La mañana nos depara una sorpresa con la que habitualmente no se cuenta. La subida de las temperaturas, unida a la fuerte humedad de estos días hace que aparezca una calima que poco a poco se transforma en niebla muy densa, dejando la visibilidad en menos de 10 metros.
De nuevo una disyuntiva. Esperar a que levante a medio día y quedar expuesto al cambio de viento, o hacer navegación a base de AIS y Radar, tratando de hacer al menos la mitad del recorrido antes de que levante la niebla.
Optamos por la segunda opción y en compañia de un barco de bandera inglesa bordeamos la isla y establecemos rumbo a mar abierto.
Afortunadamente el mar está muy tranquilo y no hay efectos de rebote ni ecos extraños en la pantalla del radar.
El barco Inglés se coloca a mi popa a unos quinientos metros según puedo apreciar por el radar, pero no lleva AIS ( Lleva un receptor de señal pero no emite su posición). Nos cruzamos con varios barcos que hacen el trayecto al contrario que nosotros pero sus derrotas no se cruzan con la nuestra y todos pasan a mas de doscientos metros.
Tan solo hay una señal a ocho millas que viene de frente a nosotros y se lleva casi toda mi atención. Al llegar a las cinco millas recibo una llamada por VHF de un barco francés que recibe mi señal de AIS y me pide conocer mis intenciones.
Nos ponemos de acuerdo con la maniobra y les comunico que viene detrás mio el barco inglés, pero que no lleva AIS. Esto es confirmado por el barco inglés que agradece la indicación.
Nos cruzamos a menos de cien metros sin vernos.
Maravilloso invento el MMSI Y el AIS.
Tres millas mas adelante salimos de la niebla, que forma un muro como de puré de guisantes.
Por la proa aparece la preciosa isla de Astipalaia
Su pequeño puerto para unos 10 barcos y su pequeña playa dentro del puerto invadida por algunas mesas de una taberna
La recepción no puede ser mejorable. Otro sitio para morir un poco.
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