Salimos de Kalamos escapando de un barco de bastantes metros de eslora, y con casi tantos años como metros, un barco anodino y mas bien feo, que ha atracado dando la popa al muelle por fuera del puerto y que mantiene encendido todo el día y la noche el motor para poder tener el aire acondicionado encendido.
En el pantalán se hacen planes para asesinar al patrón que nos ha dado la noche con sus estertores y malos humos.
Seguimos la costa hasta llegar a la playa que anuncian en el puerto y para la que hay una carretera que primero sube al pueblo y luego desciende, y a la que era nuestra intención ir en la auxiliar.
En el trayecto, y a la vista de de las casas cercanas a la orilla, se vé claramente algo que descubrí en la tipología de esas casas, y es que la cocina y el aseo están separadas de la vivienda y construidas encima mismo del agua, lo que me hace pensar en un sistema de evacuación de aguas fecales un tanto rudimentario y barato.Los dias de temporal se puede utilizar para baños inguinales por aspersión
La playa en cuestión parece acogedora y establecemos cita para volver en el futuro, aunque en general las playas de Grecia son un tanto incómodas, pues no hemos encontrado ninguna de arena y solo de piedras y cantos rodados que a lo sumo llegan al calibre de la "almendrilla"
Desde luego que no fue Esculapio el que ideó lo de los paseos por la orilla con las piernas dentro del agua, que aquí pueden suponer un esguince con facilidad
Llegamos al puerto de Kastos y por primera vez en estos años conseguimos sitio en el muelle y nos entretenemos en el espectáculo de las flotillas fondeando con lineas a tierra, que afortunadamente se resuelve con buena voluntad. muchos chapuzones , muchos gritos y varios pies llenos de púas de erizos.
Una vuelta por el cuidado pueblecito, que como podeis ver mas abajo -y ya conté anteriormente- no tiene servicio de recogida de basuras, nos muestra un compendio de los colores de Grecia, las mas modernas técnicas de reciclado, como las luminarias que marcan el camino hasta un concurrido bar en la costa y la protesta ciudadana en la forma de colgajo para poste de la luz
Llegamos al puerto de Kastos y por primera vez en estos años conseguimos sitio en el muelle y nos entretenemos en el espectáculo de las flotillas fondeando con lineas a tierra, que afortunadamente se resuelve con buena voluntad. muchos chapuzones , muchos gritos y varios pies llenos de púas de erizos.
Una vuelta por el cuidado pueblecito, que como podeis ver mas abajo -y ya conté anteriormente- no tiene servicio de recogida de basuras, nos muestra un compendio de los colores de Grecia, las mas modernas técnicas de reciclado, como las luminarias que marcan el camino hasta un concurrido bar en la costa y la protesta ciudadana en la forma de colgajo para poste de la luz