Dejamos temprano el puerto de Palermo para seguir ganando Este. Es el tramo mas tedioso y con mas complicaciones por las distancias a recorrer
En la primera etapa y continuando con la idea de no hacer mas noches navegando que las imprescindibles nos encontramos que en la costa Cefalu está demasiado cerca, Porto Roso demasiado caro, Milazzo demasiado sucio. Aparte de esto la constante presencia de embarcaciones de pesca y de palangres mal señalados nos hacen tomar otra opción. Las eólicas.
Todos los puntos que estoy señalando tiene en común una característica y es tener una zona de fondeo cercana por el aquel de "la sutil linea azul" y un amarre por el posible mal tiempo.
En Vulcano hay dos fondeos uno a poniente y otro a levante y está cerca el puerto de Lípari. Así que decisión tomada y travesía solo a motor sin necesidad de mayor ni para estabilizar.
Impresionantes los contrastes paisajistas de esta zona que parecen adecuados para inspiración de un acuarelista japones y donde se encuentran las piedras de Ulises,( Scilla y Charypdis) en la versión local de la mitología histórica, ya que conocemos mas de doce sitios que pugnan por ser el autentico y original.
Vulcano está tranquilo, tan tranquilo que ni huele a volcán, y la ensenada oeste se va llenando de veleros y es hasta por la mañana, supongo que quemando el vapor de la humedad de la noche que no se ve un penacho.
El segundo tramo de nuestra travesía nos lleva a atravesar el Estrecho de Messina, por cierto otro aspirante a lo de Ulises. Y es en una página web de pesca deportiva donde encontramos el cuadro de mareas que nos dice que llegamos casi por los pelos al momento de corriente a favor.
No podía faltar la imagen típica de los barcos gobernados desde una torreta que utilizan para seguimiento de los grandiosos atunes que por aquí se pescan.
Hago abuso de mi tamaño y la condición de velero y tras comprobar en el AIS que apenas hay tráfico decido cruzar en diagonal, saltándome el dispositivo separador, ya que en la zona en la que deben navegar los mercantes la corriente es en contra.
Y cuando digo corriente hablo de una poco corriente fuerza con la que se compensa la diferencia horario de alturas de marea entre el Tirreno y el Jónico. En la instantánea de mas abajo he resaltado la velocidad sobre el fondo, ( y no es la mas alta registrada esta vez, que llegó a 12,4), lo que supone una corriente de 4 a 5 nudos.
En la primera etapa y continuando con la idea de no hacer mas noches navegando que las imprescindibles nos encontramos que en la costa Cefalu está demasiado cerca, Porto Roso demasiado caro, Milazzo demasiado sucio. Aparte de esto la constante presencia de embarcaciones de pesca y de palangres mal señalados nos hacen tomar otra opción. Las eólicas.
Todos los puntos que estoy señalando tiene en común una característica y es tener una zona de fondeo cercana por el aquel de "la sutil linea azul" y un amarre por el posible mal tiempo.
En Vulcano hay dos fondeos uno a poniente y otro a levante y está cerca el puerto de Lípari. Así que decisión tomada y travesía solo a motor sin necesidad de mayor ni para estabilizar.
Impresionantes los contrastes paisajistas de esta zona que parecen adecuados para inspiración de un acuarelista japones y donde se encuentran las piedras de Ulises,( Scilla y Charypdis) en la versión local de la mitología histórica, ya que conocemos mas de doce sitios que pugnan por ser el autentico y original.
Vulcano está tranquilo, tan tranquilo que ni huele a volcán, y la ensenada oeste se va llenando de veleros y es hasta por la mañana, supongo que quemando el vapor de la humedad de la noche que no se ve un penacho.
El segundo tramo de nuestra travesía nos lleva a atravesar el Estrecho de Messina, por cierto otro aspirante a lo de Ulises. Y es en una página web de pesca deportiva donde encontramos el cuadro de mareas que nos dice que llegamos casi por los pelos al momento de corriente a favor.
No podía faltar la imagen típica de los barcos gobernados desde una torreta que utilizan para seguimiento de los grandiosos atunes que por aquí se pescan.
Hago abuso de mi tamaño y la condición de velero y tras comprobar en el AIS que apenas hay tráfico decido cruzar en diagonal, saltándome el dispositivo separador, ya que en la zona en la que deben navegar los mercantes la corriente es en contra.
Y cuando digo corriente hablo de una poco corriente fuerza con la que se compensa la diferencia horario de alturas de marea entre el Tirreno y el Jónico. En la instantánea de mas abajo he resaltado la velocidad sobre el fondo, ( y no es la mas alta registrada esta vez, que llegó a 12,4), lo que supone una corriente de 4 a 5 nudos.
Pasado Messina hay que hacer una larga tirada hasta el único puerto de esta zona. Rochela Ionica, donde a falta de información mas reciente por 25 euros te dejan amarrarte a un "finguer" , sin agua y sin electricidad , después de una entrada complicada por un bajo de arena y un espigón sumergido.
¡¡ Y aplaudir con la orejas!! que gracias a este abandonado puerto se puede encontrar refugio en esta costa aburrida, monótona y muchas veces ventosa.
Se nos hace de noche y recuerdo que unos conocidos fondearon en una playa antes de llegar a Rochela. Tiro de archivo y me sale la Playa de Locri y decido probar ya que la noche está serena y hay una esplendida luna llena.
Tiro el ancla en cinco metros y a unos 100 de la orilla y por la mañana la cadena sigue debajo de la proa. no nos hemos movido. Por la emisora escucho a alguien en francés comentando que han podido desembarrancar a un barco de la bocana de Rochela y que siguen hacia Crotone, que también es nuestro destino.
Asi que carrera de motor de seis barcos veleros con la misma derrota.
Frente a Cabo Rizzuto topamos con un gran plástico y el motor empieza a hacer cabitaciones muy fuertes. Parada y marcha atrás y afortunadamente parece que se suelta. pero el daño está hecho, Al llegar a Crotone , donde consigo atraque en la Liga Naval, la inversora deja de funcionar. Pero esa es otra historia