En Lavrio he pasado cinco dias amarrado al pantalán de los charter, gracias a Mohamed, un pakistaní que trabaja con ellos. El motivo ha sido un fuerte dolor de lumbago despues de haber tirado de las amarras en una postura no muy correcta. No había querido decir nada a Lola para no preocuparla, ya que me daba igual esperar aquí o en Atenas a Jordi, un chaval de 27 años que se ha apuntado a ayudarme a llevar el barco un tramo de la vuelta. Nunca he viajado en este barco sin que Lola me acompañara
Cada día doy una vuelta por el pueblo y ya voy incluso saludando a algunas personas con las que me cruzo todos los dias. Es un pueblo muy tranquilo y poco turístico, donde vienen de los pueblos cercanos a acercarse al esos últimos resquicios de pescado que quedan en esta zona, que empieza a estra tan esquilmada como la costa de Croacia.
Desde luego los precios son para un español, comedor habitual de pescado un poco altos, pero se trata de la ley de la oferta y la demanda.
En mi deambular he sacado algunas fotos de una característica muy común a toda Grecia. La falta de todo respeto a las aceras. De hecho cuando se va al supermercado con un bolso con ruedas, la vuelta ha de hacerse siempre por las calzadas, ya que las aceras son el lugar de las motos aparcadas, las sillas y las mesas, no solo de los bares, sino de los particulares y lugar de almacenamiento de las cosas mas inverosímiles, como la jaula de este zorro en plena esquina
Aparatos de aire acondicionado a escaleras de acceso al local comercial...
Muestrarios de mercancía...
o escaleras de acceso a las viviendas...
La verdad es que no se como me estraña viniendo de donde vengo. Nuestros administradores por delegación (Ediles, Concejales) suelen querer dar una imagen de su eficacia de forma inmediata a su entrada en la alcaldía para justificarf sus prevendas y nada mas a mano que las pobres aceras.
A los pocos dias de unas elecciones comienzasn sistemáticamante las obras en las aceras. Cambios de pavimentos, plantación de arboles o modificación de alcorques, bancos, señales de tráfico y toda suerte de mobiliario urbano, amén de los correspondientes containers para la basura o mas reciente las "islas ecológicas".
Toda una suerte de soluciones para que no quede sitio donde puedan hacer uso de ella los peatones, que han de comprarse un coche para, consumiendo, ayudar a salir a todos de la crisis. Y es que llevamos muchos meses sin que los políticos se suban el sueldo
Así que me he encontrado en Lavrio como en casa, pero cuando he soltado las amarras, toda esa tranquilida se ha transformado en un desasosiego muy fuerte al ver que me esperan vientos de 25 nudos por la proa en el camino hacia Atenas. Es mi primera experiencia en solitario con este barco, y aunque mientras estamos navegando muchas veces hago maniobras con Lola durmiendo, el mirar ahora mi baliza de rescate de "Hombre al agua" que emitiria una señal que no despertaría a nadie, me ha dejado intranquilo.
Tengo que hacer ejercicios de respiración para calmarme, y me acuerdo de un amigo que con un barco gemelo al mio, en el momento de zarpar en su viaje en solitario, despues de una preparación exaustiva, se dió cuenta de que no era lo suyo el estar solo y abandonó.
Afortunaamente para mí, la travesía no presenta ningún problema y doblo sin problemas el cabo Sunión, desde donde me contempla el templo de Neptuno y llego felizmente al puerto de Marina Zea en el Pireo junto a Atenas, donde una maniobra de atraque un tanto compleja la resuelvo solo sin mas contratiempos. De todas formas no se si estaría preparado para hacer toda la vuelta sin compañía