Foto aérea del puerto de Klymnos |
El grandísimo puerto de Kalymnos está completamente abarrotado de barcos, pero en lo que antes era prácticamente una playa se han construido unos pantalanes sobre pilotes, que es donde se amarran los barcos deportivos en condiciones de agua y luz y un "impuesto revolucionario" que es el pago al oficial del puerto de una cantidad de 10 euros, no reflejada en el recibo, en calidad de ayudas al amarre para un sujeto con pinta de estar totalmente colgado y que mas que una ayuda supone un problema.
Naturalmente el oficial, se mete los diez euros en el bolsillo y el "propio" no ve, ni verá mas que una pequeña parte de este pago. 20 barcos que cambian cada día ... a 10 euros...durante tres meses....
La "sirenita" de Kalymnos |
En la entrada del puerto hay una escultura de una sirena, pero con patas para diferenciarla de la de Copenague.
La caotica Kalymnos desde el mar |
La ciudad es un laberinto de callejuelas, estrechas, calles sin salida,sin aceras y cuando las hay son de 20 cm de ancho con bordillos que llegan a una altura de ¡¡¡60 cm!! Las fachadas de las casas esconden en su interior solo las ruinas de lo que quizás alguna vez fueron casas con un cierto nivel.
Es una ciudad que te echa fuera, que no es amable. Las motos circulan a escape libre a toda velocidad, haciendo el paseo imposible si no peligroso.
No nos hemos sentido bien recibidos en ningún sitio, tienda, museo, iglesia. Estamos muy sorprendidos.
Esponjas de todas formas y colores |
La falsa moneda |
La invasión que viene de Turquía |
Sus patrones y tripulantes, nada tiene que ver con los patrones de los barcos como el nuestro. Jamás te echan una mano. solo les interesa su negocio y que sus clientes consuman el máximo de alcohol, lo que desemboca en voces, cánticos y peleas. No vemos flotillas, pero no se que será peor.
Los quesos de Kalymnos |
Los panes de Kalymnos |
El pan "primigenio" es como un bizcocho, algo mas denso y con los añadidos de licor (¿Utzo?) anises y sésamo, del que se sacará, mediante una técnica que desconozco, las rodajas endurecidas que se conservan durante meses.
El pan de centeno que fotografío en el centro es una piedra a la que difícilmente se le puede meter el diente. Sin embargo habiamos preparado un "Gazpachuelo" con una escópora y se me ocurrió ponerle unos mendrugos al caldo del plato. Inmediatamente el pan comenzó a adsorber caldo y quedar blando como una galleta, aparte de sabrosísimo.
De una forma casual creo haber descubierto la base de la dieta de los pescadores de esponja, aunque tengo serias dudas de que los griegos sepan darle el mimo a la coción del pescado que le dan por tierras de andalucía.