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miércoles

06-06-2018 Una vuelta a Astipalaia


Hemos alquilado una motocicleta y vamos a dar una vuelta por el mínimo trazado de carreteras de la Isla, que con la forma de una mariposa con las alas desplegadas, esconde un gran número de playas y ensenadas para fondear.

Al llegar ayer con el barco, a este pequeño puerto, donde no había nadie en los tres barcos que amarran, y pensando en tener que saltar a tierra a amarrar los cabos, vemos venir a dos motoristas a toda velocidad. Uno es el vendedor de combustible y el otro el dueño de una de los muchos alquileres de automóviles.

Nos dan el "Kalimera", esperan nuestras instrucciones para atar los cabos y una vez terminada la maniobra nos entregan sendos tripticos con la información de sus negocios.


Así que puestos a escoger y ante la igualdad de precios en todos los sitios, optamos por Yianis, nuestro mozo de amarras improvisado. Ha sabido vender su producto mejor que la competencia

Una moto en temporada aún baja solo cuesta 15 euros, y es suficiente para los escasos 30 km que hemos recorrido.



Salir del puerto supone gatear, literalmente por una carretera de curva y contra curva que lleva a lo alto del Castro, donde un bonito paseo lleva a los restos de una fortaleza, que ocupa la colina


Calles y mas calles adaptadas al terreno y que nunca fueron pensadas para la circulación rodada, hacen de estos paseos una delicia, que compensa la falta de aceras de las grandes ciudades.


Los azules, verdes y blancos siguen sus variaciones interminables que caracterizan a esta zona delos pueblos griegos, mas de las Cicladas que de las Venecianas aldeas de el resto del Dodecanaso


Es la última de las Islas del Dodecanaso que hemos visitado este año y es desde luego la guinda que debe coronar un buen pastel.


Las calas, profundas las hay de todo tipo, ya que la topografía de la isla es un continuo entrar y salir, Dándose la circunstancia, como en este caso, que la ensenada que abre hacia el Sur es tangente a la ensenada que abre hacia el norte


Y no valláis a creer que se trata de la misma cala al ver siempre un solo barco. Es que no había mas de un barco en cada ensenada, las mas de ellas con una pequeña playa y una taberna.


No puedo dejar de pensar en las apreturas de nuestras islas Baleares o en lo que nos encontraremos cuando volvamos al área del Argosarónico.


Damos por terminado nuestro periplo por esta zona de Grecia y la apuntamos como parte de nuestras futuras travesías. Ha merecido la pena y mucho esta incursión por el Dodecanaso.


martes

05-06-2018 ¡¡NIEBLA !!


La mañana nos depara una sorpresa con la que habitualmente no se cuenta. La subida de las temperaturas, unida a la fuerte humedad de estos días hace que aparezca una calima que poco a poco se transforma en niebla muy densa, dejando la visibilidad en menos de 10 metros.


De nuevo una disyuntiva. Esperar a que levante a medio día y quedar expuesto al cambio de viento, o hacer navegación a base de AIS y Radar, tratando de hacer al menos la mitad del recorrido antes de que levante la niebla.


Pretendemos llegar hasta Astipalaia, la primera isla del Dodecanaso y que hemos pasado de largo en la ida, y que tiene un aspecto muy interesante en cuanto a posibles calas, playas y fondeo.

Optamos por la segunda opción y en compañia de un barco de bandera inglesa bordeamos la isla y establecemos rumbo a mar abierto.

Afortunadamente el mar está muy tranquilo y no hay efectos de rebote ni ecos extraños en la pantalla del radar.

El barco Inglés se coloca a mi popa a unos quinientos metros según puedo apreciar por el radar, pero no lleva AIS ( Lleva un receptor de señal pero no emite su posición). Nos cruzamos con varios barcos que hacen el trayecto al contrario que nosotros pero sus derrotas no se cruzan con la nuestra y todos pasan a mas de doscientos metros.

Tan solo hay una señal a ocho millas que viene de frente a nosotros y se lleva casi toda mi atención. Al llegar a las cinco millas recibo una llamada por VHF de un barco francés que recibe mi señal de AIS y me pide conocer mis intenciones.

Nos ponemos de acuerdo con la maniobra y les comunico que viene detrás mio el barco inglés, pero que no lleva AIS. Esto es confirmado por el barco inglés que agradece la indicación.

Nos cruzamos a menos de cien metros sin vernos.

Maravilloso invento el MMSI Y el AIS.

Tres millas mas adelante salimos de la niebla, que forma un muro como de puré de guisantes.

Por la proa aparece la preciosa isla de Astipalaia


Su pequeño puerto para unos 10 barcos y su pequeña playa dentro del puerto invadida por algunas mesas de una taberna


La recepción no puede ser mejorable. Otro sitio para morir un poco.




domingo

03-06-2018 Toca Volver pero ¿Por donde?


Exiten dos caminos principales para volver hacia el Peloponeso.

El primero es vía Karpatos -Creta, con los dos estrechos donde se levanta el mar bastante y hay pocos refugios, con saltos en torno a las 35 millas

El segundo es ir subiendo por las islas aprovechando las horas de poco viento y recorrer las Cicladas de nuevo.

La sur nos lleva a sitios que aún no conocemos y la norte fondeos ya visitados por tierra y a los que nos apetece entrar con el barco.

Aún no ha entrado el Meltemi en serio pero se vaticinan fuerza 5 a 6 de Usgrib lo que suponen de 30 a 35 nudos en la realidad.

Así y todo son vientos casi portantes y decidimos ir en dirección a Creta, sabiendo que deberemos pasar muchos dias amarrados o en fondeos sin podernos mover.

Pero el hombre propone y Dios dispone.

Al salir de la punta NE de Rhodas el viento que nos debería entrar por la aleta o el través para empujarnos en dirección a Karpatos nos viene justo de la proa, con ola de un metro a metro y medio y no nos deja avanzar a motor a mas de dos nudos y a base de dar saltos. El único bordo posible nos pone mirando para Symy y Lo probamos a ver si mas tarde se ponen las cosas tal como las previsiones, que siguen erre que erre que el viento es del NNW, cuando en la realidad es de SSE.

Sumado que la dirección del viento no calma pero si la ola, seguimos a ese rumbo hasta que ya cansados, entramos a la ensenada del sur de Symy y pasamos ahí la noche.

Cambio de planes Nos vamos por las Cicladas. Creta se nos vuelve a negar.


La noche es tranquila y la pasamos viendo las evoluciones de un par de drones que vuelan sobre nosotros.

De mañana salimos al mar y vuelta de lo mismo, aunque la ola ha bajado y podemos avanzar con mejor ángulo en dirección al sur de Kos, rodeando la isla de Giali de la que tenemos información que tiene un fondeo seguro, aunque al final llegamos a la ensenada de Kamari, que habíamos visitado con el automovil.

Fondeamos y tenemos una segunda noche de calma total

Vista aerea del puerto y fondeo de Kamari en la isla de Kos