Entre Palermo y el estrecho de Mesina hay un puerto magnífico y bonito Cefalú, pero que te deja demasiado lejos y otro muy marina de altos vuelos Porto Rosa cerca de ningún sitio y cara. Además está el puerto de Milazzo, donde nunca hemos conseguido atraque y nos hemos visto condenados a amarrar en un pantalán flotante a 100 euros la noche.
Así que si el tiempo no lo impide hemos tomado como escala la Isla de Vulcano, con dos fondeaderos uno a levante y otro a poniente y que nos deja bien situados de cara al siguiente largo salto.
Si alguien conoce mejor esta costa y nos recomienda un otro lugar...
La puesta de sol es espectacular y nos la servimos con una caipiriña, que nos calienta el estómago ya que el ambiente está frio mientras contemplamos las altas chimeneas que salen del mar y que es uno de los sitios que tratan de apropiarse la titularidad de ser las rocas desde donde la sirenas Escila y Caribdis del omérico Ulises le llamaban para hacerlo encallar
Nos vamos a dormir pronto. no hay luna y tampoco se ve el reflejo de las fumarolas del volcán. Pero merece la pena venir hasta aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesan mucho tus comentarios.
Puedes ponerlos aquí