Al sur de Zirje encontramos una cala, Stupica con varios barcos amarrados a unas boyas. Fondeamos en 15 metros en lo que parece una mancha sin algas. El fondo son rocas y algas.
Unos carteles avisan de que no se salte a la isla, y en caso de hacerlo solo por los caminos marcados, pues hay minas antipersonales sin desactivar.
Van llegando barcos y uno tras otro garrean como locos, yo tengo mas de cuarenta y cinco metros de cadena soltados y casi todo el mundo pretende fondear soltando sino los 15 metros, máximo 20, y eso no funciona nunca. Pero algunos sueltan incluso mas cadena que yo y… No vemos la fórmula I, pero estos corren mas que Hamilton.
Mosqueado de tanto garreo ajeno y ante el riesgo de algún golpe, levanto en ancla y nos vamos al norte de la isla, y encontramos varia calas vacias. Como siempre el norte de las islas es mas “salvaje”.
Estamos solos, viendo el fondo a 10 metros, hasta que levantamos el fondeo y nos dirigimos a la isla de Kaprije y al pueblo del mismo nombre. Pasamos por delante de Potkucina, en Kakan, fondeo recomendado por las empresas de charters. Puede haber unos cien barcos fondeados. Pero en Kaprije curiosamente casi no hay barcos fondeados. Tan solo seis en el muelle y otros tantos en el fondeo.
Deambulando por las callejuelas encontramos un “Domestic konaba”, cuatro mesas en la misma cocina, y seguramente plato único. No nos atrevemos. Venimos demasiado quemados de “la caza del Guiri” en nuestra tierra.
Tiramos de Jamón y queso del de casa con unas copas de manzanilla muy fría, viendo a pocos metros de nosotros el barco que nos persigue y que nunca tendremos. Super Maramu 56, una goleta automatizada con hidráulicos. En esta viene una pareja de “gais” que entre los dos pueden sumar mas años que pesetas tiene un Euro, pero que la manejan sin problemas. Han entrado a vela y todo trapo hecho un fondeo perfecto.
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