Se presentan días de calma total y hemos perdido demasiado tiempo entre paradas, entrar por el Norte, la semana en Abelike y los días pendientes del motor.
Le decimos adiós a volver al Pelopòneso sur y tomamos la ruta del Canal de Corinto para pasar al Argosarónico
Apenas hay nadie y los mejores lugares, las ensenadas mas protegidas están ocupadas por piscifactorias.
Tenemos la referencia de Fernando, del Ralip de que en esta zona hay bastante pesca, pero no es nuestra afición, así que con una eventual parada a comer fondeados en una cala frente a la isla de Okseia, ascendemos hasta Mesolongi por su peculiar canal.
Echamos el hierro frente a la marina y dormimos a pierna suelta en uno de los fondeos mas seguros de toda esta zona ( no así la marina de la que tenemos referencias de robos e incendios demasiado habituales). Esta vez no nos hacen amarrarnos al muelle.
Al día siguiente cruzamos bajo el puente de Rion y dejamos por babor el puertecito de Navpaktos ( traducido es Lepanto) donde dice la historia que cervantes perdió su brazo. Un poco después la isla de Trizonia con su inacabada marina pagada con dinero de la U.E. y llegamos hasta Galaxidi, donde permanecemos dos días amarrados y paseando por su bonito y pequeño pueblo.
Aquí llevo la auxiliar hasta una playa, la desarmo, la lleno de agua, le doy jaboncillo, le hago todos los inventos que conozco para tratar de dar con una entrada de agua. Entra por el casco e inunda el interior. Pero no consigo encontrar el sitio y será un problema que vamos a arrastrar todo el verano, sin dar con la solución.
La auxiliar de 3.20 de eslora y con un motor de 11 CV Mercuri de los de dos tiempos es nuestra arma mas preciada, pues es la que nos permita la independencia de los amarres, la que nos lleva a tierra.
Esta vez nos lleva de excursión a una ensenada donde en otro viaje anterior recogimos una gran cosecha de erizos. pero esta vez no hemos encontrado ni uno solo.
Con viento fresquito por la aleta cruzamos hacia Corinto donde apenas tenemos que esperar para cruzar el canal. Lo hacemos completamente solos. no hay convoy.
Llegamos a fondear ya de tarde a Korfos, donde solemos bajar a tierra a comer la sopa de pescado. Pero esta vez solo damos un paseo y volvemos al barco a ver algunos capítulos de la serie Guerra de Tronos que nos tiene enganchados al Televisor.
Contactamos con el Ralip, y con la sorpresa de saber que Lydia está con él. Quedamos en vernos pòr la noche siguiente en un fondeo muy tranquilo en el sur de la isla de Agkistri, frente a Dorousa.
Noche de charlas y de confidencias, de recetas de cocina y de planes futuros.
Y otra reparación por delante, un tanto escatológica y apropiada para comprar lotería. Hay que desobstruir el desagüe del baño principal del barco. Pero esta vez os voy a librar de esa narración