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jueves

13 y 14 de mayo De Mahon a Cagliari

Con las primeras luces de la mañana salimos de la Cala Teulada y es cuando descubro que hemos fondeado por dentro de unas boyas que seguramente delimitan la zona de no posible fondeo, dejando solo espacio para el paso de embarcaciones por el canal. Solo falta que nos saquen fotos con un dron o que lean nuestra posición Ais.

El mar se ha calmado totalmente y no merece la pena ni sacar velas. No hay nadie en 12 millas de alcance del radar y solo por la costa de Túnez se ve un tráfico intenso.

Va a ser la tónica del viaje.

Por la noche la ausencia total de la luna deja un cielo estrellado, pero es la mejor imagen que puedo poner.


...y mirando al cielo y mientras hago la guardia recuerdo un pasaje muy conocido del astrónomo Carl Sagan que enn su libro publicado en 1994 Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio, relató sus pensamientos en un sentido más profundo a la vista de una fotografía de la tierra desde las inmediaciones de Saturno y que os copio aquí.
Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.

Y os pongo este enlace a una de las muchas animaciones que se han hecho de este escrito



Si lo quereis en castellano también podeis escuchar y ver este otro

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