El viaje continúa recorriendo las calas del Argosarónico con calma y tratando de despejar todos los rincones, aunque se trata de un trabajo inútil, pues sabemos que cuando volvamos encontraremos nuevas cosa o variantes que pasaron inadvertidas.
Pero os contaremos lo mas llamativo de este periplo, que en gran medida debemos a la ayuda de Fernando, otro español buen conocedor de estas aguas. Por cierto que Fernando tiene su propio blog y podéis seguir sus aventuras en el enlace que tenéis a un costado.
El primer sitio altamente recomendable es una ensenada doble que se cierra con un islote en la misma bahía de Poros. Es un fondeo de mucha profundidad y en piedra por lo que recomiendo orincar el ancla. Como ya os contaré en su día para nosotros fue la muerte de un molinete en un fondo de 17 metros.
Pero una nadada o remada hasta el islote a ver su pequeña ermita o hacer un buceo con gafas y tubo es una delicia.
Al salir de Poros y comenzar a rodear la península -o isla,que no lo tengo muy claro- de Methana, tropezamos con un puerto de aguas blancas. Al parecer se trata de aguas termales y en la entrada vemos como un gran número de bañistas permanecen flotando indolentes en esas aguas. Ningún sensor del barco indica aumento térmico, pero el color es claramente diferente, con lo que si alguien tiene información que me la haga llegar.
Varias pequeñas calas y pequeños puertos contornean esta costa, pero siempre que pasamos por ella las aguas no están lo suficientemente quietas como para atrevernos a entrar. Y eso nos sucede con uno de los sitios recomendados por "el Ralip". la taberna de la gallega, llamada "Las Olas", que mientras otros esconden sus carencias bajo pabellones de conveniencia, ella hace alarde de su procedencia, tanto en el nombre como en su bandera.
Unas bollas permiten fondearse y seguramente disfrutar de algo similar a ese pulpo con patatas del que se puede disfrutar en algunos sitios de Galicia. Y es que la calidad del producto base, sinceramente no tiene nada que ver con lo que se compra por aquí como pulpo. Es otra cosa
Continúa el paisaje ofreciendo rincones encantadores para pasar el día y refrescarse sin el atosigamiento de los charters y porque no en absoluto éxtasis de soledad si se quiere.
Como siempre solo hay que saber mirar para encontrar motivos a los que enfocar la cámara, como esta pequeña iglesia llegando al pequeño puerto (Vathi) de Methana.
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