En la capitanía nadie sabe nada y el mecánico no contesta al teléfono. Esto se puede transformar en el cuento de nunca acabar. Le sumo la lejanía a toda ciudad grande y pienso en dos o tres días en el “varadero fantasma”.
Tomo la decisión de volver a Kusadasi, que es una marina grande y que noté mucho mas viva que esta. Al fin de cuentas tengo un barco de vela. La falta de motor y menos de marcha atrás no es motivo para no mover el barco. Solo espero que haya alguien para frenarlo al llegar. Y si no el ancla.
La vuelta es con viento de través a toda vela y la travesía como ya me va acostumbrando este mar; rápida y deliciosa.
Al llegar a Kusadasi una llamada por el canal 73 y nos está esperando una zodiac con dos marineros, que nos conducen al atraque y nos indican donde hay un mecánico de volvo.
Yo he consultado en un foro de Internet, como os dije y con el dibujo del despiece en la mano, coincide que el 90 por ciento de posibilidades es que la pieza de conexión que se desliza por el eje (nº 22) tenga que ser sustituida, pero al abrir la tapa del conjunto (nº 14) el aceite aparece manchado de limaduras.
El mecánico me da a elegir. Puede intentar cambiar esa pieza en el agua y cambiar el aceite, pero no garantiza el resultado, ya que todas las limaduras que quedan dentro y que llegan hasta el eje de la hélice pueden llegar a romper los engranajes, ya que lo que vemos son limaduras, pero no sabemos que pedazos hay dentro. La posibilidad de destrozar los engranajes o los rodamientos es muy alta. Mejor es sacar el barco y sacar la inversora completa y limpiar a fondo. Aprovechando para revisar todas las piezas de la inversora. Son palabras mayores, pero me quedan muchas millas por delante para arriesgarse a una avería por estos mares. Nueva decisión, fácil de tomar, ya que estaba dispuesto a varar en Sicaçik.
Todo preparado para el martes a las 8.30 de la mañana. El va a pedir las piezas, a la central volvo incluida la leva (nº 34) que suele romper a veces.
Pero empieza el calvario. A las 8.30 nos llevan remolcados ( sin cobrar nada, ¡oiga¡ )al varadero, pero no hay piezas en toda Turquía. Están llamando a todos los talleres para ver si alguien tiene ese repuesto, que al parecer es normal. La alternativa es pedirlo a la central europea que tardaría cinco días mínimo en llegar. Yo me acuerdo de la pieza de Selden , que en Croacia tardó cuatro meses en llegar y me pongo a temblar
Al final lo encuentran en un desguace, de segunda mano, pero en muy buenas condiciones físicas y económicas. Pero no llegarán hasta la tarde. El mecánico piensa que es mejor quedarnos en el agua que dormir en el varadero y comenzar a trabajar temprano. Son las 10 de la mañana y tenemos el día libre y Éfeso al lado. Haremos algo de turismo.
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