¿TENER FORTUNA O SER AFORTUNADO ?

A pesar de los dias que han pasado y de los momentos vividos, hoy no habrá fotos.

Desde Ibiza a la bahia de Palma y en concreto al fondeo de las Isletas, con un viento de 13-15 nudos en ceñida-descuartelar mi mente se escapaba a la merma de mi "fortuna" que supondría el tener que cambiar el "radar" del barco, irremisiblemente estropeado. Nada menos que unos 20 Euros diarios del presupuesto que tendriamos durante el viaje.

Pero las circustancias han hecho que me de cuenta de lo afortunado que soy.

Tras de la llegada a Palma, la negociación para conseguir el Radar en poco tiempo, y comenzar con el desmontaje del viejo, subida al palo y todo, esperabamos la llegada de unos amigos del foro, que se habían preocupado de dirigirnos hasta la tienda donde compramos el radar.

Tras de pseudónimos como " Capitan Morgan" "Embat" "Butxeta" o " Guerret" y alguno y alguna mas que ahora entendereis por que he olvidado su nombre, se esconden un grupo de personas fenomenales, ( "Los Palma Boys").

Despues de la comida, un hermoso San Pedro del mercado junto a la Plaza del Progreso, mi esposa, preparó un poco de te según la fórmula de unos amigos marroquies, pero comenzó a sentirse mal y se acostó un rato, incluso vomitando y con diarreas.

A mi me sorprendió bastante, que al llegar los amigos, no saliera a hacerles los honores, y al cabo de unos minutos al entrar en el camarote a ver como se encontraba, y ante las quejas de " tripa hinchada", le toco donde señalaba el dolor, cerca de la ingle derecha, y me encuentro un bulto del tamaño de una naranja.

Mi primer pensamiento fué apendice, perforación, problema, hospital, urgente.

Uno de los cofrades nos acercó en coche a Urgencias de la Clinica Rotger, donde inmediatamente comenzaron a hacerle todo tipo de pruebas, que descartan el apéndice y marcan una HERNIA CRURAL DERECHA INCARCERADA. En profano una hernia estrangulada que es necesario operar. A la 00:01 de la mañana comienza la intervención, con anestesia por epidural y que finaliza con una costura de muy buen aspecto de unos 13 cm y las felicitaciones del doctor por el resultado de la intercvención y por el espíritu demostrado por mi esposa, que se ha pasado la operación bromeando con todo el equipo, que se despedian como de un amigo.

36 horas en el sanatorio y de vuelta al barco, que como es natural no moveremos en al menos una semana.

Despues de esta aventura no hago mas que pensar en que si mi fortuna no es de tirar cohetes (mas bien un poco petardo) lo que es muy grande es lo afortunado que soy y me siento.

Por un lado afortunado de que este percance, motivado al parecer por una simple gastroenteritis y los esfuerzos y espasmos del vómito, podía haber sucedido a muchas horas o dias de puerto, y nos ha pasado en una escala no prevista y en una ciudad con unos servicios como Palma.

Lo afortunado de que varios "desconocidos" del foro de la Taberna del Puerto estubieran con nocotros y nos brindaran su ayuda para llegar al hospital.

Pero sobre todo lo afortunado de que al final de mi vida haya dado con una persona como es mi esposa, que no solamente es capaz de aguantarme, sino que incluso aparenta disfrutar con ello. Que ama las cosas que yo amo, que rie mis chistes viejos o se pasa horas escuchando como trato de sacar sonidos al piano con mis manos artríticas o trimando una vela para conseguir alguna decima mas de velocidad en el barco.

Lo afortunado de poder experimentar las sensaciones y pasiones tan intensas mientras esperaba a la puerta del quirófano, que pasaban del miedo a la esperanza y siempre alredeor del profundo y sereno amor que la tengo.

Lo afortunado de saber que este viaje solo se pospone por unos dias, pero continuará con ella

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