Después de pasar el domingo en blanco, durmiendo y de charla con los conocidos compañeros de La Taberna del Puerto (L.T.P.) presentes en Roquetas, y gracias a una pareja, los "L.T.P.Marpla", con los cuales va surgiendo una buena amistad, que nos dejan su automóvil, podemos llevar la vela a reparar.
Tengo claro que a la hora de decidir quién es tu velero, aspectos como el económico, pueden tener su relevancia, pero también es importante el servicio de posventa que te puedan dar.Ver como Jean Pau, el velero de Hood España, nada más llegar con nuestra vela, interrumpe el trabajo en curso y pone a trabajar a su gente en mi reparación, y como al cabo de un par de horas me encuentro con la vela reparada y revisada.
Me ha reforzado los extremos de las fundas de sable, me ha reforzado con keblar los asientos y me ha preparado el sable perdido todo en carbono y cortado de forma que lo pueda transportar en el coche, me confirma el que hace muchos años, más de treinta, pusiera en el mi confianza y prácticamente me haya hecho todas las velas de mis barcos, gran parte del secreto de mis resultados en competición, y de muchas andanadas por sotavento a las naos de la pérfida Albión a las que hemos dado alcance. (Si soy lector de A.P.Reverte). Y es que si alguien dice que el "Capitán Teach" se ha retirado de la competición pura, miente.
Así que con la vela cargada y tras una rápida visita a Acastillaje Difusión de Torrevieja, para comprobar que no tenían lo que necesito de su catálogo, nos fuimos a recordar viejos tiempos a Casa Ramón en Los Alcázares.
Me cuenta mi hermana, que en un intercambio de casas con unos amigos ingleses, muy detallistas ellos, al llegar se encuentran con que en lugar de el habitual mensaje de bien venida, en la cocina han dejado una tetera y unas tazas olvidadas sobre el fogón apagado.
Sabedora de que su amiga es "súper-limpia phasion de la muerte" y al ver la costra negra que rellenaba la tetera, decidió hacerle el favor de dejar la tetera "como los chorros del oro". Rascando y rascando y con ayuda de lejía consigue que, por fin, la tetera vuelva a parecer como nueva y la guardó en el armario. Mi hermana ha pasado mucho tiempo sin entender por qué no la han vuelto a dirigir la palabra. Y es que hay posos que dan sabor.
Casa Ramón, lugar de peregrinación hasta hace poco, ha cambiado la imagen. Se ha renovado y ha limpiado las sartenes. Con la limpieza eliminado la solera del local y el sabor de la comida. Y es que hay planchas y sartenes que es mejor no tocarlas. (las teteras jamas se lavan por dentro. Pasan con la costra de padres a hijos como un tesoro)
Digiriendo a duras penas las berenjenas rebozadas, hemos vuelto a Roquetas y nos hemos preparado un "Marmitako" de Atún que ha caído en compañía, a cual más preciada, de los Marplá y un par de botellas de buen vino.
No hemos limpiado la cazuela, pero es que ha sobrado para pasar mañana Cabo de Gata.