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sábado

22 .06-2019 De Sykia a Limnos


La prohibición de acercarse y mucho menos de fondear en las costas de la península de Athos, hace que la solución para llegar a Limnos, sea la de ir en linea recta, con lo que además se reciben los vientos, de haberlos, por la Aleta hasta el desacuartelar.

Así que haciendo uso del motor, sin forzar la máquina al no pasar de 1800 rpm y con una velocidad promedio de 6,5 nudos nos ponemos en el puerto de Mirina en unas 8 horas y media.


Las cincuenta millas parecen una broma para las travesías que hemos hecho de varios días sin ver la costa, pero hay entre nosotros una nueva variable. Nuestro nuevo compañero de viaje Drako.

Ha hecho sus necesidades en tierra antes de abandonar Sykia pero como cachorro que aún es necesita no estar demasiado tiempo sin encontrar donde soltar lastre. No ha habido manera de convencerlo de que puede utilizar la proa para ello.

Así y todo aguanta bien. En cuanto iniciamos el viaje, busca el sitio mas fresco y se tumba a dormir.
Solo cuando tomamos el desayuno se sienta junto a nosotros esperando a que terminemos y le demos un poco del pan con aceite o salchichón, apenas un centímetro cúbico de comida con la que se siente gratificado.

Ya solo volverá a levantar la cabeza hasta que huela tierra y empiece con los nervios previos al desembarco.

Mirina es un puerto magnífico en una ciudad magnífica y en una isla magnífica. Hay sitio sin problemas, torres de servicios y llaves baratas y cercanas ( en la recepción de un hotel que hay enfrente) y donde además coincidimos con la tripulación del "Ventolera", que han llegado antes que nosotros y nos dan el mapa de los puntos de interés.

En esta ciudad, coronada por un castillo, hay un gran contraste de zonas, desde la turística calle peatonal que atraviesa la ciudad , hasta un barrio pesquero casi intacto, donde comemos en una taberna francamente muy bien y por poco dinero y desde donde podemos ver la puesta de sol con el monte Athos, en la península de Jalkidiki como fondo

Pero la estrella de este desembarco será la nueva adquisición  de un equipo portátil de aire acondicionado, en concreto un modelo Chily de Inventor que va a cambiar nuestros hábitos. Lo mas difícil ha sido adaptar el tubo de intercambio de calor a una de las ventanas del barco, pero un poco de ingenio, un resto de un cartel de propaganda y un recipiente de yogur, nos han permitido crear la pieza para que se adapte a la ventana.


El resultado es ... que ya nos hemos echado encima otra hipoteca, pero hay que reconocer que hemos aumentado sensiblemente nuestra calidad de vida.

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