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sábado

27y28-06.- CRUZANDO EL ADRIATICO.-

A las nueve de la mañana aparece el Italiano de la moto con la pieza soldada, por la que reclama solo 15 euros y se niega a aceptar ningún tipo de propina. Incluso se enfada cuando le digo que quiero pagar su trabajo. Monto el aparejo y cruzamos el puerto en una Barcaza para ver la ciudad vieja de Brindisi.

A la segunda foto me quedo sin pilas.

Comemos, bien y barato en una tratoría y volvemos al barco lo arranchamos y a las cuatro de la tarde salimos hacia Croacia en dirección al área de Dubrovnik.

Motor y algo de vela y el mar como un plato, tengo que soltar las velas para dejar pasar a un carguero. Hay mucho tráfico.

Al caer la noche y en una guardia de la capitana, me despierta diciendo que ha visto como una explosión en el horizonte. El cielo está estrellado.

Al poco rato de salir nuevo rayo y trueno, tomo tiempos y… no queda duda la tormenta eléctrica viene hacia nosotros.

Por si las moscas, pienso en tomar un rizo ( en mi caso enrollar hasta un sable) a la mayor, que acaba de pasarse de estribor a babor.

Y en esas estaba cuando el viento ha subido hasta 25 nudos (luego lo haría hasta puntas de 37).

Y en mitad de la faena falla la soldadura, mala soldadura hecha a soplete sobre acero inoxidable.

La vela comienza a gualdrapear y la enrollo hasta que puedo, quedando fuera como metro y medio de pujamen y tres metros de relinga, menos que un tormentín.

Apago toda la electrónica del barco y, motor avante, tengo que bajar la velocidad a cuatro nudos o menos para no acabar empapado de rociones.
En dos horas ha pasado lo peor y desaparecen tormenta y viento totalmente, pero queda una mar de marejada a fuerte marejada por el través, que el barco sin mayor se mueve como dicen por Cadiz “Mas que la cama un loco”.
Cuando sale el sol y el mar se calma un poco intento hacer un aparejo de fortuna para la mayor y me encuentro que en los gualdrapazos y sin control del pujamen. Ha enrollado mal y se atasca. Ha entrado plegado el gratil y… Habrá que subir al palo. Llevo dos sables de 9 metros sobre la cubierta.

La llegada, bandera de cortesía y letra “Q” izadas, la hacemos a la rada de Tiha, junto a Cavtat, a unas 3 millas la sur de Dobrovnik.

Estamos preocupados. No queremos hacer la entrada en Dubrovnik, pues unos conocidos de la Taberna del Puerto, nos han contado la odisea que han tenido con los papeles de entrada, que incluso la cosa fue de embajada.

Sin embargo, mi experiencia es contraria. En la capitanía de Cavtat he encontrado un grupo de funcionarios “cachondos” que entre bromas y un rudimentario español me han ayudado a hacer los papeles. Fotocopiados los papeles (hasta el despiece del retrete, oiga) y tras el pago de 1765 kn, que me han “permitido” cambiar por 250 Euros. Permiso al barco y a 20 personas diferentes sobre él a lo largo de un año. Y si el año que viene quiero volver, me hacen descuento.

¡Estamos en Croacia!

De nuevo al fondeo, bañito y a dormir… pero ¡JA!¡JA!

jueves

26-06.- DE LEUCA A BRINDISI.-

Hay dos formas básicamente de cruzar el Adriatico hasta Croacia.

Una es cruzar de Leuca hasta Albania y subir por Albania-Montenegro

La otra es ir por la costa Este de Italia.

Como no sé cómo está el patio por las Balcanes, prefiero usar el segundo sistema, dejando la otra costa para cuando vuelva y tenga mejor información.

Viento de Norte en la cara de 15 nudos que ni tan siquiera deja subir la mayor.

Se ha roto el traveling del aparejo de pujamen de mayor. Difícil de sustituir.

Hay una corriente de más de un nudo en contra. Leer y dormir por turnos.

Al entrar en el grandísimo puerto de Brindisi, nos hemos encontrado este artilugio de la foto. Una zodiac con un ala delta acoplada.

Lo juro, se elevó del agua y dio un vuelecito. No conocía la versión hidroavión de las alas delta.

En el puerto hemos pasado de ir a la marina y nos hemos dirigido al muelle de La Liga Naval Italiana. Nos han dado atraque por 23 Euros.

Un italiano en una moto, un particular que tiene un barco en el puerto me ha cogido la pieza y se la ha llevado a soldar.

Hay una señal muy potente de Wi-Fi con el nombre de Liga Naval Brindisi, pero al preguntar por ella nadie sabe nada, ni incluso el administrativo que tiene el ordenador al lado y el ruter, que trata de ocultar con una carpeta.

Cenamos Sopa de ajo, Sidra asturiana viendo como España llega a la final con los tres goles que le mete a Rusia. No soy aficionado al futbol, pero he izado la bandera del barco con la driza del spí y se ve en todo el puerto

Supongo que mañana no tendré ni Wi-Fi ni Pieza de la botavara.

martes

24-06.- SANTA MARIA DE LEUCA.

A las seis de la mañana, cuando nos despertamos, somos los últimos que quedamos en el muelle, Hay por delante 70 millas en línea recta cruzando el golfo de Taranto.

Con el viento desde un descuartelar, hasta el través y toda la mayor y el Génova con sus primeras vueltas (es demasiado grande, un 150 J) y los 15/16 nudos, me dedico a hacer caza de los barcos que han salido primero, Uno tras otro van siendo cazados y pasados por barlovento, virtualmente cañoneados, pues son de pabellón extranjero y así me lo permite la patente de corso que me acompaña.

Solo uno trata de impedir la deshonra de ser pasado y presenta batalla, horzando hasta casi ceñir. En recuerdo de mis épocas regateras, me acerco a su popa muy, muy mucho… y le hago la maniobra que aprendí del libro de Tacticas de Regata de Manfred Carry, ese viejo libro tan moderno.

El pobre competidor, no entiende como le he pasado por sotavento, abandona la lucha después de recibir la descarga virtual de todas mis baterías de babor y un rugido que me ha salido del alma.

El viento se mantiene hasta casi cinco millas de Leuca.

Comentando luego con otros barcos, la mayoría ha efectuado la travesía con el motor puesto. Les molestaba la escora. Para mi es una gozada haber hecho 65 millas en poco menos de 10 horas en el mismo bordo.

Al llegar a Leuca nos encontramos con un pueblecito que solo hace unos días ha recibido al Papa y que está todo limpio. Hay un montón de palacios de verano del siglo XIX y anteriores.

Al fondo del puerto hay una escalinata que mando tallar Musolini para algo que … como decía un amigo mio “se me la porta fluxa”.

24-06.- CROTONE.-

El puerto de Crotone, junto al de S.M. de Leuca, es uno de los mas usados para las escalas de los barcos que hacen la travesía desde Italia Hacia Croacia, Albania o Grecia.

Hay un puerto comercial y un puerto viejo, donde se colocan pesqueros y botes locales, pero en el muelle del Este, nuevo, limpio y cuidado, hay como mínimo cuatro concesiones. El problema de los marineros era que el que primero llena sus amarres primero se va a casa. A las 10 de la noche no queda un sitio libre, a las seis de la mañana solo quedamos dos barcos, el Bluewather, Dealer 41 tripulado por otra pareja de la tercera edad.

El mecánico viene a las 8 y hace “su montaje” ha traido un alternador de 50 amp ( pequeño para nosotros, pero es lo que hay) y lo ha instalado con la caja de diodos antigua, pues dice que no se fía de los sistemas modernos (llevo un sistema de repartidor sterling) La excitación del alternador es a base de una conexión que no localizo y que solo entra en función cuando se acelera el barco.


Poco fiable, aunque yo se que si se cortocircuita el diodo con un destornillador se consigue la excitación.


Como menos da una piedra, le pago sin rechistar los 350 Euros que me pide. No me ha parecido caro. El detalle de aparecer a las 11 de la noche con el problema resuelto se lo merece.


Decidimos pasar el día en Crotone, visitando el barrio viejo de la ciudad, el centro, muy dinámico.


Encontramos un gran supermercado, muy retirado del puerto y con la carretilla a cuestas hacemos provisión de frutas y verduras. Pastas raras y quesos de la zona y una descomunal sandía completan el equipaje. Junto al puerto están las tiendas de pescado, recién cogido y donde destacan los Peces espada de buen tamaño (40-50 cm de diámetro).
Recibimos felicitaciones por el sistema de meter la carga a bordo con la driza del spi, desde el muelle, por un tambucho directo a la cocina.

Hay algunos barcos fondeados en la bocana del puerto y gasoil fácil de acceder al inicio del espigón.

lunes

23-06.- LA AVERIA DE UN ALTERNADOR.-

Son las ocho de la tarde. La alarma que ha saltado es la de pérdida de carga del alternador. Con viento en calma y de noche, de nada me van a servir generadores eólicos ni fotovoltaicos.

Fondear y en medio de ningún sitio es una locura. Sacamos la Vela Mayor y caminamos a medio nudo, separándonos de la playa.

Hay que hacer estudio de la situación con calma.

Estamos a 35 millas de un puerto que se llama Rocella Ionica hacia el Este o a 25 de Regio Calabria, desandando el camino y metiéndonos en las corrientes de Mesina. El Imray dice de este puerto que tiene de todo un poco.

La avería, no impide el giro del motor, pero no se (ahora ya si) cual es el cable que anula la alarma.

Nos quedan seis horas de motor y pitidos de noche y en una costa desconocida, para llegar a un puerto donde conectarnos a la electricidad de tierra y salvar nuestro congelador, lleno de comida, y que vá hasta los topes.

En condiciones normales la carga durante el día es suficiente para pasar la noche, pero al llevar el motor encendido apagamos el resto de cargadores, y cuando ha sonado la alarma, las baterías estaban al 70 %.

Con todo apagado excepto luces de navegación y congelador, nos dirigimos a Rocella Ionica, donde el mencionado derrotero dice que la entrada está llenándose de tierra y hay que hacer una extraña maniobra para entrar por un canal que no está balizado. Éramos pocos y parió la abuela.

A las tres de la noche y con el alma en un vilo entramos en el puerto con fondos que marcaron 2,3 metros.

El puerto está a rebosar, nadie sale a decir nada y solo hay una contestación en la radio, a mi llamada “Capitan Teach, identifíquese”.

Nos amarramos en el único sitio posible. Un “finguer” partido por la proa y un través a otro barco.

Nadie está conectado a la electricidad, Sencillamente no la hay. Ni agua, ni marineros ni nada. Otro puerto abandonado.

Decidimos dormir dos horas, para que se haga de día y seguir. Crotone, el siguiente puerto está a 65 millas hacia el NE.
Con la llegada del día las placas solares hacen su trabajo y consiguen mantener e incluso recargar las baterías.

Un mar liso como un plato nos hace avanzar rápido y llegamos a Crotone a las cuatro de una tarde de un calor terrible.
Al llegar al muelle empieza el espectáculo. Solo hay dos barcos amarrados y a cada lado hay un marino que nos hace señas, cada uno tratando de llamarnos a su atraque. Optamos por el primero al que vimos y amarramos y conectamos la corriente. ¡Hemos salvado las angulas!. Fuera en tierra hay una discusión entre los marineros.

Ahora viene lo de encontrar un electricista y… Mira que suerte que el único “Electroauto” de todo Crotone está conectando un “motorino” al barco de al lado.

Desmonta el alternador, se lo lleva y me dice simplemente que lo traerá reparado o uno que funcione, pero que me olvide de VOLVO, que eso es para señoritingos y que esto es un puerto pesquero. Son las seis de la tarde.

¡A las 11 de la noche! aparece con un alternador reciclado que ha tenido que mecanizar con partes del original y me pide por favor que si lo puede instalar por la mañana, que está muy cansado.

Yo me voy a la cama pensando que estoy soñando despierto.

domingo

22-06.- EL ESTRECHO DE MESINA

Como de costumbre levanto el ancla con las primeras luces del día y motor avante arrumbo a la embocadura del estrecho de Mesina.
La idea es hacer noche en un puerto que nos ha recomendado un italiano, del que hoy tengo mas datos. Se llama seguramente Cornelio, debe ser de Capri, y es "tocatori di corno", y seguramente su madre no tenga nada que ver con ello, pero él, espero que esté "predestinato".

Llegando a Mesina podemos ver los artilugios que utilizan para pescar los Pez Espada y los Atunes. No vemos que nadie pesque nada. Nosotros tampoco.

Mis cálculos han salido bien y cogemos el repunte de la marea a favor, la corriente pone el barco a mas de diez nudos en el GPS, que mide la velocidad sobre tierra, mientras que la corredera, que da la velocidad sobre el agua, marca un poco menos de seis. Total corriente a favor de casi cuatro nudos y medio.

Hacemos gasoil en algo nuevo para mi. Un pontón unido a tierra por una pasarela en medio de una playa. Corresponde a una gasolinera de carretera. Todo ello fuera del puerto y en mitad del estrecho.

Ponemos el "Inverter" y seguimos viaje viendo en la TV la carrera de Fórmula I. A pesar de tener los dedos cruzados todo el rato, ni Alonso se come una rosca ni Hamilton un muro en una curva.

Y llegamos a "Salina Joniche" el sitio recomendado. Un puerto abandonado, con la bocana cegada, donde hay que entrar por un hueco en el espigón para llegar a lo que son los restos de un puerto de una factoría abandonada.

El Imray ( libro de Puertos y Fondeos) dice poco mas o menos " Ha Habido graves incidentes, agravados aun mas por robos con intimidación dentro de los barcos en este puerto. Recomendamos a los yates no parar aquí, salvo en caso de una extrema emergencia"

El siguiente puerto a cuarenta millas. Al llegar la noche pensamos en acercarnos a la costa y aprovechando el buen día y la luna fondear unas horas para descansar.

Vemos una playa cerca de un pueblo con alguna motora pequeña fondeada. Al iniciar la maniobra suena una alarma del barco…

Pero esa es otra historia