Un buen puerto para ello es es Atakos, en el continente y donde embarcan mercancías para las islas adyacentes.
Hay que llegar temprano, pues es un sitio apetecido y no hay demasiadas plazas de amarre. Tampoco es un sitio para quedarse mucho, ya que la entrada y salida del ferry mueve mucho el agua.
Se trata de un pueblo que vive bastante de espaldas al mar y mas del comercio de ser base para las compras de los isleños, pero eso no quita para que hayan aprendido pronto las picarescas para sacarles unos euros a los "Guiris" de los barcos. Y, también hay que decirlo, para que los "guiris" no se aprovechen de ellos.
Veamos un ejemplo. WiFi Free. Cada local, bar o taberna, tiene un anuncio de su Wifi, pero todos están protegidos por códigos complejos, incluso difíciles de romper con programas de haker muy sofisticados. El código te lo dan una vez has hecho una consumición en el bar. Entonces te encuentras que esa señal que llega de su router y que se anuncia como muy fuerte, es solo la señal del router, la conexión a Internet es muy lenta y además has de compartir el escaso ancho de banda con los demás "inquilinos".
Y si te habías hecho la ilusión de que como tu barco está a pocos metros de la terraza en cuestión, todo es cuestión de dejar descargando lo que sea (22 kb/sg), la señal está preparada para que no salga de la terraza y desde el barco es misión imposible. Pero además, para evitar en cierta medida abusos, el router se reinicia cada media hora o menos, impidiendo completar la descarga de algo que tenga mas de un par de megas.
Y es que la calle que separa las terrazas del muelle es una frontera que crea litigios constantes.
Veamos el caso del agua. Para empezar la calle está abierta al tráfico durante la mañana y es sitio de paseo de los lugareños por la tarde. Pero además el servicio de agua que te dá el tabernero, con su goma no lo es de su local , sino de las tomas de agua del riego de los jardines de la ciudad. Así que cada vez la manguera entra en un barco, empiezan las protestas de los paseantes, que se mojan con los imnumerables poros de la vieja manguera o con el charco que dejan estos en el suelo.
Un anciano pescador, al que el tabernero tachó de loco, protestaba por que primero le habían condenado a poner su barco en un sitio del puerto lejano a su casa, para dar servicio a los yates, que solo dejaban ganancias a los propietarios de las tabernas, ninguno de la localidad, y muchos no griegos, y que pagaban sueldos miserables a los empleados. Y ahora el agua que en definitiva lo pagaban ellos, para beneficio otros.
Así todo con nocturnidad y alevosía se puede hasta conectar electricidad, pero ya no es el pueblecito encantador de hace años y es posible que en el futuro desaparezca este punto de repostaje y haya que recurrir a la cuba de agua a seis euros llenar los depósitos, (400 litros en nuestro caso)
El interior del pueblo es como tantos otros de Grecia, donde llama poderosamente la atención el tema de las aceras, no ya inapropiadas para cualquier persona con minusvalía , sino para el mas común de los mortales.
Postes, zanjas, cambios de anchura o de nivel, cubos de basura, incluso aparatos de aire acondicionado y almacenes impiden circular por ellas. No os digo nada de arrastra un carro de la compra. Hay que hacerlo por medio de la calzada, que tampoco es ningún poema
En el pueblo hay de todo un poco, tres grandes supermercados , muchas fruterías, carnicerías, panaderías y pescaderías , mas o menos surtidas y -por cierto- ni un solo producto español en las alacenas, incluso en apartados como vino y aceite en los que según dicen somo líderes.
Y un día a la semana un mercadillo, como cualquiera de los que vemos por nuestros pueblos, con las mismas cosas y casi las mismas caras que en ellos. Me pregunto si no serán los mismos, o tal vez es que son almas en pena de grandes comerciantes, en su particular purgatorio, aunque desde luego yo no les compraría unas "preferentes" ni a estos ni a aquellos.
Y una advertencia de nuestro "loco pescador", cuidado, hay muchos rumanos, sustituyendo al "Gypsy" de antaño por esta nueva tribu de nómadas.
Una vuelta para establecer los precios y luego a comprar en los camioncillos de cosecheros directamente, que son de mejor calidad y no han visto ninguna cámara, Tomates a 0.80, Sandias a 0.35, judias verdes a 0.65 y un buen basilisco (Albahaca) para espantar los mosquitos.