Hemos descartado el salir del norte por la ruta de las Esporadas cercanas a Turquía, ya que se avecina la época de los meltemis y en esa zona pega bastante fuerte. Así que vamos a realizar la etapa mas larga de este verano, unas 70 millas, rodeando la península de Athos, para dirigirnos al pequeño puerto que encontramos en el viaje de ida en la bahía de Sykya, en la península central, Sithonia.
Como ya he comentado la península de Athos está bajo la de jurisdicción de los monjes de la religión ortodoxa y tiene la entrada muy restringida, pues aparte de a los catalanes tampoco dejan entrar a los perros, a la mujeres y está prohibido navegar a menos de 500 metros de sus costas, cosa que vigilan con unas potentisimas "gomonas".
Los diferentes conventos pertenecen a las diferentes ramas de la religión ortodoxa. no solo de grecia, es mas, tampoco es la mas importante, con solo 10 millones de seguidores, siendo la mas numerosa la ortodoxa rusa con 150 millones de fieles.
Su sistema administrativo es un tanto complicado ya que existen 14 iglesias "autocefalas" y un gran número de iglesias autónomas, y repartidas por todo el mundo, existiendo iglesias incluso en china y japón y corea. Es curioso acercarse a la información de la Wikipedia en -> esta dirección
Aunque se consideran todos "primus inter pares" existe una cabeza visible que es el patriarca de Constantinopla. y cada iglesia ha tratado de estar presente en este lugar, existiendo en la actualidad un total de veinte monasterios, algunos de los cuales hemos podido fotografiar desde lejos.
Hemos salido a las seis de la mañana y llegamos a nuestro destino sobre las cinco de la tarde y hay bastante sitio en el muelle, pero intentamos la maniobra de fondear el ancla y dar atrás hasta dejar la popa en el muelle, pero no conseguimos completar la maniobra por culpa del viento que ha subido bastante. Al ir a recoger el ancla hemos enganchado unas estachas de mas de una pulgada de grueso , que están tiradas en el fondo.
Han bastado unos pocos dias desde nuestra anterior visita, para que los barcos locales hayan tomado posesión del muelle, y hay que reconocer que con todo el derecho por mucho que nos pueda molestar a los visitantes. Lo que si me deja sorprendido es el auténtico lío de cabos, muertos, guías y amarras que tienen organizado.
No nos queda otra que atracar abarloados al muelle, ocupando el sitio que podía ser ocupado por al menos tres o cuatro barcos. Un poco mas tarde llega un barco de pasear turistas, que es el que ocupa, abarloado casi la totalidad del muelle. En la punta del espigón hay amarrados dos yates de motor de mas de veinte metros, así que se coloca en el lado norte del muelle, donde dá bastantes saltos por la ola que está entrando.
Lo que hace unos días era un pequeño paraíso y que veníamos buscando para permanecer algunos días y celebrar mi cumpleaños en un restaurante muy apañado y con una buena cetárea de marisco, se ha transformado en uno de esos sitios que apenas dá para pasar una noche.
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