Decidimos rodear la isla Pasos en dirección contraria a la habitual, por la cara Oeste y encontramos una costa que aunque muy escarpada presenta varios sitios interesantes para un fondeo de día y sobre todo la gran cantidad de cuevas de grandes dimensiones, que hasta entran dentro las golondrinas de pasajeros.
Esta vez sobran las palabras y os encadeno unas fotos.
Pero nada es perfecto y los paraísos perdidos donde llegas a una playa y estás solo y con un poco de suerte encuentras a tu "Viernes" particular esperándote debajo de una palmera, para hacerse inmediatamente tu amigo y regalarte un cuenco de frutas es algo que hay que ir a buscar mas lejos.
Este es el reino del turismo náutico y su popularización a todos los niveles, y el que quiera sitios mas exclusivos que esté a la expectativa de lo que pueda transmitir hoy la sonda "Curyosity" desde Marte, a punto de aterrizar a estas horas.
Y como lo popularizado ha de ser barato, nada mas barato que darse una vuelta en "golondrina" al rededor de las islas. Así que las hay de todos los tamaños y preferencias y gobernadas por muy diferentes patrones, que van desde exquisitos Capitanes de la Mercante de frondosas barbas y humeante pipa, que respetan todas las cortesías de la náutica tradicional, hasta jóvenes "pelones" fruto de la egoísta sociedad que les hemos creado sus mayores y que se pasan por el forro toda norma o lo que empiezan a ser denostados "hábitos ancestrales".
Así que hay que andar muy atentos a esos barquitos que han transformado en un entretenimiento para sus pasajeros el pasar a menos de 10 metros haciendo una ola inmensa junto a los desprevenidos veleros que se ponen a oscilar como locos con gran divertimento de la "Hijoputancia" adepta a los gritos histriónicos de los reality televisivos. No es algo casual, se les ve como navegan de un barco a otro, dejando palos oscilantes y a veces importantes averias.
Pero aquí no se salva nadie. Demasiado nuevo rico que ha conseguido un título en una prueba de text, sin experiencia ni tiempo para adquirirla y que con el derecho que hemos decidido que dá el tener dinero para pagar, también da su particular espectáculo de todo lo que no se debe hacer en el mar. Algo tan sencillo como cuidar el material, que no hay presupuesto para sustituirlo.
Un poco mas al Sur encontramos la isla de Antipasos, que con sus aguas cálidas y limpias se ha transformado en un destino buscado por el turísmo popular. No se puede en ningún caso hacer crítica de esta situación. Tan solo reflexiones que si no quieren establecer castas o cuotas a la afluencia de los "urbanícolas" al turismo náutico hemos de aceptar su necesidad imperiosa de estar todos juntos para paliar la agorafobia que padecen.
Y eso es lo que encontramos en este punto de Antipasos, una gran aglomeración de veraneantes que han llegado al colmo de lo que les da de si su imaginación (la que se les ha permitido y fomentado) y su cultura (la que se les ha permitido y casi obligado a tener)
Y si no está la costa del continente, casi una desconocida para muchos, con playas y rincones de una enorme belleza y a donde dirigimos nuestros pasos y nuestros primeros baños.
Por la tarde llegamos a Prevezza donde encontramos hueco abarloados al muelle y podemos hacernos con la necesaria conexión a Internet Griega que me permite contaros estas vivencias sobre la marcha y desde la popa de nuestro barco
Esta vez sobran las palabras y os encadeno unas fotos.
Pero nada es perfecto y los paraísos perdidos donde llegas a una playa y estás solo y con un poco de suerte encuentras a tu "Viernes" particular esperándote debajo de una palmera, para hacerse inmediatamente tu amigo y regalarte un cuenco de frutas es algo que hay que ir a buscar mas lejos.
Este es el reino del turismo náutico y su popularización a todos los niveles, y el que quiera sitios mas exclusivos que esté a la expectativa de lo que pueda transmitir hoy la sonda "Curyosity" desde Marte, a punto de aterrizar a estas horas.
Y como lo popularizado ha de ser barato, nada mas barato que darse una vuelta en "golondrina" al rededor de las islas. Así que las hay de todos los tamaños y preferencias y gobernadas por muy diferentes patrones, que van desde exquisitos Capitanes de la Mercante de frondosas barbas y humeante pipa, que respetan todas las cortesías de la náutica tradicional, hasta jóvenes "pelones" fruto de la egoísta sociedad que les hemos creado sus mayores y que se pasan por el forro toda norma o lo que empiezan a ser denostados "hábitos ancestrales".
Así que hay que andar muy atentos a esos barquitos que han transformado en un entretenimiento para sus pasajeros el pasar a menos de 10 metros haciendo una ola inmensa junto a los desprevenidos veleros que se ponen a oscilar como locos con gran divertimento de la "Hijoputancia" adepta a los gritos histriónicos de los reality televisivos. No es algo casual, se les ve como navegan de un barco a otro, dejando palos oscilantes y a veces importantes averias.
Pero aquí no se salva nadie. Demasiado nuevo rico que ha conseguido un título en una prueba de text, sin experiencia ni tiempo para adquirirla y que con el derecho que hemos decidido que dá el tener dinero para pagar, también da su particular espectáculo de todo lo que no se debe hacer en el mar. Algo tan sencillo como cuidar el material, que no hay presupuesto para sustituirlo.
Un poco mas al Sur encontramos la isla de Antipasos, que con sus aguas cálidas y limpias se ha transformado en un destino buscado por el turísmo popular. No se puede en ningún caso hacer crítica de esta situación. Tan solo reflexiones que si no quieren establecer castas o cuotas a la afluencia de los "urbanícolas" al turismo náutico hemos de aceptar su necesidad imperiosa de estar todos juntos para paliar la agorafobia que padecen.
Y eso es lo que encontramos en este punto de Antipasos, una gran aglomeración de veraneantes que han llegado al colmo de lo que les da de si su imaginación (la que se les ha permitido y fomentado) y su cultura (la que se les ha permitido y casi obligado a tener)
Pero siendo este un blog dirigido a mis propias reflexiones, no se lo que podría pensar si al despertarme por la mañana me encuentro con que una "golondrina" ha fondeado cerca de mi y ha "eyaculado" a mas de un centenar de bañistas que entre gritos y risas nerviosas. rodean y golpean mi barco.
Sin embargo el verdadero espíritu del navegante es llegar con el mínimo de medios a donde los demás no han llegado o solo unos pocos privilegiados, y así toca depurar la técnica y buscar y buscar. En el propio Antipasos, en la cara oeste y norte hay fondeos donde en pleno agosto se puede estar solo.Y si no está la costa del continente, casi una desconocida para muchos, con playas y rincones de una enorme belleza y a donde dirigimos nuestros pasos y nuestros primeros baños.
Por la tarde llegamos a Prevezza donde encontramos hueco abarloados al muelle y podemos hacernos con la necesaria conexión a Internet Griega que me permite contaros estas vivencias sobre la marcha y desde la popa de nuestro barco
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