La mañana siguiente la dedicamos a la esperada visita al castillo-palacio-fortaleza del Gran Maestre.
Dado que Rhodas por su situación está en un punto crucial de las comunicaciones con Tierra Santa (Oriente Medio), siempre ha sido un lugar estratégico y desde muy antiguo las batallas pòr su posesión incesantes.
Y uno de sus propietarios a lo largo de mucho tiempo fueron las sucesivas ordenes de monjes-caballeros-guerreros que a lo largo de la Edad Media se dedicaron, con unas ideas muy claras en cuanto a la " Alianza de Civilizaciones", tras las invasiones islámicas de la naciente Europa y la demostración por parte de las diferentes ordas de lo que ellas pensaban sobre lo tal.
Y sobre estas ordenes caballerescas, de las que tanto sabía don Alonso Quijano reinaba el gran Maestre de lo que luego fueron los Templarios y posteriormente la orden de Malta tras su expulsión de Rhodas por los Otomanos
A los Otomanos los expulsaron los Italianos y a estos definitivamente, tras la caida del fascismo, sus actuales administradores. Los Griegos, que a su vez están en visos de ser expulsados por la avalancha de "Guiris"
El caso es que muy leídos e ilusionados entramos en el gran palacio-fortaleza, restaurado por los chicos de Musolini, para una visita del mismo. Restauración racionalista como corresponde aunque un tanto " a la sua maniera"
Nada mas entrar me doy cuenta de que he confundido el Objetivo y en vez de un Gran Angular, me he traido un teleobjetivo, lo que sumando la focal con la sensibilidad del mismo hacen que mis fotos sean un tanto malas
De las prometidas armaduras medievales y las armas al uso hay esta "gran exposición que os muestro. Hay una justificación. Cuando los caballeros del Temple rinden la plaza, lo hacen con el derecho a llevarse todas sus pertenencias, vituallas y pendones. Al salir por la puerta y a la pregunta del moro
" Y esta mujera...?"
" Es un pendón"
Y de ahí, pues ya sabeis, ahora las vamos a pagar todas juntas.
El edificio en sí es muy interesante y la decoración se ha hecho a conciencia, incorporando casitodos los mosaicos que se encontraban en las diferentes ruinas escabadas, aunque algunas son reconstrucciones actuales, incluso alguna escultura de las exhibidas es de...Poliester.
Hay algunas habitaciones que están completas, incluso los tapizados de las paredes y en muchas de ellas hay auténticas joyas de mobiliario.
Desde luego el palacio es espectacular y cerrando los ojos casi se puede escuchar los ruidos como de cacerolas de los caballeros vestidos de armaduras rodando por ellas.
Mañana salimos de Rhodas, con un sabor entre dulce y agrio dado el esfuerzo que nos ha supuesto llegar hasta aquí.
No quiero dejar de recomendar un restaurante, aislado en una vivienda unifamiliar, que se encuentra cruzando la carretera frente a la Marina Rhodas. Sencillamente espectacular y su propietario un encanto. Aunque quizas mi opinión esté un poco desvirtuada por el recorrido que hicimos por los diferentes tipos de orujos que se hacen en estas aguas y que nada tienen que envidiar al orujo de los gallegos y portugueses.
Igual volvemos. Y es que el orujo nos tira mucho.