El último día del año nos espera con un sol radiante, una temperatura deliciosa y una ciudad que bulle a la búsqueda de las últimas compras para realzar la mesa de la cena previa a esa tradición tan española como las doce uvas acompañando a las campanadas.
A cualquier sitio que apunto mi cámara me devuelve una sinfonía de blancos, verdes y dorados. Los colores de Andalucía. La cal, la vegetación y los ocres de los alberos, las tejas y las piedras "ostroneras" componen esta sinfonía si sabes donde mirar.
Pero nuestro destino es el mercado de abastos a la caza y captura de algo que nos entre por los ojos para hacer de esta cena una celebración especial.
No hay una gran variedad, pero nos sorprende la frescura y los precios muy moderados.
Al final unos cuantos de estos salmonetes nos hicieron compañía.
aunque había donde escoger...
Luego "Rapaz" nos llevó a uno de los baluartes gastronómicos de esta ciudad llamado "El Faro".
Unos pinchos de Vieiras con Alcachofas para hacer boca y una simpática familia tomando el aperitivo con la colección de criaturas mejor educadas que he visto en mucho tiempo, niños a los que se puede llevar a cualquier parte sin que sean una molesta carga para los demás. Valla por ellos mi aplauso, ya que son una brisa de esperanza por lo que aportan al lado en el que creo de la balanza.
Naturalmente no pudimos pasar de las típicas tortillas de camarones...
Y cuando todo parecía que estaba muy bien, La "Tacita de plata" nos brinda la mejor sorpresa y el mejor regalo que Lola y yo podíamos desear.
Al doblar una esquina tropezamos con un tenderete donde estaban vendiendo nuestros codiciados erizos de mar.
Naturalmente no pudimos vencer la tentación y nos dejamos llevar, capturando para la causa los paladares de nuestros compañeros de viaje, Rafael y Pilar, que quedaros encantados de ese sabor intenso diferente.
Mañana, día 1 de enero de 2014 hay una previsión de mal tiempo para volver a Málaga, pero dejarme que sea con esta imagen que haga el brindis por un deseo de salud, dinero y amor para el próximo año para todos.
¡Ah, barbianes, así que esta vez tocaban oricios y no angulas, y en la Tacita de Lola! ¡Caaña al trigo, gurriones!
ResponderEliminarSalud, dinero y amor y algo de estos condumios, si ye posible.
Ramiro.