Hemos contactado con nuestros amigos Fernando y Lidia, que a bordo del barco RalipV, navegan por el Mediterraneo. Nos conocimos aquí en Grecia en nuestro primer viaje y poco a poco nos hemos ido haciendo buenos amigos.
Escogemos un puerto intermedio a nuestras posiciones para pasar al menos un día juntos. El lugar escogido es Vonittsa, en el mar interior que comienza en Prevezza. Un sitio poco frecuentado y que incluso en Agosto suele estar bastante tranquilo.
Las aguas de este mar interior son de poco fondo y la cartografía muy deficiente, por lo que hay que ir con mucho tiento y respetar las balizas de los canales. No es extraño encontrar escollos como el de la foto de arriba que pueden darte un disgusto.
Playas y calas casi desiertas se suceden hasta llegar a nuestro destino, un pequeño puerto formado por dos espigones y donde solo hay barcos de propietario en ese batiburrillo de nacionalidades que siempre hay en estos sitios, suecos, noruegos(Son la mayoría este año) alemanes, italianos, franceses, alemanes, rusos, americanos.... y ahora dos españoles
Mientras esperamos que lleguen Fernando y Lydia nos vamos a bañar a la playa del pueblecito, en unas aguas limpias y sorprendentemente calientes, muy cerca de nuestro barco
En el pueblo hay un poco de todo y Wifi por todas partes. Rincones muy logrados y un gran castillo veneciano que está en reconstrucción y que merece la pena visitar.
En el puerto una mancha llama mi atención y al acercarnos, descubro que se trata de un cardumen de pececillos de unos cuatro a cinco centímetros que se refugian a la sombra de los barcos. El calor es tremendo
Escogemos un puerto intermedio a nuestras posiciones para pasar al menos un día juntos. El lugar escogido es Vonittsa, en el mar interior que comienza en Prevezza. Un sitio poco frecuentado y que incluso en Agosto suele estar bastante tranquilo.
Las aguas de este mar interior son de poco fondo y la cartografía muy deficiente, por lo que hay que ir con mucho tiento y respetar las balizas de los canales. No es extraño encontrar escollos como el de la foto de arriba que pueden darte un disgusto.
Playas y calas casi desiertas se suceden hasta llegar a nuestro destino, un pequeño puerto formado por dos espigones y donde solo hay barcos de propietario en ese batiburrillo de nacionalidades que siempre hay en estos sitios, suecos, noruegos(Son la mayoría este año) alemanes, italianos, franceses, alemanes, rusos, americanos.... y ahora dos españoles
Mientras esperamos que lleguen Fernando y Lydia nos vamos a bañar a la playa del pueblecito, en unas aguas limpias y sorprendentemente calientes, muy cerca de nuestro barco
En el pueblo hay un poco de todo y Wifi por todas partes. Rincones muy logrados y un gran castillo veneciano que está en reconstrucción y que merece la pena visitar.
En el puerto una mancha llama mi atención y al acercarnos, descubro que se trata de un cardumen de pececillos de unos cuatro a cinco centímetros que se refugian a la sombra de los barcos. El calor es tremendo
Los "Ralip" han encontrado un banco de coquinas y traen un cargamento de una especie de mejillón que Fernando llama algo así como "pedos de mar" no lo recuerdo muy bien ni los había visto antes en una mesa y son muy sabrosos, como mejillones pero mas duros. Lidia nos sorprende con un pan realizado a bordo del barco que es todo un tesoro del que nos promete dar la receta
Recurro al congelador y respondo con un bacalao al Pill Pill con angulas de Alcazalquivir (Las suelen vender en España como de Aguinaga) y salimos todos contentos hacia una sobremesa en la que Fernando, como siempre, me ilustra con sus hallazgos en su lento y concienzudo explorar de todos los rincones y playas de esta Grecia que ya es su casa y va siendo la mía.
Intercambiamos experiencias y formas de pensar y nos dolemos de esa España de la que apenas nos llegan noticias y de esta Grecia que continúa su andadura a pesar de la crisis.
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