonda y así cae la noche cuando cruzamos cerca de las islas hormigas.
Nuestra rutina de viajes largos es la misma de siempre. Guardias cada dos horas, chaleco salvavidas, y arnés enganchado, aparte de nuestra baliza personal de seguimiento en caso de M.O.B. (Hombre al agua<->men over boat).
Lola solo se limita a ir observando el Radart, el AIX y las luces de los pesqueros. es una zona concurrida con dispositivo de separación de tráfico.
Al hacer el relevo de las 2 de la mañana y mientras intento contactar con Cayo Graco, que ahora aparece a seis millas por mi aleta, se dispara la alarma del motor y comienza a salir humo por la bitácora.
La temperatura marca mas de 120 grados y apago el motor, llamo a Lola y la digo que salga inmediatamente del barco. Me temo que sea un incendio y preparo un extintor para aplicar a un agujero que tiene la tapa previsto a tal efecto, ya que bajo ningún concepto se debe abrir la tapa del motor si este está ardiendo.
Pero el olor no es de fuego, y el ruido es mas de agua hirviendo, así que con mucha precaución miro por una tapa lateral y no hay fuego. Mas tranquilo hago un análisis y queda claro que me he quedado sin líquido refrigerante (¿?) a pesar de haberlo revisado en Cartagena. La bomba de agua de mar funciona a tope.
Relleno el circuito y la temperatura baja bastante, pero a los diez minutos de comenzar a rodar el motor comienza a subir de nuevo y hay que volver a parar. El quitar el termostato tampoco ayuda en nada.
No queda mas remedio que dirigirnos a puerto y lo mas adecuado me parece Alicante, que es donde mejor nos lleva el viento y una ciudad grande con dos puertos.
En cuanto tengo cobertura lanzo una demanda de ayuda al foro de "La Taberna del Puerto" en demanda de atraque y mecánico y como es habitual responde inmediatamente. Me apuntan mecánicos y escojo por instinto uno de ellos y me consiguen atraque en el RCRA (!!Gracias, cofrades tabernarios¡¡) lo que va a suponer un ahorro importante con relación a "La Marina" que curiosamente siempre suele tener un solo atraque libre pero para una eslora superior a la tuya, si estás dispuesto a pagar.
Entro a vela lo mas que puedo, pero los roles y la necesidad de ceñir en la dársena, me aconsejan dar la vuelta y recargar agua en el circuito, quitar todas las puertas del motor para que refrigere y rezar para que el motor dure arrancado hasta el atraque.
Al final estamos amarrados y esperando al mecánico.
¿como nos apañamos para meterme en todos los lios posibles y que esto nos siga gustando y motivando?