A la hora convenida, muy de madrugada casi de noche, recibo una llamada de teléfono de mis visitantes que se han encontrado en el aeropuerto y han venido juntos hasta el Pireo en el autobús pero que se han despistado al llegar a la marina, así que salgo a su encuentro. A mi me resulta fácil reconocerlos desde lejos. Son los únicos transeuntes cargados con sendas bolsa de viaje.
El mas joven, llamémoslo "Tripu A", cuadra con la imagen que me había forjado, pero el segundo, --llamémoslo "Tripu Z", es una imagen preocupante. De aspecto muy envejecido, para ser mas joven que yo casi siete años, renqueando por el peso del equipaje y boqueando asfisiado por el esfuerzo de haber caminado unos cuatrocientos metros
Pero la mala impresión inicial se suma un detalle descorazonador. Observo que "Tripu A" se dirige a "Tripu Z" en un tono muy elevado, hasta que me aclara el propio "Tripu Z" que está sordo como una tapia y que el sonotone que lleva le funciona a veces si y a veces no y que suele llevarlo apagado porque le hace daño un zumbido que tiene.
"Tripu Z" hace todos los esfuerzos por ser agradable y comienza por enseñarme el arsenal de cosas que se ha traido de su barco. Colgados del cuello, el aparato auditivo, del tamaño de una radio, una navaja, unas gafas, una linterna, un pito y un teléfono. Y de la bolsa de viaje saca Emisora, anemómetro, compás de demoras, Gps portátil... Creo recordar que llevaba hasta un pequeño lanzador de bengalas.
Les doy una somera indicación del funcionamiento de agua y el WC y de donde están las cosas y los dejo descansar un rato, cada uno en su camarote, donde les he preparado su cama con sábanas limpias. Les indico que tienen un armario para guardar todas las cosas, incluso el chaleco inflable con arnés que les suministro y que "Tripu Z" me dice que no utiliza casi nunca, salvo tempestad. Yo insisto que en mi barco lo llevarán toda la noche como mínimo y yo decidiré cuando se lo ponen y que esto no es negociable.
Me voy a comprar pan y desayunar en la calle y meditar un poco. Estoy muy decepcionado con el aspecto del navegante "Tripu Z" . Por preguntas que me ha hecho, verlo moverse en el barco y demás indicios , ya se que su experiencia se limita a navegar entre Denia y Alicante y una vez, hace años, que bajó de Barcelona a Valencia. Y pienso seriamente en dejarlo en tierra. Pero el pensar que al menos me puede hacer guardias y dejarme descansar un poco. El problema añadido es que al no oirse a si mismo entona mal y es difícil entender lo que dice.
Sobre las nueve de la mañana salimos en demanda del Canal de Corinto para hacer nuestra primera singladura.
"Tripu Z" intenta que charlemos sobre diferentes temas y discusiones vigentes en los foros y aunque discrepamos bastante a mi me gusta el debate por el debate, pero estamos dejando a "Tripu A" un poco al margen, ya que no conoce nada de ese mundillo.
El paso de Corinto siempre es un espectáculo y lo disfrutan. Somos tres bichos raros pero podemos entendernos.Con una idea de hacerles el viaje mas agradable elimino de nuestro plan de ruta la parada en la isla de Trizonia a la que llegariamos casi de noche y como el mar está como un plato seguir avanzando y parar por alguna de las islas del Jónico de las que conozco infinitas calas. Vanos alternando sueño, lectura y conversación y cocino para ellos algunas de mis especialidades.
"Tripu Z" se declara ardiente seguidor de la dieta Dunkan y comedor compulsivo de carne, lo que contradice el tipo de alimentación que se hace en el Capitán Teach, con muchísima variedad y no demasiada proteína, "Tripu Z" defiende su sistema de alimentación, pero yo observo con placer que no solo come sus raciones sino que rebaña con pan los fondos de cazuelas y fuentes.
Es todo un personaje, pero desde luego no es una mala persona. Pero a mi me está haciendo pensar y muy seriamente en algo que tendré que plantearme algún día. La edad lleva consigo una pérdida de capacidades motoras y psíquicas y, llegado un determinado momento, hay que abandonar determinadas cosas, pues se ha pasado el tiempo para ellas. "Tripu Z" es un espejo en el que me miro y me veo a mi mismo dentro de algún tiempo. Y me asusta, pues sé que por mucho que me rebele no podré evitarlo.
Cruzamos bajo el puente de Rianon empujados por el viento y entramos en el Jónico, donde el viento calma y queda una noche estrellada y de mucha visibilidad.
Piloto automático programado para ir haciendo norte dejando las islas de Oxeia y Bromonas por estribor y en dirección al estrecho entre Meganissi y Lefkada. y me voy a dormir un par de horas.
Ya es de día cuando me despiertan y "Tripu Z" me espeta a bocajarro:
"Menos mal que yo estaba al timón y que no me fío de las cartas de "Navionic" que llevas en el ploter ni de la del Imray que llevas en la mesa de cartas. Casi chocanos contra una isla que no está en las cartas. He tenido que virar mas de 90 grados para no chocar"
SEGUIRA....
El mas joven, llamémoslo "Tripu A", cuadra con la imagen que me había forjado, pero el segundo, --llamémoslo "Tripu Z", es una imagen preocupante. De aspecto muy envejecido, para ser mas joven que yo casi siete años, renqueando por el peso del equipaje y boqueando asfisiado por el esfuerzo de haber caminado unos cuatrocientos metros
Pero la mala impresión inicial se suma un detalle descorazonador. Observo que "Tripu A" se dirige a "Tripu Z" en un tono muy elevado, hasta que me aclara el propio "Tripu Z" que está sordo como una tapia y que el sonotone que lleva le funciona a veces si y a veces no y que suele llevarlo apagado porque le hace daño un zumbido que tiene.
"Tripu Z" hace todos los esfuerzos por ser agradable y comienza por enseñarme el arsenal de cosas que se ha traido de su barco. Colgados del cuello, el aparato auditivo, del tamaño de una radio, una navaja, unas gafas, una linterna, un pito y un teléfono. Y de la bolsa de viaje saca Emisora, anemómetro, compás de demoras, Gps portátil... Creo recordar que llevaba hasta un pequeño lanzador de bengalas.
Les doy una somera indicación del funcionamiento de agua y el WC y de donde están las cosas y los dejo descansar un rato, cada uno en su camarote, donde les he preparado su cama con sábanas limpias. Les indico que tienen un armario para guardar todas las cosas, incluso el chaleco inflable con arnés que les suministro y que "Tripu Z" me dice que no utiliza casi nunca, salvo tempestad. Yo insisto que en mi barco lo llevarán toda la noche como mínimo y yo decidiré cuando se lo ponen y que esto no es negociable.
Me voy a comprar pan y desayunar en la calle y meditar un poco. Estoy muy decepcionado con el aspecto del navegante "Tripu Z" . Por preguntas que me ha hecho, verlo moverse en el barco y demás indicios , ya se que su experiencia se limita a navegar entre Denia y Alicante y una vez, hace años, que bajó de Barcelona a Valencia. Y pienso seriamente en dejarlo en tierra. Pero el pensar que al menos me puede hacer guardias y dejarme descansar un poco. El problema añadido es que al no oirse a si mismo entona mal y es difícil entender lo que dice.
Sobre las nueve de la mañana salimos en demanda del Canal de Corinto para hacer nuestra primera singladura.
Ver La vuelta del 2011 Etapa I en un mapa más grande
Me olvido de cruzar directamente desde Kefalónica hasta Sicilia (Unas trescientas millas) y apuesto por ir costeando y dejar los saltos reducidos a los dos de Sicilia a Cerdeña y de Cerdeña a Baleares."Tripu Z" intenta que charlemos sobre diferentes temas y discusiones vigentes en los foros y aunque discrepamos bastante a mi me gusta el debate por el debate, pero estamos dejando a "Tripu A" un poco al margen, ya que no conoce nada de ese mundillo.
El paso de Corinto siempre es un espectáculo y lo disfrutan. Somos tres bichos raros pero podemos entendernos.Con una idea de hacerles el viaje mas agradable elimino de nuestro plan de ruta la parada en la isla de Trizonia a la que llegariamos casi de noche y como el mar está como un plato seguir avanzando y parar por alguna de las islas del Jónico de las que conozco infinitas calas. Vanos alternando sueño, lectura y conversación y cocino para ellos algunas de mis especialidades.
"Tripu Z" se declara ardiente seguidor de la dieta Dunkan y comedor compulsivo de carne, lo que contradice el tipo de alimentación que se hace en el Capitán Teach, con muchísima variedad y no demasiada proteína, "Tripu Z" defiende su sistema de alimentación, pero yo observo con placer que no solo come sus raciones sino que rebaña con pan los fondos de cazuelas y fuentes.
Es todo un personaje, pero desde luego no es una mala persona. Pero a mi me está haciendo pensar y muy seriamente en algo que tendré que plantearme algún día. La edad lleva consigo una pérdida de capacidades motoras y psíquicas y, llegado un determinado momento, hay que abandonar determinadas cosas, pues se ha pasado el tiempo para ellas. "Tripu Z" es un espejo en el que me miro y me veo a mi mismo dentro de algún tiempo. Y me asusta, pues sé que por mucho que me rebele no podré evitarlo.
Cruzamos bajo el puente de Rianon empujados por el viento y entramos en el Jónico, donde el viento calma y queda una noche estrellada y de mucha visibilidad.
Piloto automático programado para ir haciendo norte dejando las islas de Oxeia y Bromonas por estribor y en dirección al estrecho entre Meganissi y Lefkada. y me voy a dormir un par de horas.
Ya es de día cuando me despiertan y "Tripu Z" me espeta a bocajarro:
"Menos mal que yo estaba al timón y que no me fío de las cartas de "Navionic" que llevas en el ploter ni de la del Imray que llevas en la mesa de cartas. Casi chocanos contra una isla que no está en las cartas. He tenido que virar mas de 90 grados para no chocar"
SEGUIRA....
¡Ay, ayyy!...
ResponderEliminarMadre mía!!!
ResponderEliminarNo te preocupes Alberto, que tú te mueves en el barco como un gato. Que lo he visto yo con estos ojitos :-) y no descarto, con un poco de suerte, volverlo a ver y experimentar este verano. Por supuesto siempre con tu permiso y el de Lola.