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jueves

17 julio 2014.- Puerto de Mithika





      Nuestra derrota hoy nos lleva bordeando el continente de nuevo hacia las costas de Kastos, pasando por una gran cantidad de pequeñas playas, y construcciones aisladas y las siempre presentes capillas ortodoxas.

      Según nos han comentado antes de hacer ningún tipo de construcción de un nuevo asentamiento, hay que construir la capilla y eso justificaría su gran número , aunque otras deben sewr las justificaciones de que casi todas estén cerradas.


       Volvemos a fondear en una de las playas de Kastos donde comemos  y nos bañamos, aunque no es sitio para quedarse, El fondo son Posidonias y lajas de piedra. lo mejor para salir garreando cuando menos te lo esperas.


      Hay también otras formas de llegar a estas playas solitarias y otras formas de disfrutar de ellas , incluso de pasarse de rosca.


      Y hablando de capillas, esta es para mi la mas encantadora del Jónico. Cara nordeste de ASKATOS


      Y llegamos al pequeñisimo puerto de Mithika, sin idea de poder quedarnos, dada la hora, pero con idea de hacer algunas fotos y... queda un hueco que con ayuda de un calzador permite colocar nuestro barco abarloado al muelle.


      El pueblo es un encanto y nos recibe con una red de Wi-Fi libre y potente, la única que hemos encontrado este año y la saboteamos a modo y nos vemos en directo unn telediario español y un programa de Master Chef.


      Merece la pena darse una vuelta por este pueblo, pueblo, que aparte de sus tabernas dando al mar, tien unas calles mas al interior con mucha vida y buenos  y abastecidos supermercados.

      Y en una de esas tiendas, encontramos al carnicero dedicado a la preparación de unos "Pork Sulaki", unos pinchitos de los que siempre me había llamado la atención lo bien tallada que viene la carne en porciones todas iguales.

      El secreto es ese molde desmontable y el gran cuchillom eléctrico que maneja el carnicero con gran soltura. Una docena por seis euros (mas o menos un kilo), de las que convenientemente  e irreverentemente aliñadas con especies morunas (No me imagino a un moro comiendo pinchos de "Halufo") son una buena ocasión para utilizar la barbacoa del barco.


miércoles

16 julio 2014 Puerto de Atakos

       Nos toca hacer agua y un poco de compra de fondo, leche UHT que no necesite refrigerador, cous-cous, dificilisimo de encontrar en Grecia, verduras y demás.

      Un buen puerto para ello es es Atakos, en el continente y donde embarcan mercancías para las islas adyacentes.

      Hay que llegar temprano, pues es un sitio apetecido y no hay demasiadas plazas de amarre. Tampoco es un sitio para quedarse mucho, ya que la entrada y salida del ferry mueve mucho el agua.


       Se trata de un pueblo que vive bastante de espaldas al mar y mas del comercio de ser base para las compras de los isleños, pero eso no quita para que hayan aprendido pronto las picarescas para sacarles unos euros a los "Guiris" de los barcos. Y, también hay que decirlo, para que los "guiris" no se aprovechen de ellos.

      Veamos un ejemplo. WiFi Free. Cada local, bar o taberna, tiene un anuncio de su Wifi, pero todos están protegidos por códigos complejos, incluso difíciles de romper con programas de haker muy sofisticados. El código te lo dan una vez has hecho una consumición en el bar. Entonces te encuentras que esa señal que llega de su router y que se anuncia como muy fuerte, es solo la señal del router, la conexión a Internet es muy lenta y además has de compartir el escaso ancho de banda con los demás "inquilinos".

      Y si te habías hecho la ilusión de que como tu barco está a pocos metros de la terraza en cuestión, todo es cuestión de dejar descargando lo que sea (22 kb/sg), la señal está preparada para que no salga de la terraza y desde el barco es misión imposible. Pero además, para evitar en cierta medida abusos, el router se reinicia cada media hora o menos, impidiendo completar la descarga de algo que tenga mas de un par de megas.



      Y es que la calle que separa las terrazas del muelle es una frontera que crea litigios constantes.

      Veamos el caso del agua. Para empezar la calle está abierta al tráfico durante la mañana y es sitio de paseo de los lugareños por la tarde. Pero además el servicio de agua que te dá el tabernero, con su goma no lo es de su local , sino de las tomas de agua del riego de los jardines de la ciudad. Así que cada vez la manguera entra en un barco, empiezan las protestas de los paseantes, que se mojan con los imnumerables poros de la vieja manguera o con el charco que dejan estos en el suelo.

      Un anciano pescador, al que el tabernero tachó de loco, protestaba por que primero le habían condenado a poner su barco en un sitio del puerto lejano a su casa, para dar servicio a los yates, que solo dejaban ganancias a los propietarios de las tabernas, ninguno de la localidad, y muchos no griegos, y que pagaban sueldos miserables a los empleados. Y ahora el agua que en definitiva lo pagaban ellos, para beneficio otros.

      Así todo con nocturnidad y alevosía se puede hasta conectar electricidad, pero ya no es el pueblecito encantador de hace años y es posible que en el futuro desaparezca este punto de repostaje y haya que recurrir a la cuba de agua a seis euros llenar los depósitos, (400 litros en nuestro caso)


      El interior del pueblo es como tantos otros de Grecia, donde llama poderosamente la atención el tema de las aceras, no ya inapropiadas para cualquier persona con minusvalía , sino para el mas común de los mortales.

      Postes, zanjas, cambios de anchura o de nivel, cubos de basura, incluso aparatos de aire acondicionado y almacenes impiden circular por ellas. No os digo nada de arrastra un carro de la compra. Hay que hacerlo por medio de la calzada, que tampoco es ningún poema


  En el pueblo hay de todo un poco, tres grandes supermercados , muchas fruterías, carnicerías, panaderías y pescaderías , mas o menos surtidas y -por cierto- ni un solo producto español en las alacenas, incluso en apartados como vino y aceite en los que según dicen somo líderes.


       Y un día a la semana un mercadillo, como cualquiera de los que vemos por nuestros pueblos, con las mismas cosas y casi las mismas caras que en ellos. Me pregunto si no serán los mismos, o tal vez es que son almas en pena de grandes comerciantes, en su particular purgatorio, aunque desde luego yo no les compraría unas "preferentes" ni a estos ni a aquellos.

      Y una advertencia de nuestro "loco pescador", cuidado, hay muchos rumanos, sustituyendo al "Gypsy" de antaño por esta nueva tribu de nómadas.

      Una vuelta para establecer los precios y luego a comprar en los camioncillos de cosecheros directamente, que son de mejor calidad y no han visto ninguna cámara, Tomates a 0.80, Sandias a 0.35, judias verdes a 0.65 y un buen basilisco (Albahaca) para espantar los mosquitos.



lunes

14 y 15 julio de 2014.- BAJADA AL INFIERNO (primera parte)

      Dedicado a Alfredo y Senda del Matira.

      Esta es una entrada en la que voy a aportar pocas imágenes, pues aunque he buscado por Internet algo para ilustrarlo, no he dado con nada que pueda describir lo vivido, así que he de recurrir a la palabra.


      Nos hemos dirigido al sur, hacia el continente, a una cala recomendada por Fernando del Ralip V a ver si entre tanto calman un poco los vientos en el Peloponeso, que nos tienen un poco paralizados en el Jónico Central. Se trata de una cala en la que según la referencia encontraremos erizos, almejas y alguna ostra. Toda una tentación, aunque es una zona que ya hemos visitado y nonos gusta demasiado pues está llena de piscifactorías que en nuestra opinión huelen mal y enturbian el agua, con el agravante de que están en las mejores ensenadas destrozando su uso para otros fines.

      La cala en si es bastante protegida y el fondo es una capa de fango en toda su extensión. Decido fondearme y cogerme a tierra por la popa. Largo cadena, unos sesenta metros y...

      Por segunda vez en mi vida me salta el grillete de conexión que vende "Acastañage disfunción" entre tramos de cadena y el barco queda suelto de proa, dirigiéndose rápido a las piedras de popa. No me queda otra que cortar los cabos de amarre a tierra y poner el motor hasta que puedo engalgar un ancla "delta" que llevo de respeto al tramo de cadena que ha quedado en el barco. En el agua han quedado mi Rodna y cincuenta metros de cadena de acero inoxidable.

      Llevo botellas de buceo y equipo, que me pongo y con un cabo de 5 mm del que llevo 200 metros y que Lola sujeta en la proa me sumerjo, avanzando por la cadena hasta llegar al ancla nueva, muy decepcionado por lo que voy encontrando. Los últimos veinte metros están hundidos en el fango y solo al tacto y hundiendo las manos en el cieno puedo seguirla. El ancla está prácticamente desaparecida de enterrada que está.


      A partir de este punto empiezo a hacer arcos cada cinco metros que Lola me va soltando a mis señales (dos tirones del cabo). Nado a mas o menos un metro del fondo para no enturbiar mas el agua y por si queda alguna señal de una linea que indique donde puede estar debajo la cadena.Me muevo mal, muy mal, pues con las prisas no he ajustado bien la botella y el chaleco me gira sobre la espalda, se ha escapado el latiguillo que infla el chaleco y voy poco lastrado. Un suplicio.

      Casi cuando he perdido la esperanza de encontrarla. veo que el tramo donde ha partido ha caído amontonándose uno encima de otro y sobresalen del fondo cuatro o cinco eslabones. Puedo atar el cabo guía a la cadena y salir a la superficie y ver a un gabacho"voluntario" que desde una auxiliar de juguete trata de izar la cadena, con el peligro de romper el cabo guía, le pido que me ayude a mi, que voy un poco asfixiado y deje la cadena en paz. Intentando acercarse me golpea tres o cuatro veces con la auxiliar, con lo que me dirijo al barco nadando en superficie.

      Amarro un cabo de 10 mm a la cadena caída y con el cabrestante del molinete recupero el extremo que uno con un nuevo eslabón al tramo anterior, saco ambas anclas y vuelvo a fondear, amarrado a tierra con los cabos que he cortado unidos por nudos a los tramos que han quedado en el barco.

      Afortunadamente había muy poco viento, no nos hemos ido contra las piedras y puedo pasar el resto del día durmiendo, pues me he agotado mas de lo que esperaba. Mis casi setenta años ya no dan para tanto.

      A la mañana siguiente, suelto los cabos de popa y Lola se va a la proa y levanta el ancla y nada mas terminar esta habitual maniobra...

      El barco escora casi quince grados por un golpe de viento y comienza a llover. La ventolera es tan fuerte que tengo que salir de popa de la cala, pues no me deja meter la proa al viento.


      La velocidad del viento sigue subiendo y pasa ya de los 40 nudos, la lluvia se ha transformado en granizo, y la oscuridad que nos ha rodeado se transforma en una niebla cerrada que no nos deja ver ni la proa del barco.

      Al abandonar la ensenada las olas empiezan a saltar sobre la cubierta, hacemos solo dos nudos y medio contra el viento y estamos a 12 millas en esa dirección del único refugio que conocemos o a 30 millas si damos la popa al viento, y este sigue subiendo y ha llegado a los 52 nudos

      La mejor opción es volver a la Cala de donde venimos que tiene un buen agarre y está protegida, pero no sé donde está. Tan solo puedo seguir la traza de la derrota que hemos seguido al salir.


      Casi no puedo hablar, estoy muy preocupado y el frío, vestido con bañador y camiseta se me ha metido por todos los poros del cuerpo y tiemblo como un flan. Lola me da un chándal de invierno y pronto queda empapado. Lola me hace un te que me tomo casi hirviendo y llegamos a la cala donde calma el mar , el viento baja a 25 nudos y empezamos a ver las piedras de la costa (unos 50 metros). Fondeo con 45 metros de cadena, ya que jamás me volveré a fiar de uno de esos eslabones partidos y me derrumbo sobre una colchoneta.

      Junto a nosotros, en un barco a motor alemán, bailan, dentro de la cabina, dos parejas una música que no escuchamos.


      Y me acuerdo del Matira, que me contó una experiencia similar de tromba atmosférica y que ha decidido no volver nunca jamás a Grecia y por eso la dedicatoria.

Dia completo.

domingo

13 julio 2014 de Kalamos a Kastos


      Salimos de Kalamos escapando de un barco de bastantes metros de eslora, y con casi tantos años como metros, un barco anodino y mas bien feo, que ha atracado dando la popa al muelle por fuera del puerto y que mantiene encendido todo el día y la noche el motor para poder tener el aire acondicionado encendido.

      En el pantalán se hacen planes para asesinar al patrón que nos ha dado la noche con sus estertores y malos humos.


      Seguimos la costa hasta llegar a la playa que anuncian en el puerto y para la que hay una carretera que primero sube al pueblo y luego desciende, y a la que era nuestra intención ir en la auxiliar.

      En el trayecto, y a la vista de de las casas cercanas a la orilla, se vé claramente algo que descubrí en la tipología de esas casas, y es que la cocina y el aseo están separadas de la vivienda y construidas encima mismo del agua, lo que me hace pensar en un sistema de evacuación de aguas fecales un tanto rudimentario y barato.Los dias de temporal se puede utilizar para baños inguinales por aspersión

   
          La playa en cuestión parece acogedora y establecemos cita para volver en el futuro, aunque en general las playas de Grecia son un tanto incómodas, pues no hemos encontrado ninguna de arena y solo de piedras y cantos rodados que a lo sumo llegan al calibre de la "almendrilla"

      Desde luego que no fue Esculapio el que ideó lo de los paseos por la orilla con las piernas dentro del agua, que aquí pueden suponer un esguince con facilidad
 

      Llegamos al puerto de Kastos y por primera vez en estos años conseguimos sitio en el muelle y nos entretenemos en el espectáculo de las flotillas fondeando con lineas a tierra, que afortunadamente se resuelve con buena voluntad. muchos chapuzones , muchos gritos y varios pies llenos de púas de erizos.


      Una vuelta por el cuidado pueblecito, que como podeis ver mas abajo -y ya conté anteriormente- no tiene servicio de recogida de basuras, nos muestra un compendio de los colores de Grecia, las mas modernas técnicas de reciclado, como las luminarias que marcan el camino hasta un concurrido bar en la costa y la protesta ciudadana en la forma de colgajo para poste de la luz
                                       



sábado

12 julio 2014 de Kalamos a Kalamos por Kastos


      Se despierta un día de brisa muy tenue y vamos a navegar unas cuantas horas a motor al ralentí para subir la carga de las baterías al 100 %, así que nada mejor que darle la vuelta a a la isla hermana de Kalamos, donde estamos fondeados, la isla de Kastos, que además hoy protege de los vientos mínimos del W que predominan por estas costas.


      Y nada mas llegar a la costa sur de la isla vemos aparecer una cabeza en la superficie. Reduzco la velocidad pensando que puedan ser buceadores y cual no sería nuestra sorpresa, al ver que la cabeza en cuestión pertenece a un simpático animalito, una Foca Monje, que no veía desde hace mas de veinte años el las chafarinas.

      Un animal en peligro muy serio de extinción y del que se calcula no quedan mas de cuatrocientos o quinientos ejemplares


      Este individuo en concreto es un tanto descarado y se queda mirando al barco como esperando que le demos algo de comer, pero se oculta cada vez que intento sacarle una foto con el teleobjetivo, así que he tenido que tomar prestada una foto en una página de fotografías libres. Así que no puedo presumir de foto pero da una idea de lo que hemos estado viendo


       En la cara Sur_Este de la isla, aparte del pequeño y concurrido puerto de Kastos, al que mañana dedicaré una entrada, hay un gran número de playas y acantilados en pequeñas ensenadas muy apropiados para darse un baño en la intimidad


      Son fondeos complicados por el tipo de fondo, caqsi siempre lajas de roca cubiertas por posidonia, pero la claridad de las aguas, permite escoger un sitio con un claro entre las algas y donde una buceada nos asegurará de que estamos en sitio fiable.


      No es raro que haya barcos que pasan la noche en estos fondeos contando con la bonanza del tiempo.

      Pero nuestro destino es el delicioso puerto de Kálamos en la isla de donde veníamos, diminuto y acogedor. Habitualmente lleno de flotillas de barcos de chárter, suele estar lleno y si no llegas antes de mediodía difícilmente encontrarás sitio. Pero le vamos cogiendo el aire a los Chárter y parece que lo habitual es que cambien de personal los domingos y lo hagan en sus bases o en puertos importantes como Lefkada, relativamente lejos de estas aguas.


      A la entrada un personaje imprescindible de este puerto, GEORGES, comienza a hacer señas indicándote donde amarrar y donde soltar el ancla, que es casi al otro extremo del puerto, y es que con fondos de tres metros curiosamente hay que soltar mucha cadena para que sea esta con su rozamiento en el fondo la que en realidad sujete el barco.


      Georges cumple a la perfección su cometido y el barco queda atado al muelle y entonces hace su presentación, te da la bienvenida a su isla y a su puerto y te indica que en su taberna todo es bueno, bonito y barato y lo es.

      Hay dos tiendas en el puerto y una escarpada carretera que te lleva a la "chora" donde hay otras tabernas y otros supermercados.

      A unos pocos metros (mas bien unos cuantos mas) hay una bonita playa que merece la pena visitar.


      Y desde luego la taberna de GEORGES, con sus mesas casi en el agua, donde por la noche coincidimos con Ana, una partrona de un barco charter ( la Maga, todo un referente de estas aguas) cargada de españoles y a la que nos une la común amistad con Ramiro, del blog entrañable Psilicosis que en estos momentos pelea por su salud y al que, no quepa duda, estoy dedicando todas estas imágenes que se que le alegran la vista.


viernes

11 julio 2014.- PUERTO LEONE EN KALAMOS.-

 Haciendo una excepción voy a publicar una fotografía mía en el Blog y es por que hoy es el día en que cumplo el último año de la larga serie de los sesenta.

Un número que que está en boca de todos, lo confiesen o no.


      Mirando atrás aún me queda mucho por hacer, pues nunca he pegado a un niño, ni quemado un libro, ni talado un árbol. El balance me sale positivo a pesar de todos los pesares, pues el saco de cosas, que si tubiera la oportunidad, serían de otra manera es grande y pesado.


      Pero las cosas bellas, dichosas, son las mas. El paso del tiempo no me hace olvidar lo bueno y pone lo malo en su justo sitio, que nunca es tan malo como cuando sucede.

      Por delante aún queda otra vida. Mantengo la esperanza de que mi profesión vulva a su cauce y seguir trabajando, ( con el plan secreto de batir el récord de Oscar Niemeyer, que murió trabajando con 103 años) y me mantengo actualizado y al día.


 
  Y navegar cada año. Cada vez con mas limitaciones que debo de asumir y prever, pero solo una catástrofe me separará de este mundo que amo y me apasiona cada día.  Y navegar cada año. Cada vez con mas limitaciones que debo de asumir y prever, pero solo una catástrofe me separará de este mundo que amo y me apasiona cada día.

        Hemos escogido este rincón para pasar el día por lo tranquilo y romántico del sitio. Una ensenada donde quedan los restos de un pueblo que destruyó un terremoto y donde los habitantes, todos a una , decidieron abandonarlo y buscar otro asentamiento. Pero que cada año vuelven a cuidar y adecentar las tumbas de sus mayores y que mantienen en funcionamiento la iglesia ortodoxa que preside el pueblo (malas lenguas dicen que así se quitaban de encima al "pope").




Para la celebración hemos vuelto al bacalao al pill-pill y hemos dado cuenta de las últimas angulas de nuestra reserva. A la receta ya publicada de como lo hacíamos al vapor le hemos dado una vuelta de tuerca que mejora la cocción y facilita la elaboración de la salsa.
Ponemos el bacalao sumergido en aceite dentro de una cazuela con agua y lo calentamos (el baño maría de toda la vida, que ahora se llama cocción a baja temperatura) El bacalao va desprendiendo unas perlas de gelatina y el agua sobrante que se quedan en el fondo del recipiente.Ajos fritos muy, muy despacio que trituraremos con la batidora y a lo que añadiremos el fondo de la gelatina y el agua. Emulsión garantizada.


Ajos fritos muy, muy despacio que trituraremos con la batidora y a lo que añadiremos el fondo de la gelatina y el agua. Emulsión garantizada.

Ser felices